República Democrática del Congo: ruandeses piden ser repatriados
República Democrática del Congo: ruandeses piden ser repatriados
Un creciente número de civiles ruandeses está llegando desde zonas lejanas del este de la República Democrática del Congo (RDC) para poder ser repatriados. Estamos incrementando el número de camiones y abriendo un nuevo centro de tránsito en Bukavu, la capital de la provincia de Kivu Sur, con capacidad para 500 personas.
Nuestro equipo en Bukavu tiene previsto repatriar hoy por la mañana a más de 200 civiles a Nyagatare, un campo de recepción en Cyangugu, en Ruanda. Se espera que hoy lleguen otros 280 civiles a Bukavu desde Hombo, situada a unos 400 kilómetros al norte. Estamos trasladando entre 200 y 250 civiles ruandeses al día desde Hombo. Las condiciones en que se encuentran las carreteras hacen que nuestros camiones tarden más de 10 horas en llegar a Bukavu.
Los civiles ruandeses, la mayoría mujeres y niños, dicen que vuelven a casa por voluntad propia. Algunos cuentan que sus líderes les dijeron que es hora de volver a casa. En general tienen buena salud, aunque se encuentran visiblemente cansados después de largas caminatas y viajes en camión desde los puntos de encuentro del ACNUR hasta Bukavu.
Lo más probable es que estén huyendo de la ofensiva militar conjunta ruandesa y congoleña en contra de la milicia del FDLR (Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda), que ha seguido aumentando en los últimos días. Hasta el momento, durante este año nuestros equipos en las provincias de Kivu Sur y Norte han ayudado a 1.417 civiles ruandeses a volver a casa. Esperamos que el regreso de miles de civiles ruandeses más, algunos de los cuales huyeron al la República Democrática del Congo tras el genocidio ruandés en 1994.
Muchos de aquellos que fueron ayudados a repatriarse desde Bukavu están llegando desde Walikale, un territorio en la provincia vecina de Kivu Norte con una presencia significativa de rebeldes del FLDR. Algunos dicen que anduvieron durante dos días desde sus pueblos para llegar a uno de los seis puntos de encuentro establecidos por el ACNUR en Kivu Sur. Cientos de civiles ruandeses están esperando el transporte del ACNUR.
Ex-combatientes del FDLR deseosos de ser repatriados se están entregando por sus propios medios a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU (MONUC), que son responsables del desarme, desmovilización, repatriación, reinserción y reintegración.
Mientras tanto, en Uganda hemos iniciado el traslado del primer grupo de 594 refugiados congoleños desde el centro de tránsito de Matanda, cercano a la ciudad de Ishasha en la frontera entre Uganda y RDC, hasta el campo de Kyangwali, 420 kilómetros al noreste. Después de que el campo de refugiados de Nakivale llegara a su máxima capacidad de 42.200 refugiados, el Gobierno ugandés designó a Kyangwali como la nueva zona de asentamiento para los refugiados congoleños recién llegados.
Se tarda más de 10 horas en llegar al asentamiento. Kyangwali es un viejo asentamiento con capacidad para 23.000 personas. Actualmente hay unos 13.500 refugiados (7.600 congoleños y 5.700 sudaneses). El ACNUR espera trasladar en las próximas ocho semanas a la mayor parte de los 8.000 refugiados que hay actualmente en Matanda. Hemos previsto dos convoys de traslado a la semana, que lleven a 600 refugiados cada uno a Kyangwali.
De media, cada semana llegan 1.200 congoleños a Uganda; el ACNUR registró a 4.800 en el mes de enero. La mayoría son mujeres y niños que huyeron de las regiones de Buganza, Nyamirima e Ishasha, en la provincia de Kivu Norte y en la vecina RDC. Desde el pasado mes de agosto, unos 41.000 han cruzado a Uganda, donde organizamos el transporte al centro de tránsito más cercano. La operación del ACNUR en Uganda asiste a más de 155.000 refugiados.