Cirugía devuelve el oído y la esperanza a dos jóvenes hermanos sirios
Cirugía devuelve el oído y la esperanza a dos jóvenes hermanos sirios
Fue hace seis años, durante una visita al dentista en su ciudad natal, cerca de Aleppo, cuando Badriyeh Hayan se enteró de porqué su hijo Mohamed (que entonces tenía cuatro años) era "tímido y callado". El dentista notó que el niño no respondía a la voz de su madre, y le dijo: "Creo que su hijo es sordo."
Unas pruebas confirmaron que tanto Mohamed como su hermano pequeño Issam habían nacido sordos profundos. Pero disponiendo únicamente del salario de su esposo, Abdul Latif, como trabajador del campo y de la construcción, la familia no se podía permitir la costosa cirugía de implantes cocleares que podría permitir a sus hijos oír.
Con el empeoramiento del conflicto de Siria, la situación de la familia también lo hizo. Los duros bombardeos llegaron a su vecindario y destruyeron su hogar, obligando a la familia a huir al vecino Líbano. Se trasladaron a un precario asentamiento de tiendas de campaña en Jiyeh, a unos 20 kilómetros al sur de la capital libanesa, Beirut.
"Una persona del ACNUR se puso en contacto conmigo para decirme que ellos se encargarían de la cirugía . . . Simplemente, rompí a llorar."
Apurando los cupones mensuales de comida y lo que Abdul Latif puede ganar en trabajos manuales esporádicos, la familia lleva una existencia típicamente precaria en un país donde más de la mitad del aproximadamente millón de refugiados sirios registrados viven en una extrema pobreza.
Entonces, en junio pasado, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, organizó una visita de la famosa periodista libanesa Rima Maktabi al asentamiento donde viven. Un video que muestra su encuentro con Mohamed e Issam y cómo se comunica con ellos utilizando el lenguaje de signos se hizo viral, y dio como resultado que la Media Luna Roja kuwaití se ofreciera a asumir los más de 50.000 dólares estadounidenses que se necesitaban para cubrir la cirugía.
"Una persona del ACNUR se puso en contacto conmigo para decirme que ellos se encargarían de la cirugía de mis hijos", recuerda Badriyeh. "No podía creerlo. Estamos luchando por sobrevivir, ¿cómo podemos operarlos? Simplemente, rompí a llorar."
A pesar de los nervios de Badriyeh antes de la operación de cuatro horas para colocar los implantes en el Hospital del Sacre Coeur en Beirut, la cirugía – organizada por un socio de ACNUR, la Fundación Makhzoumi, en agosto de 2017 – fue un éxito. En dos meses, los dos chicos empezaron a oír sonidos por primera vez en su vida.
"Al principio, no podían asumirlo – no estaban acostumbrados y era abrumador", explica la madre. "Pero al poco tiempo, les encantaba. Ahora, siempre que los llamo, se giran, me miran y sonríen."
Otro resultado importante de la cirugía es que los niños podrán, por fin, ir a la escuela, a la que nunca han asistido. Acuden a clase durante la semana en una escuela especial en Saida, que se encuentra siguiendo la costa. La matrícula, los libros y el transporte también son sufragados por la Media Luna Roja kuwaití. Los sábados acuden a sesiones en el hospital para ayudarles a hablar con claridad.
"Al principio era abrumador . . . Ahora siempre que los llamo, se giran, me miran y sonríen."
"Las redes sociales cambian vidas", dice Mohammed Abu Asaker, Oficial Superior de Información Pública de ACNUR para la Región. "La experiencia de Mohamed e Issam es una evidencia del poder de las comunidades online y del individuo, para marcar la diferencia. Estoy emocionado al ver como oyen y hablan por primera vez."
Del total de 5,48 millones de refugiados del conflicto de Siria, las organizaciones de ayuda estiman que uno de cada cinco padece una discapacidad física, sensorial o intelectual. En situaciones de desplazamientos forzados, las personas con discapacidades se enfrentan, a menudo, a barreras para acceder a servicios como la educación.
De regreso en casa, Mohamed se centra atentamente en el sonido de la voz de su madre y repite los números que ella le dice. Badriyeh se permite una sonrisa de honda satisfacción, y admite que aun le cuesta creer lo que ha ocurrido.
"Llamé a todas las personas que conozco para explicarles que habían operado a mis hijos y que ahora podían oír", dice. "Había perdido la esperanza de que los operaran, y de que fueran a la escuela. Es como un sueño hecho realidad."
Por Rima Cherri and Mazen Hashem
Información adicional de Houssam Hariri