Incluir la atención a las enfermedades no transmisibles en la respuesta a emergencias humanitarias ayudará a salvar más vidas

GINEBRA Y COPENHAGUE – Las enfermedades no transmisibles (ENT), como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, son la causa del 75 por ciento de los fallecimientos en todo el mundo. Las personas afectadas por emergencias humanitarias corren un mayor riesgo de contraer ENT. Se estima que los accidentes cerebrovasculares y los infartos al miocardio son hasta tres veces más probables tras una catástrofe. Sin embargo, la atención y el tratamiento de las ENT no suelen incluirse como parte estándar de la preparación y respuesta ante emergencias humanitarias, que se centran en las necesidades más inmediatas.

Para apoyar la integración de los servicios esenciales para las ENT en la preparación ante emergencias y la respuesta humanitaria, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Reino de Dinamarca, el Reino Hachemita de Jordania, la República de Kenia y ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, convocan conjuntamente una reunión técnica mundial de alto nivel sobre las ENT en contextos humanitarios que se celebrará del 27 al 29 de febrero en Copenhague, Dinamarca.

Las emergencias humanitarias de los últimos años son cada vez más complejas y están más interconectadas. El hambre y la escasez de bienes esenciales exacerban los conflictos geopolíticos, mientras que la degradación ecológica y el cambio climático provocan catástrofes naturales más frecuentes y extremas.

El número de crisis que afectan a la salud de las personas ha ido en aumento. En 2023, la OMS respondió a 65 emergencias de salud calificadas en todo el mundo, frente a las 40 de la década anterior. Ese mismo año, ACNUR emitió 43 declaraciones de emergencia para aumentar la asistencia en 29 países, la cifra más alta en décadas. Las estimaciones de las Naciones Unidas muestran que 300 millones de personas necesitarán asistencia humanitaria y protección en 2024, y más de la mitad (165,7 millones) necesitarán asistencia médica de emergencia.

“Las personas que viven con ENT en crisis humanitarias tienen más probabilidades de ver empeorar su condición debido a traumas, estrés o la imposibilidad de acceder a medicamentos o servicios. Las necesidades son enormes, pero los recursos no”, declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS. “Debemos encontrar formas de integrar mejor la atención de las ENT en la respuesta de emergencia, para proteger más vidas de estas tragedias evitables y mejorar la seguridad de salud”.

Las personas refugiadas se enfrentan a menudo a un acceso limitado a la atención médica, que puede verse agravado por malas condiciones de vida, dificultades económicas y una precaria situación legal. Las ENT representaron una proporción significativa de todos los fallecimientos en los principales países de origen de la población refugiada bajo el mandato de ACNUR: el 75 por ciento en la República Árabe Siria, el 92 por ciento en Ucrania, el 50 por ciento en Afganistán y el 28 por ciento en Sudán del Sur.

“A medida que aumentan los desplazamientos forzados, debemos trabajar para garantizar el derecho a la salud de las personas refugiadas, de otras personas desplazadas por la fuerza y de las comunidades de acogida. Es indispensable que existan políticas y recursos para apoyar la inclusión de las personas refugiadas en los sistemas nacionales de salud, incluido el acceso a la atención de enfermedades no transmisibles”, señaló Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados. “Debemos ser innovadores y trabajar con gobiernos y socios para responder a estos retos”.  

Crear soluciones e impulso

Hay muchas soluciones que los países y los socios están aplicando medidas para salvar más vidas de las ENT entre las personas afectadas por crisis humanitarias. Desde 2017, se han distribuido más de 142.000 botiquines de la OMS para ENT que contienen diversos tratamientos esenciales para diabetes, hipertensión, asma y otros medicamentos. Cada kit proporciona un acceso asequible, seguro y fiable a medicamentos y suministros contra las ENT que salvan vidas para 10.000 personas durante más de tres meses. Se han distribuido a 28 países afectados por conflictos o catástrofes naturales y se han colocado en centros humanitarios como Gaza, Sudán del Sur y Ucrania.

Muchos países han incluido políticas y servicios para la prevención y el control de las ENT como parte de sus esfuerzos por reforzar los sistemas de salud para prepararse, responder y recuperarse mejor de las emergencias médicas. Estos esfuerzos están dirigidos a lograr sistemas de salud fuertes y resistentes con la atención primaria de salud (APS) y la Cobertura Universal de Salud (CSU, por sus siglas en inglés) como base.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Algunos servicios especializados, como diálisis o atención oncológica, requieren una planificación y adaptaciones específicas durante las emergencias, y se necesitan más conocimientos para integrar mejor las ENT en la preparación y respuesta ante emergencias. Las ENT siguen siendo un aspecto desatendido de las respuestas humanitarias, con importantes lagunas en la orientación técnica y operativa, falta de capacidad y de recursos. 

La consulta técnica mundial de alto nivel que se celebra hoy ofrece una plataforma fundamental para compartir las mejores prácticas de apoyo eficaz a los Estados Miembros en la prestación de servicios de prevención y control de las ENT en el marco de las respuestas humanitarias. Los resultados de esta reunión contribuirán al informe de situación de 2024 para el Secretario General de la ONU, y servirán de base para los planes de la Cuarta Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre ENT, prevista para 2025.

Contacto para la prensa:

• Equipo de comunicación de la OMS, [email protected]
• Comunicaciones de ACNUR, William Spindler, [email protected], +41 79 549 5998