ACNUR y el Pacto Mundial promueven un foro sobre integración laboral de personas refugiadas y migrantes en Manaos
ACNUR y el Pacto Mundial promueven un foro sobre integración laboral de personas refugiadas y migrantes en Manaos
“No quiero tener que depender de nadie. Lo que quiero es trabajar para poder mantener a mi familia y ver a mis hijos crecer con seguridad”. Ese es el deseo de Antonio (*), y sin duda el de otros millones de personas venezolanas que se están viendo forzados a abandonar su país. Con la búsqueda de un nuevo comienzo, también surge la necesidad de conseguir formas seguras y dignas de trabajo y generación de ingresos.
El pasado viernes 26 de julio se celebró el primer Foro Empresarial de Empleabilidad y Emprendimiento para Personas Refugiadas y Migrantes de Manaos, con el objetivo de alinear el desarrollo económico sostenible con el crecimiento de la población venezolana que vive en la capital amazonense. Según datos de la Policía Federal, Manaos es la tercera ciudad del país que más personas venezolanas alberga.
El público fue diverso y reunió a empresarios, personas en situación de asilo, representantes de las ONG, de la Operación Acogida y de los gobiernos del municipio y el estado. En total, 115 personas llenaron el auditorio de la Federación de Industrias del Estado de Amazonas (FIEAM) en torno a un único tema: integrar a personas refugiadas y migrantes en la economía local de modo seguro y sostenible.
El Foro, cuya primera edición se celebró en Curitiba, es una iniciativa de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y de la Red Brasileña del Pacto Mundial, que ha llegado a Manaos con la intención de aclarar dudas sobre la contratación de personas refugiadas, así como para establecer nuevas metas y flujos de trabajo en el contexto de emergencia, incorporando cada vez más al sector privado como un aliado en la integración local.
“La contratación de estas personas no implica riesgo alguno y el procedimiento es el mismo que para la población brasileña. No hay nada que temer”, resaltó durante el panel informativo Paulo Sergio de Almeida, oficial de medios de vida de ACNUR. “Para la contratación, lo importante es que la persona venga avalada por su talento, sus capacidades y sus habilidades, no por encontrarse en situación de asilo”.
“Manaos tiene gran capacidad de absorción social y económica, es un lugar estratégico para establecer buenas prácticas y políticas de integración laboral, ya que se trata del primer gran centro urbano en la ruta espontánea que sigue el flujo de personas venezolanas que cruza la frontera en Pacaraima, atraviesa Boa Vista y busca otros puntos del país en los que reconstruir sus vidas”, añadió Catalina Sampaio, jefa de la oficina de ACNUR en Manaos.
Durante su intervención, el Teniente Coronel Marriton dos Santos Dias de la Operación Acogida indicó los beneficios de la inclusión de personas diferentes en equipos multifuncionales. “Resulta fundamental considerar la diversidad cultural como objetivo de un equipo”, afirmó. “Por ejemplo, cuando se incluye a una persona de otro país, se está aportando una visión diferente y se está fomentando la innovación. Además, cualquier persona, al ser contratada, se convierte en contribuyente que paga impuestos e impulsa la economía local”.
Durante el lanzamiento regional de la Plataforma Empresas con Refugiados, presentada por Gabriela Almeida, asesora de derechos humanos del Pacto Mundial, se compartieron ejemplos de esta integración exitosa que ya están sucediendo en la ciudad. “En la actualidad cerca del 25% de los casos de la plataforma corresponden a Manaos”, destacó. Una de las historias de éxito de la Plataforma es el del restaurante Caxiri, que cuenta en la actualidad con cuatro trabajadores venezolanos que representan un 20% de los empleados.
“Cuando empecé a buscar nuevos talentos necesitaba un camarero bilingüe y un cocinero”, explica Debora Shornik, dueña del restaurante. “Pasé meses buscando a personas cualificadas, pero no tuve éxito. Entonces di con el proyecto Oportunizar, apoyado por ACNUR, que ejerció una mediación laboral. Recibí varios currículos y llevé a cabo la selección y contratación sin ningún tipo de problema. Hoy, la camarera venezolana es la única que habla inglés en el restaurante, además de los tres excelentes cocineros”.
Según ella, el impacto positivo de la llegada de personas de otro país va más allá de sus talentos y de las ganas de trabajar que tienen. “Su presencia encendió una luz dentro de mi restaurante. Al conocer más detalles sobre sus vidas y las dificultades que atravesaron, falta de comida, medicinas y servicios, empecé a replanteármelo todo: ¿cuál es el verdadero valor de todo lo que tenemos? ¿Cómo podemos minimizar el desperdicio en la cocina? Nos enseñan a mí y al resto del equipo a valorar las cosas”.
Para Luis, uno de los cocineros contratados, su adaptación cultural al nuevo ambiente de trabajo se produjo rápidamente. “En el restaurante me siento igual que el resto. No siento xenofobia alguna, la convivencia es muy buena. No por haber llegado a Brasil va a morir nuestra gastronomía. Debora acogió muy bien nuestras sugerencias e incluyó un poco de Venezuela en el menú”, nos cuenta.
El foro presentó también las prácticas de varios socios de ACNUR que trabajan a diario en diversos frentes para reinsertar a personas refugiadas en el mercado laboral. Es el caso del Servicio Jesuita en Manaos, que actúa en el centro de la ciudad elaborando currículos, ofreciendo cursos de profesionalización y de portugués, y derivando jóvenes a cursos de aprendiz en el Centro de Integración Empresa-Escuela (CIEE).
“Cuantos más actores participen en esta red y con este objetivo, más excelentes serán los resultados. Queremos ampliar la oferta de talleres de capacitación y llegar a más jóvenes”, informó Cláudio José de Lima Pereira, supervisor del CIEE en Manaos. “En la actualidad, el 37% de los jóvenes insertados por el CIEE en el mercado laboral de Manaos son venezolanos y acceden a los sectores de industria, comercio y servicios. Las empresas tienen mucho interés en contratar a jóvenes con permiso de trabajo a través de una pasantía”.
Durante toda la mañana, personas venezolanas pudieron plantear sus dudas en relación con el acceso a servicios de apoyo a la integración laboral, así como sobre la convalidación de sus títulos. También participaron en el evento la Superintendencia Regional de Empleo, la Secretaría Municipal de Trabajo, Emprendimiento e Innovación (SEMTEPI), Cáritas Archidiocesana, el Proyecto Hermanitos, Electrolux y el Consulado de la Mujer.
(*) Nombre cambiados por razones de seguridad.
