Epidemia de cólera se cobra 31 víctimas en Tanzania, 29 de ellas refugiados burundeses
Epidemia de cólera se cobra 31 víctimas en Tanzania, 29 de ellas refugiados burundeses
GINEBRA, 22 de mayo (ACNUR) – La agencia de la ONU para los refugiados informó el viernes que una epidemia de cólera registrada en la zona alrededor del Lago Kagunga, en Tanzania ha causado esta semana la muerte de dos personas originarias de esa zona y de 29 refugiados burundeses, agravando así la ya difícil situación creada por el desplazamiento forzado de la población desde Burundi.
El portavoz de ACNUR Adrian Edwards, en declaraciones a los periodistas en Ginebra, dijo que la epidemia "es una complicación añadida, nueva, preocupante y creciente" en un momento en que miles de burundeses han huido de su país hacia los de su entorno para escapar de la violencia relacionada con las próximas elecciones presidenciales.
"Las muertes se han producido en la ciudad portuaria de Kigoma, a orillas del lago Tanganica, en las cercanas aldeas de Kagunga y Nyarugusu, y entre personas que hacían el trayecto desde Kagunga a Kigoma en ferry", dijo Edwards. "Hasta la fecha, se ha informado de unos 3.000 casos, y esta cifra está creciendo a un ritmo de 300 a 400 casos por día, sobretodo en Kagunga y zonas vecinas. Se estima que en los próximos días se mantenga este ritmo, hasta que se pueda tener la situación bajo control", añadió.
El portavoz manifestó que las medidas preventivas sobre el agua y el saneamiento son esenciales, y los primeros dos días de tratamiento son especialmente importantes para rehidratar a los afectados.
El cólera se transmite por el consumo de agua contaminada. Se cree que las condiciones de superpoblación y la insalubridad en Kagunga, una aldea a orillas del lago con un saneamiento limitado, y el consumo de agua del lago son las causas de este brote. El cólera es endémico en algunas zonas de esta parte del país.
ACNUR está trabajando con el Ministerio de Salud y capitaneando un equipo de respuesta contra el brote con socios de la ONU y ONG facilitando cuidados sanitarios de urgencia y medidas de tratamiento del agua y de saneamiento. Entre ellas se incluyen suministros adicionales de agua no contaminada, y el transporte por vía aérea de medicinas, suministros médicos, indumentaria protectora, equipamientos para el suministro de agua y otros materiales y abastecimientos para los refugiados y para las instalaciones médicas del gobierno.
Los refugiados afectados por la enfermedad están siendo tratados en centros de tratamiento que se acaban de establecer y que son dirigidos por el Comité Internacional de Rescate en Kagunga y Kigoma y por la Cruz Roja tanzana en el campo de refugiados de Nyaragusu. Un equipo de Médicos Sin Fronteras está trabajando para ampliar la capacidad de los centros. "Junto con el gobierno y nuestros socios de la ONU y ONGs estamos facilitando soluciones de rehidratación oral, jabón y pastillas de purificación de agua, y estamos incrementando las instalaciones para poder lavarse las manos", explicó Edwards.
En el centro de tratamiento del cólera en el estadio de Kigoma, cientos de personas han sido tratadas por diarrea, entre ellos Claude, un niño de tres años, al que llevó allí su padre Oldasi Ndiyokilu, tras una caminata de cinco horas desde Burundi.
"Vomitaba y tenía diarrea [aguda]. El médico dijo que . . . necesitaba fluidos de rehidratación. El estado del niño ha mejorado", dice el padre. "Cuando ingresó, no veía nada. Ahora puede pedir lo que necesita, utilizando el lenguaje corporal".
ACNUR también está apoyando el traslado de más de 15.000 personas desde Kagunga hasta el campo de refugiados de Nyagurusu, en Kasulu, primero en barco y después en autobús. En Kagunga, los refugiados tienen ahora acceso a ocho litros de agua pura por persona y día y se han instalado 94 letrinas.
"Nuestra prioridad es trasladar a todos los refugiados fuera de Kagunga porque la situación allí es nefasta", dice Kahindo Maina, un oficial superior de salud pública de ACNUR. "Hemos construido letrinas y llevado suministros para facilitar agua limpia pero las características del terreno y la superpoblación no permiten una buena situación sanitaria". Añadió que ACNUR está priorizando el traslado de refugiados enfermos a Kigoma y después al campo de refugiados de Nyaragusu, "donde tenemos mejores instalaciones en términos de salud, agua, saneamiento y alojamiento".
Se está enfatizando el fomento de la higiene mediante el uso de mensajes de salud pública. Estas acciones se están llevando a cabo con la ayuda de líderes de la comunidad y voluntarios, y en puntos de distribución de agua. Las mismas medidas se están poniendo en marcha por parte de las comunidades locales. Además, ACNUR está desinfectando barcos, autobuses y otros vehículos que transportan refugiados. En los barcos se están habilitando instalaciones para lavarse las manos.
Desde principios de mayo, más de 64.000 refugiados burundeses han huido a Tanzania. La mayoría han llegado a la península de Kagunga, que está flanqueada por una cordillera montañosa en el lado tanzano. En total, actualmente hay unos 100.000 refugiados burundeses en Tanzania, Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo.
Temiendo que el número de refugiados se pueda duplicar en los próximos seis meses, ACNUR y 17 socios dan a conocer hoy un Plan Regional de Respuesta para los Refugiados que busca disponer de 207 millones de dólares estadounidenses para proteger y asistir a hasta 200.000 refugiados burundeses en estos países.
Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.