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El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados insta al mundo a recordar a las personas desplazadas y afectadas por la guerra en Ucrania

Comunicados de prensa

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados insta al mundo a recordar a las personas desplazadas y afectadas por la guerra en Ucrania

Esta declaración corresponde a Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
24 Febrero 2025 Disponible también en:
Ucrania. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, visita el escenero de un ataque en una zona residencial en Járkov.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, visita uno de los edificios dañados durante un bombardeo en la ciudad de Járkov en octubre de 2024.

Cuando se cumplen tres años de la devastadora guerra en Ucrania, millones de ciudadanos ucranianos –un tercio de la población actual– necesitan ayuda humanitaria urgente. Su difícil situación debería estar en mente de todos, incluso cuando los acontecimientos políticos ocupan el foco de atención.

Unos 10,6 millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares para buscar seguridad tanto en Ucrania o a través de sus fronteras. La mayoría huyeron durante los primeros y aterradores momentos de la invasión rusa, pero los ataques aéreos masivos y constantes continúan matando, hiriendo y desplazando a personas todos los días. Solo en los últimos seis meses, más de 200.000 personas han sido evacuadas de áreas del frente en el este y norte del país.

Los incesantes ataques a la infraestructura civil crítica, incluidas las plantas de energía, han dejado a muchas personas sin calefacción ni electricidad. Más de 2,5 millones de hogares en todo el país, el 13 por ciento del parque de viviendas, han sido dañados o destruidos.

Para las y los ucranianos, el apego al hogar es fuerte. Sin embargo, aunque el 60 por ciento de las personas refugiadas espera regresar, la inseguridad, la escasez de viviendas y las limitadas oportunidades laborales impiden que la mayoría lo haga por ahora. Cuando las condiciones mejoren y los retornos voluntarios sean más factibles, los alojamientos de emergencia y la ayuda humanitaria jugarán un papel crucial en el proceso de reconstrucción.

Desde los primeros días de la guerra, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha estado apoyando la respuesta humanitaria y los esfuerzos de recuperación en Ucrania y en los países que generosamente acogen a casi 7 millones de personas refugiadas.

Nosotros y nuestros numerosos socios locales estamos proporcionando asistencia vital. Los paquetes de emergencia para la reparación de vivienda ayudan a las personas a protegerse de las inclemencias, mientras que la asistencia financiera les permite cubrir sus necesidades básicas. Los primeros auxilios psicosociales ofrecen asistencia inmediata en materia de salud mental, ayudando a las personas a sobrellevar el trauma de esta devastadora guerra.

Junto con el Gobierno, ACNUR ha ayudado a las personas a reconstruir sus hogares dañados por la guerra, restituir documentos perdidos y acceder a indemnizaciones. Estamos garantizando que las personas desplazadas reciban información precisa y actualizada sobre los servicios y el apoyo disponibles, ayudándoles a tomar decisiones informadas sobre su futuro.

Mientras alcanzamos este hito desolador y cruento, desde ACNUR permaneceremos trabajando sobre el terreno en Ucrania, contribuyendo a la recuperación del país y preparados para apoyar a las personas que deseen regresar una vez que el cielo esté libre de misiles y drones.

Sin embargo, la magnitud de la destrucción y el gran número de personas desplazadas hacen que la recuperación sea una tarea abrumadora que no sucederá de la noche a la mañana. La ayuda debe llegar a las personas cuyos hogares están dañados por la guerra y también a quienes los han perdido por completo. Después de tres años de hostilidades y bombardeos, muchas personas han perdido sus empleos, escuelas, comunidades y seres queridos. Necesitarán todo nuestro apoyo.

El asesinato de civiles, los ataques incesantes y la destrucción de hogares e infraestructura civil deben detenerse. El proceso de recuperación y reconstrucción debe continuar.