Chile adhiere a las convenciones sobre apatridia

SANTIAGO, Chile, 12 de abril de 2018 (ACNUR) – El 11 de abril, Chile concluyó el proceso de adhesión a la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y a la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961, luego de depositar los instrumentos correspondientes ante la Secretaría General de las Naciones Unidas en Nueva York. Así, se convirtió en el país número 90 en adherir a la Convención de 1954 y el número 71 en adherir a la Convención de 1961.

La iniciativa de Chile representa un avance sustancial para lograr que América sea la primera región del mundo en erradicar la apatridia. Asimismo, se suma a los compromisos que han asumido los Estados en el marco de la campaña #IBelong y el Plan de Acción de Brasil para erradicar la apatridia antes del año 2024.

Actualmente, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que al menos 10 millones de personas en el mundo no cuentan con una nacionalidad, es decir, son apátridas. Como resultado de esta situación algunas no pueden ir a la escuela, al doctor, encontrar un trabajo, abrir una cuenta bancaria o casarse. Al adherir a estas Convenciones, los Estados se comprometen a brindarles protección y garantizar su acceso a derechos fundamentales. Mientras que la Convención de 1954 define el concepto de "apátrida" y regula la protección de las personas apátridas, la Convención de 1961 establece normas para prevenir la apatridia y asegurar el derecho a la nacionalidad, previsto en el artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y en la Declaración y Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Con estas acciones, Chile demuestra aún más su compromiso en la erradicación de esta problemática. ACNUR felicita al Estado chileno y el Representante de la Oficina Regional para el Sur de América Latina, Michele Manca di Nissa, reitera el compromiso de la Agencia a cooperar con Chile para lograr la erradicación de la apatridia en el mundo.

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó a la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) como un organismo con mandato global para identificar, prevenir y reducir la apatridia y proteger a las personas apátridas.