Brasil: Albergue público en São Paulo abre sus puertas a los primeros refugiados

SÃO PAULO, Brasil, 31 de octubre de 2014 (ACNUR) – Con una pequeña maleta verde y algunas bolsas en la mano, la joven angoleña María* abrió la puerta de la habitación en la que se hospedará durante los próximos 45 días. Emocionada, eligió una de las camas – aún con plástico en el colchón – entre las dos literas de la habitación y organizó sus pertenencias en uno de los armarios.

"Estoy muy feliz. Espero que mis compañeros de habitación sean agradables conmigo", dijo María, mostrando una sonrisa que revelaba toda su felicidad por encontrar un hogar seguro – aunque temporal. Algo fundamental para la seguridad de quien dejó su país debido a persecuciones políticas y que enfrentó dificultades luego de desembarcar en Brasil, hace pocos meses.

María, que ya solicitó refugio al Gobierno de Brasil, tiene un embarazo de seis meses y es la primer residente de la Casa de Paso Terra Nova, inaugurada a principios de octubre por el Gobierno de São Paulo, bajo la dirección de la Secretaria de Desarrollo Social del Estado.

El refugio atenderá exclusivamente víctimas de trata de personas y extranjeros solicitantes de asilo que hayan salido de su país por causa de crisis políticas, étnicas, religiosas y otras situaciones derivadas de la violación de los derechos humanos – como es el caso de María y otros refugiados que viven en la metrópolis más grande del país. Es la primera posada de este tipo financiada con fondos públicos, transferidos al Gobierno del estado por el Ministerio de Desarrollo Social. Familias con hijos menores de 18 años serán atendidas con prioridad.

"Terra Nova" ya tiene otros residentes, entre ellos el matrimonio integrado por el maliense Amadou Gabaza, 37, y por la colombiana Zaida Hernandez, 30, que también está embarazada de seis meses. La pareja vivía en Quito (Ecuador) desde 2012, como solicitantes de asilo. Pero debido a dificultades de integración y documentación, decidieron buscar asilo en Brasil.

"El racismo que había allá nos hacía sufrir mucho. Imaginamos que aquí en Brasil eso sería diferente y por eso decidimos probar la vida aquí", dijo Amadou. Con esta esperanza, llegaron a São Paulo, y en menos de 24 horas, fueron recibidos en "Terra Nova" – después de no haber conseguido plaza en otro albergue de la ciudad.

Con capacidad para albergar hasta 50 personas, "Terra Nova" tiene 11 habitaciones con baños internos, sala de estar, comedor, lavandería y salas de asistencia social, psicológica y jurídica. El tiempo de permanencia es de 45 días, durante los cuales serán ofrecidas actividades ocupacionales, orientación profesional, oficina de idiomas y ayuda para la inclusión en el mercado laboral. El equipo profesional que actuará en el sitio se compone de profesionales bilingües, con sensibilidad y capacitación para actuar ante las diferencias culturales. Dos miembros del equipo son refugiados originarios de Benín.

La apertura de la Casa de Paso Terra Nova es el resultado de las solicitudes presentadas por la Cáritas Arquidiocesana de São Paulo (CASP), por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y otras entidades asociadas en el ámbito del Comité Estatal de Migración y Refugiados – presidido por la Secretaría Estadal de Justicia y Defensa de la Ciudadanía. "Tales solicitudes se basan en la opinión de los mismos refugiados y solicitantes de asilo, que señalan la falta de alojamiento como una de sus principales necesidades", afirma el representante del ACNUR en Brasil, Andrés Ramírez.

Hasta entonces, las opciones para el primer albergue de refugiados, en São Paulo, se limitaban a los hogares mantenidos por organizaciones de la sociedad civil, como la Casa del Migrante y la Casa de las Mujeres (mantenidas por congregaciones católicas). Pero la creciente llegada de solicitantes de asilo en São Paulo volvió insuficientes las plazas disponibles, incluso con la ayuda de comunidades religiosas y grupos de voluntarios formados por brasileños o extranjeros. Según los datos del CASP, 2.759 nuevas solicitudes de asilo fueron registradas hasta septiembre de 2014 (en comparación con 1.320 en todo el año de 2013).

De acuerdo con el reglamento del albergue, los refugiados y otros extranjeros alojados en "Terra Nova" podrán quedarse allí durante 45 días. "Como somos una casa de paso, la idea es justamente acelerar el proceso de separación del albergue y promover la integración cualificada a la sociedad", afirma José Roberto Mariano, coordinador de la casa.

Los nuevos residentes serán acompañados por la CASP y otras organizaciones acreditadas por el Gobierno de São Paulo, como la Misión Paz, los Centros de Referencia Especializados en Asistencia Social (CREAS) y la Secretaría del Estado de la Justicia y Defensa de la Ciudadanía (especialmente por la demanda de victimas de tráfico internacional de personas).

Tanto María como la pareja formada por Amadou y Zaida concuerdan con el perfil de inmigrante con mayor vulnerabilidad que el albergue busca atender: familias, mujeres embarazadas o con niños menores de edad, mujeres solteras víctimas de la explotación sexual y los hombres homosexuales.

Según Maria do Céu, asistente social de la CASP, hay una demanda evidente de espacios como este. Las entidades de la sociedad civil que mantienen programas de albergue de extranjeros vulnerables tienen una capacidad limitada y, hace mucho tiempo, insuficiente para satisfacer la creciente demanda de nuevas llegadas.

Por otra parte, la mayoría de los albergues públicos acoge a residentes con perfiles diferentes, cuya realidad es muy distinta de la situación de los extranjeros en situación de asilo. Las diferencias culturales y de idioma hacen que sean aún más difíciles los primeros momentos de estas personas en Brasil, después de haber pasado por episodios muy dramáticos de persecución o de abuso de sus derechos. "No es que el refugiado deba ser tratado de modo especial. Son personas con necesidades diferentes, que requieren diferentes cuidados", dice Maria do Céu.

Ya con ocho residentes, la Casa de Paso "Terra Nova" abrirá nuevas vacantes gradualmente – se espera que esté con su plena capacidad en noviembre. Para José Roberto Mariano, coordinador del refugio, este cuidado es importante para que los primeros atendidos ayuden en la acogida de los demás migrantes que sean recibidos en el lugar.

La Secretaría de Desarrollo Social ha invertido R$ 1,6 millones (USD 618.000) en la ejecución de la Casa de Paso Terra Nova, siendo R$ 707 mil (USD 273 mil) para el 2014 y R$ 903,5 mil (USD 348,3 mil) para 2015. También fueron liberados R$ 154,6 mil (USD 59,6 mil) para la adquisición de equipos, como camas, armarios y lavadoras.

"La apertura de Terra Nova nos da mucha alegría, ya que es la primera Casa de Paso para migrantes del estado de São Paulo. Esperamos que no sea la única", dijo el Secretario de Estado para el Desarrollo Social, Rogerio Hamam. Según él, la expansión podría tener lugar en Santos, Campinas y Guarulhos, luego de analizar la experiencia con "Terra Nova". Para la secretaria de Estado de la Justicia y Defensa de la Ciudadanía, Eloisa Arruda, la importancia del albergue es reforzada por el continuo aumento del flujo migratorio que Brasil enfrenta hoy. "São Paulo ha sido un destino de los refugiados que llegan a Brasil, y el Gobierno del estado ha invertido en políticas como esta", dijo la secretaria.

Andrés Ramírez, del ACNUR, la apertura de la Casa de Paso Terra Nova refleja el compromiso del Gobierno con la causa del refugio.

Por Larissa Leche, São Paulo, Brasil.

Gracias a la Voluntaria en Línea Maria da Luz Gomes de Araújo por el apoyo ofrecido con la traducción del portugués de este texto.