Declaración del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, sobre Siria

Siria se encuentra en una encrucijada: entre la paz y la guerra, la estabilidad y el desorden, la reconstrucción o más destrucción.

Tras 14 años de conflicto, los últimos acontecimientos traen la esperanza de que el sufrimiento de la población siria pueda por fin terminar, y de que la mayor crisis de desplazamiento forzado del mundo pueda avanzar hacia soluciones justas.

Existe una oportunidad significativa para que Siria avance hacia la paz y para que su población comience a retornar a casa. Pero, mientras la situación no se aclare, millones de personas refugiadas están evaluando cuidadosamente hasta qué punto sea seguro hacerlo. Algunos están entusiasmadas, mientras que otros dudan.

La recomendación de ACNUR es seguir evaluando con atención la cuestión de los retornos. Se necesitará paciencia y tendremos que seguir observando la situación, con la esperanza de que los acontecimientos sobre el terreno evolucionen de manera positiva, permitiendo que finalmente se produzcan retornos voluntarios, seguros y sostenibles – y que las personas refugiadas puedan tomar decisiones informadas.

Estas decisiones dependerán, en gran medida, de la prioridad que den las partes en Siria a la salvaguarda del Estado de derecho. Una transición que respete los derechos, las vidas y las aspiraciones de toda la población siria – independientemente de su etnia, religión o convicciones políticas – es crucial para que las personas se sientan seguras.

A medida que se desarrolle la situación, seguiremos la evolución de los acontecimientos, colaboraremos con las comunidades de refugiados y apoyaremos a los Estados en la eventualidad de retornos voluntarios organizados.

No olvidemos tampoco que las necesidades en Siria siguen siendo inmensas. Con las infraestructuras destrozadas y más del 90 por ciento de la población dependiendo de la ayuda humanitaria, se requiere asistencia urgente a medida que se acerca el invierno, lo que incluye alojamiento, alimentos, agua y abrigo. ACNUR se compromete a suministrar esta ayuda y hace un llamamiento a todas las partes para que faciliten su entrega.

También hacemos un llamamiento a los donantes para que garanticen que ACNUR y sus socios dispongan de los recursos necesarios para responder con rapidez y eficacia, incluso en los países vecinos que aún acogen a millones de personas refugiadas. Estos países necesitan el apoyo de la comunidad internacional para mantener su excepcional solidaridad y generosidad. Y los recursos deben proporcionarse de la forma más flexible posible para permitir que la asistencia se proporcione donde más se necesite.

ACNUR está preparado para apoyar a la población siria dondequiera que se encuentre. Instamos a todas las partes a actuar ahora para garantizar que este momento se convierta en un punto de inflexión hacia la esperanza, la recuperación y una paz y estabilidad duraderas para la población siria.