Escuelas con Red Instantánea abren un nuevo mundo a los refugiados somalíes
Escuelas con Red Instantánea abren un nuevo mundo a los refugiados somalíes
DADAAB, Kenia, 4 de febrero de 2015 (ACNUR) – Treinta pares de ojos fascinados miran la gran pantalla blanca mientras los dedos se deslizan sobre las nuevas tabletas. Una clase de estudiantes de la escuela secundaria de Nasib, en el campamento de refugiados de Dadaab, en el noreste de Kenia, disfruta de una lección de historia sobre los portugueses en África.
La mayoría han pasado toda su vida en los áridos campamentos de Dadaab. Ni siquiera han visitado la ciudad keniana más cerca, Garissa, que se encuentra a dos horas de carretera. Pero hoy, los niños están viajando online a través de África y del pasado.
Nasib es una de las 13 escuelas o centros de formación profesional en Dadaab que han tenido acceso a Internet bajo el programa de educación lanzado a finales del pasado año por ACNUR y la Fundación Vodafone, la fundación del grupo de telecomunicaciones británico Vodafone.
Los estudiantes de estos 13 centros TIC -conocidos como "Escuelas con Red Instantánea" y provistos de energía solar- usan tabletas conectadas a Internet para seguir directrices, estudiar y realizar investigaciones, mientras sus profesores usan pizarras interactivas como una ayuda de enseñanza fundamental durante las clases.
Safaricom, la filial keniana de Vodafone, está suministrando la conexión a Internet, mientras la empresa de equipos de telecomunicaciones Huawei ha donado 235 tabletas a las seis escuelas primarias, tres secundarias y cuatro centros de formación profesional que forman parte del programa.
"Las clases antes eran teóricas, ahora es mucho más práctico. Podemos ver fotos y documentales y así aprender mucho mejor", dice Abdi, un estudiante en la escuela secundaria de Nasib que huyó de Somalia en 1992.
Alrededor de 180 mil niños en los cinco campamentos de refugiados de Dadaab están en edad escolar (entre los 3 y los 17 años), constituyendo la mitad de la población en los campamentos, aunque solo un cincuenta por ciento de ellos está inscrito en la escuela. En este contexto, el ACNUR se esfuerza constantemente para mejorar la calidad de la educación en los campamentos y para convencer a más niños a inscribirse.
El programa de Escuelas con Red Instantánea es parte de esos esfuerzos. Los profesores de Dadaab han sido formados en una gama de programas educativos basados en el uso de las tabletas, permitiéndoles ofrecer una mejor educación a sus alumnos.
"El acceso a una educación de calidad es una de las cosas que las personas pierden cuando huyen de sus casas", apunta Leonard Zulu, coordinador principal de protección del ACNUR en Dadaab. "Usar Internet es un sueño en un asentamiento de refugiados aislado como Dadaab. Estamos agradecidos por este proyecto de educación electrónica, puesto que ha abierto una ventana al mundo para los alumnos refugiados", añade.
Como incentivo, los estudiantes pueden también usar las estructuras de TI por ellos mismos después de clases. Esto les da tiempo para navegar en Internet y explorar el mundo estando en línea. "Mi padre vive en los Estados Unidos. Cuando usamos Internet fuera de clases, me pongo en contacto con él", le cuenta al ACNUR un sonriente Mohamed, de 18 años.
El proyecto está firmemente enfocado en el futuro, en desarrollar habilidades que ayudarán a los estudiantes a encontrar empleo. Nimo, que nació en Dadaab hace 18 años, se inscribió en un curso de informática y formación secretarial en una de las escuelas con red instantánea.
"Cuando empecé el curso fue difícil, porque además nunca antes había usado un ordenador. Luego aprendí a usar Power Point y Microsoft Access". Ahora, está descubriendo un mundo nuevo de oportunidades a través de Internet. "Hoy, aprendimos cómo abrir una cuenta de correo electrónico y cómo adjuntar documentos en él", dice Nimo. "No sé cómo buscar cosas en Internet, pero aprenderé pronto. Aprenderé paso a paso". Esto la situará en una buena posición en el futuro.
Por Silja Ostermann en Dadaab, Kenia
Gracias a la Voluntaria en Línea Carmen Sánchez Oliver por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.