Situación en Burundi
Situación en Burundi
El pueblo de Burundi está enfrentando una crisis humanitaria marcada por el deterioro económico, la extrema inseguridad alimentaria y una epidemia de malaria. Si bien la violencia ha disminuido, la situación continúa siendo frágil, con una situación política sin resolver y el continuo desplazamiento dentro y fuera del país.
¿Qué está haciendo el ACNUR para ayudar?
ACNUR y sus socios están trabajando en conjunto a diario para ayudar y proteger a los refugiados de Burundi en Tanzania, Ruanda, la República Democrática del Congo, Uganda y otros países cercanos. En conjunto, estamos ayudando a reunir a las familias, y entrenamos a los trabajadores comunitarios del campamento para que detecten signos de explotación y abuso sexual. Estamos ayudando para que las madres den a luz en instalaciones de salud apropiadas. Asimismo, involucramos ingenieros hidrólogos para perforar nuevos pozos para suministrar agua a los refugiados.
La situación de las personas refugiadas burundeses es actualmente la menos financiada de cualquier situación a nivel mundial. En 2018, el ACNUR y sus socios recibieron solo el 33 por ciento de los $ 391 millones de dólares requeridos para apoyar a las personas refugiadas burundeses. El Plan Regional de Respuesta de Refugiados de Burundi para 2019-2020 se publicó a finales de diciembre de 2018, y el llamamiento por $ 296 millones de dólares en 2019.
Los refugiados burundeses en Tanzania, Ruanda y la RDC llegan a campamentos repletos, donde solamente se disponen de albergues temporales. Los centros de salud están luchando por lidiar con el gran número de pacientes. La educación es muy básica y los niños no cuentan con materiales suficientes para el aprendizaje, y cientos de niños en Tanzania asisten a clases bajo los árboles.
Los refugiados de Burundi están siendo olvidados. El mundo necesita ayudar urgentemente a estos refugiados y a los países que les acogen.
“Las personas refugiadas que huyen para salvar sus vidas luchan para cubrir las necesidades básicas de sus hijos en campamentos abarrotados y con pocos recursos”, dijo Catherine Wiesner, Coordinadora Regional de Refugiados y Defensora del Marco de Respuesta Integral para los Refugiados para la situación de Burundi.
“Incluso cuando algunas personas refugiadas optan por regresar a sus hogares, la mayoría seguirá necesitando protección internacional durante algún tiempo. Añadió Wiesner. “La comunidad internacional necesita cumplir los compromisos mundiales para ayudar urgentemente a estas personas refugiadas y a los países que les acogen”, dijo Wiesner.
De acuerdo con el Marco de Respuesta Integral para los Refugiados, el ACNUR está trabajando con gobiernos y socios para apoyar a las comunidades de acogida y brindar a los refugiados de Burundi más oportunidades para su autosuficiencia. Mientras tanto, algunos refugiados ha elegido regresar a Burundi. Si bien el ACNUR no está promoviendo los retornos, desde septiembre de 2017 hemos estado ayudando a aquellos que voluntariamente eligen irse a casa a hacerlo de manera segura y comenzar a reconstruir sus vidas.
Para los cientos de miles de personas refugiadas de Burundi que aún requieren protección internacional, se necesita más apoyo y financiación a nivel mundial para brindar asistencia urgente que salve la vida hoy y soluciones a largo plazo para el futuro.