Emergencia por la sequía en el Cuerno de África

El Cuerno de África atraviesa la sequía más grave y de mayor duración de la que se tiene registro, una situación que pone en riesgo la vida de las personas – incluidas las refugiadas y desplazadas internas – y sus medios de vida.

La incesante sequía y los elevados precios de las mercancías han debilitado la capacidad de cultivar, criar ganado y adquirir alimentos. Además, se espera que persista la dramática inseguridad alimentaria en las áreas afectadas por la sequía, lo cual aumentará las necesidades humanitarias durante el 2023; de hecho, se prevé que, por sexto año consecutivo, no habrá lluvia entre marzo y mayo. Las cosechas han sido escasas, y las fuentes de agua se han secado.

Aunque la hambruna se ha controlado en Somalia (en parte, debido a que se amplió el alcance de la respuesta humanitaria), la población continúa luchando contra la escasez de agua y de alimentos, que derivó de la pérdida de cultivos, ganado e ingresos. Además, el costo de la mercancía local se ha mantenido en niveles históricos, fuera del alcance de la mayoría.

La peligrosa combinación entre conflictos y cambio climático en la región ha empeorado una situación humanitaria que ya era complicada.

Apenas un par de semanas luego del inicio del 2023, tras haber cruzado la frontera hacia la ciudad de Laascaanood (Somalia) para huir del conflicto, cerca de 100.000 personas refugiadas llegaron a zonas en Etiopía de difícil acceso que se vieron afectadas por la sequía. Las mujeres, las personas mayores y los niños (muchos de ellos no acompañados) son mayoría y llegan traumatizados, contando que sus seres queridos desaparecieron o murieron durante el conflicto. Estas personas refugiadas llegaron a un área de difícil acceso que ha sido duramente golpeada por la sequía. Por tanto, necesitan con urgencia alimento, agua, albergue, atención médica (incluida una revisión nutricional) y artículos de socorro.

En vista de que las condiciones siguen empeorando por la sequía y la inseguridad, en todo el Cuerno de África, cientos de miles de personas han sido forzadas a huir en busca de protección y asistencia, lo cual ha aumentado las necesidades humanitarias.

¿Qué está haciendo ACNUR para ayudar? 

ACNUR está distribuyendo suministros esenciales, que incluyen artículos para el hogar y albergues de emergencia, a las personas refugiadas y desplazadas en Etiopía, Kenya y Somalia. El suministro de agua aumentará con camiones cisterna; además, se cavarán nuevos pozos y se renovarán los sistemas de agua y saneamiento existentes.

Por otra parte, se ha priorizado la ayuda en efectivo para las personas en mayor situación de vulnerabilidad para que puedan adquirir lo que requieran, incluso para satisfacer sus necesidades alimenticias.

Las instalaciones sanitarias recibirán apoyo para que puedan brindar más asistencia nutricional a mujeres, niñas y niños mediante una alimentación alta en nutrientes y tratamientos médicos.

Además, ACNUR está colaborando con las autoridades locales para fortalecer el monitoreo de las fronteras y facilitar el registro y el acceso a documentación, para que las personas recién llegadas – incluidas aquellas con necesidades particulares – puedan recibir la asistencia que requieren. Asimismo, se intensificará la protección de la infancia, junto con otras intervenciones para prevenir la violencia de género.

ACNUR hace un llamamiento de $137 millones de dólares (USD) para responder a las necesidades más apremiantes de 3,3 millones de personas que requerirán asistencia debido a la sequía en Etiopía, Kenya y Somalia en 2023. De igual forma, solicita $41,7 millones de dólares (USD) para responder, específicamente, a las urgentes necesidades de las personas refugiadas que, por el reciente estallido de violencia en Laascaanood, Somalia, están huyendo y buscando protección en áreas de difícil acceso que han sido golpeadas por la sequía, al este de Etiopía.