ACNUR advierte del aumento de la violencia contra mujeres y niñas en el este de la República Democrática del Congo
ACNUR advierte del aumento de la violencia contra mujeres y niñas en el este de la República Democrática del Congo
GINEBRA – Al este de la República Democrática del Congo (RDC) se están presentando situaciones preocupantes debido al recrudecer de los enfrentamientos entre grupos armados no estatales y fuerzas gubernamentales, que se han extendido a las provincias de Kivu Norte, Kivu Sur e Ituri.
Como consecuencia, 2,8 millones de personas se han visto forzadas a desplazarse en esas provincias desde marzo de 2022. Entre una letanía de violaciones del derecho humanitario y de los derechos humanos, la población civil está siendo asesinada y torturada, al tiempo que se informa de detenciones arbitrarias, saqueos de centros de salud y hogares de particulares, y destrucción de escuelas.
También nos alarma particularmente el aumento de las denuncias de violencia sexual contra mujeres y niñas desplazadas por la fuerza, incluidas violaciones y explotación sexual.
Los últimos datos revelan que, de las más de 10.000 personas que accedieron a los servicios de violencia de género (VG) en Kivu Norte en el primer trimestre del año, el 66 por ciento de los casos fueron violaciones.
Al parecer, muchas de estas atroces violaciones fueron perpetradas por hombres armados. Estos datos fueron compartidos desde la RDC por una red interinstitucional de coordinación de la protección (conocida como “área de responsabilidad” de VG) que opera como parte del Grupo Sectorial de Protección, bajo el liderazgo de ACNUR.
Sin embargo, creemos que esto refleja solo la punta del iceberg por varias razones. Es posible que muchas supervivientes no puedan acceder a los servicios de atención a la violencia de género que salvan vidas ni denunciar los abusos, por miedo a ser estigmatizadas por sus comunidades o a las represalias de los agresores. El acceso a la población desplazada también sigue siendo un reto importante, tanto en términos de seguridad como de logística.
A medida que disminuye el acceso a los recursos, aumentan los peligros y riesgos, y las mujeres y niñas se ven obligadas a correr mayores riesgos para satisfacer necesidades críticas. Se han recibido informes de mujeres y niñas agredidas sexualmente cuando recogían leña y agua.
La inseguridad alimentaria y la falta de oportunidades para ganarse la vida también han aumentado los riesgos de explotación, y abuso de mujeres y niñas adolescentes. Algunas mujeres se ven obligadas a recurrir a mecanismos de supervivencia perjudiciales, como el sexo transaccional en los asentamientos espontáneos de los alrededores de Goma, capital de Kivu Norte.
Pedimos al gobierno y a las autoridades locales que tomen medidas inmediatas para hacer frente a esta espantosa epidemia de violencia de género. Los responsables de estas atroces violaciones de los derechos humanos y del derecho humanitario también deben rendir cuentas.
ACNUR y los actores humanitarios están trabajando para ayudar a mitigar y responder a estos crecientes riesgos. Entre las intervenciones más amplias, que incluyen la prestación de asistencia humanitaria, atención psicosocial y apoyo en materia de alojamiento, estamos trabajando con organizaciones locales dirigidas por mujeres, que han estado a la vanguardia de la crisis y han llegado a más de 9.000 personas con intervenciones de prevención y respuesta a la violencia de género desde principios de año.
Nuestras intervenciones también incluyen el apoyo psicosocial a supervivientes, así como una programación transformadora centrada en el cambio de actitudes – incluidos hombres y niños – que condonan la violencia contra mujeres y niñas a nivel comunitario.
Junto con la OIM y UNICEF, hemos facilitado la identificación y el traslado de más de 20.000 personas desplazadas vulnerables, entre ellas mujeres y niñas, desde albergues espontáneos en localidades como Kanyaruchinya y Bulengo, en la ciudad de Goma y sus alrededores, a alojamientos más seguros en los asentamientos previstos de Buchagara y Rusayo II, donde les estamos brindando alojamiento y asistencia de emergencia.
Sin embargo, estamos preocupados por la disminución de los niveles de financiación para responder a esta emergencia, lo que reduce gravemente las intervenciones de prevención y respuesta a la violencia de género que salvan vidas. En la RDC hay 522.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo. Más de 6,3 millones de personas son desplazadas internas en todo el país debido a la asombrosa violencia, lo que la convierte en una de las mayores crisis de desplazamiento interno en todo el mundo. Hasta la fecha, ACNUR solo ha recibido el 33 por ciento de los 233 millones de dólares (USD) necesarios para atender sus necesidades urgentes.
Mientras persisten la inseguridad y el conflicto, las oportunidades para que las personas desplazadas regresen a sus hogares y se ganen la vida siguen siendo limitadas. Por ello, ACNUR reitera su llamamiento a la comunidad internacional – desde los gobiernos hasta los actores del desarrollo – para que ayuden a apoyar a las personas desplazadas en una de las crisis humanitarias más complejas pero desatendidas, mediante la financiación de programas humanitarios más amplios, y de prevención y respuesta a la violencia de género.
Contactos para la prensa:
- En Kinshasa, Joel Smith, [email protected], +243 82 52 57 774
- En Ginebra, Eujin Byun, [email protected], +41 79 747 8719