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¿Cómo afecta el brote de mpox a las personas refugiadas y desplazadas?

Historias

¿Cómo afecta el brote de mpox a las personas refugiadas y desplazadas?

Un reciente aumento de los casos de mpox en África ha generado preocupación por su impacto potencialmente devastador en las personas desplazadas que viven hacinadas en campamentos. Conoce cómo está trabajando ACNUR con sus socios para contener el brote.
6 Septiembre 2024 Disponible también en:
Una niña con dos bidones en la espalda frente a una hilera de tiendas cubiertas con lona

La falta de agua potable y jabón representa un reto para los esfuerzos de prevención de mpox en los asentamientos de desplazados como éste en la provincia de Kivu Norte, en la República Democrática del Congo.

Es posible que hayas oído hablar de la mpox en las noticias, en particular desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la declaró emergencia de salud pública de importancia internacional el mes pasado, pero ¿qué es exactamente y cómo afecta a la población refugiada y desplazada? Hablamos con el Dr. Allen Maina, Jefe de Salud Pública de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, para saber más.

¿Qué es la mpox y cómo se propaga?

Mpox (anteriormente conocida como viruela símica), es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la viruela del mono. Puede causar una erupción dolorosa, inflamación de los ganglios linfáticos y fiebre. Con un tratamiento adecuado, las personas pueden recuperarse totalmente de mpox, pero sin los cuidados apropiados pueden enfermar gravemente o incluso morir a causa de la enfermedad.

Cualquiera puede contraer la viruela. Se transmite por contacto directo – sexual o no sexual – con una persona infectada, por contacto con animales infectados o por tocar objetos contaminados, como ropa o sábanas. Una madre embarazada también puede transmitir la mpox al bebé durante el embarazo o el parto. La mpox puede ser particularmente grave en niños, personas inmunodeficientes y mujeres embarazadas.

¿Dónde se registran más casos de mpox?

Desde principios de año hasta el 1 de septiembre, se han notificado más de 20.000 casos de mpox en 14 países africanos. La gran mayoría de los casos (unos 19.000) se han registrado en la República Democrática del Congo (RDC), donde, lamentablemente, unas 600 personas han muerto a causa de la enfermedad.

También se observa un aumento de casos en países vecinos como Burundi, la República del Congo y Ruanda.

Mapa de África en el que se muestran casos de mpox y ubicaciones de personas desplazadas por la fuerza

¿Por qué ACNUR se preocupa por la mpox?

La RDC y sus países vecinos albergan a millones de personas que se han visto forzadas a huir de sus hogares a causa del conflicto, los desastres naturales y la inestabilidad. 

Como ya he mencionado, cualquiera puede contraer o transmitir mpox, independientemente de si se trata de una persona desplazada. Sin embargo, en los campamentos de refugiados y desplazados, las personas suelen vivir hacinadas y con acceso limitado a elementos esenciales como jabón, agua limpia o ropa de cama. Esto dificulta la aplicación de medidas preventivas como el lavado de manos. El acceso a la atención médica también es un reto. Estamos empezando a ver algunos casos sospechosos de mpox entre la población refugiada de estos países.

Una mujer mayor sentada junto a un grifo comunitario con una muleta en una mano y una cubeta en la otra

Adolphe Mbabangaka, de 68 años, recoge agua de un grifo comunitario en el asentamiento de desplazados internos de Rusayo, en Kivu Norte.

Mis colegas de la RDC han hablado con personas desplazadas que sospechan que tienen mpox. Como en los alojamientos no hay espacio suficiente para aislarse de forma segura, tienen que dormir a la intemperie. Quieren proteger a su familia y amistades, pero es un verdadero reto sin los recursos adecuados. Además, las limitadas raciones de alimentos debilitan la capacidad de las personas para luchar contra las enfermedades. En estas circunstancias, la mpox supone un riesgo importante.

¿Qué está haciendo ACNUR para ayudar a prevenir la propagación mpox entre la población refugiada y desplazada?

A todos nos interesa que el brote de mpox se contenga lo antes posible. ACNUR se ha comprometido en ayudar a los países y comunidades a proteger a las personas desplazadas, lo que incluye garantizar que tengan acceso a la prevención y al tratamiento. Tenemos que trabajar juntos para garantizar que las personas refugiadas y desplazadas dispongan de artículos básicos de higiene, instalaciones sanitarias y alimentos suficientes, así como de información precisa y accesible sobre mpox en su propio idioma. También se necesitan más alojamientos que permitan un aislamiento adecuado.

Estamos proporcionando la mayor cantidad posible de jabón, agua limpia e instalaciones para lavarse las manos. También estamos equipando las instalaciones de salud para garantizar una atención clínica segura y eficaz a los pacientes y al personal médico, y reforzando la vigilancia. Estamos formando y equipando a voluntarios de salud refugiados para hacer frente al estigma y sensibilizar a las comunidades desplazadas y de acogida sobre cómo se propaga la mpox y cómo prevenirlo. Pero quiero dejar claro que en muchos lugares nuestros equipos están trabajando con recursos desesperadamente escasos, donde los sistemas de salud son frágiles y las necesidades aumentan a medida que este brote continúa.

A nivel nacional, estamos abogando ante los gobiernos para que incluyan a las personas refugiadas en sus planes de preparación y trabajando estrechamente con la OMS y sus socios en apoyo de las respuestas nacionales a la mpox. A medida que se disponga de vacunas dirigidas a las personas con mayor riesgo de infección, seguiremos defendiendo y apoyando la inclusión de las personas refugiadas y desplazadas en los programas de vacunación.

Sin embargo, décadas de conflicto y financiación insuficiente en la RDC han afectado gravemente a las actividades de salud y han forzado a ACNUR y a sus socios a tomar decisiones difíciles. Necesitamos más fondos para ampliar los esfuerzos de respuesta críticos, pero también necesitamos paz en las zonas de conflicto para que la ayuda humanitaria pueda llegar a quienes la necesitan y las personas puedan acceder a las pruebas y al tratamiento sin arriesgar sus vidas.