ACNUR incrementa la asistencia a los refugiados malienses en el Sahel
ACNUR incrementa la asistencia a los refugiados malienses en el Sahel
ACNUR está reforzando la asistencia a miles de malienses que han sido desplazados por los combates entre los rebeldes tuareg del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad y las fuerzas de Malí desde mediados de enero. En medio de una continua inestabilidad en el norte de Malí, decenas de miles de personas siguen huyendo hacia Burkina Faso, Mauritania y Níger, así como hacia otros puntos dentro de Malí.
Actualmente se están cargando camiones con 60 toneladas de ayuda humanitaria, incluyendo mantas, esteras, paquetes de utensilios de cocina y lonas de plástico procedentes de los almacenes de ACNUR en Accra, Ghana, con dirección a Níger. Otras 52 toneladas serán enviadas a Burkina Faso. Además, la semana pasada llegaron a Níger 35 toneladas de material de ayuda y otras 10 a Burkina Faso procedentes del almacén de ACNUR en Douala, Camerún. Las necesidades más urgentes siguen siendo de cobijo, agua potable, sanidad y utensilios domésticos básicos.
ACNUR finalizó ayer en Mauritania la reubicación de 39.390 refugiados desde la frontera hacia el campo de Mbera. Estas reubicaciones siguen su curso también en Burkina Faso y Níger, donde durante el fin de semana se ha organizado el traslado de más de 2.000 refugiados malienses desde Sinegodar, en la volátil frontera entre Níger y Malí, hacia un campo más al interior, en Abala. Allí la Agencia de la ONU para los Refugiados ha levantado unas 500 tiendas junto a sus socios y ha puesto en marcha los servicios principales, incluyendo el transporte de agua en camiones para las familias recién llegadas. Los refugiados que permanecen en otros lugares de la frontera como Miel, Kizamu Tigizefane y la ciudad de Abala, están siendo asesorados por el personal de ACNUR para ofrecerles ser trasladados a un lugar más seguro en el campo de Abala. Este espacio tiene capacidad para 10.000 personas.
Mientras tanto en Burkina Faso unos 740 refugiados que estaban en zonas de tránsito en las provincias de Oudalan y Soum, en la frontera de Malí, han sido trasladados a otros lugares alejados de la frontera. El transporte se está organizando conjuntamente entre ACNUR y su socio gubernalmental CONAREF (Comisión Nacional para los Refugiados). Los recién llegados de Malí, entre 60 y 100 al día según las autoridades, están atravesando los puntos de tránsito en la frontera y continuando su camino directamente hasta los espacios habilitados para los refugiados en lugares como Ferrerio, Gandafobou, Mentao o Damba. El acceso al agua sigue siendo una preocupación en esta zona del Sahel. Aunque la población local ha compartido el agua de sus pozos y otros recursos acuíferos con los refugiados hasta ahora, tanto ACNUR como otras agencias humanitarias, también han empezado a instalar tanques de agua y a transportarla en camiones cisterna hasta los campos de refugiados. Muchas personas han traído su ganado desde Malí, lo cual está poniendo al límite los recursos acuíferos.
Mientras, en Malí, miles de personas están desplazadas internamente, sobre todo en la provincia de Gao. Muchas se están quedando en asentamientos nómadas, ya que han huido de sus ciudades y aldeas por temor a la reanudación de los combates. Se ha informado de que cientos de personas han abandonado la ciudad de Tessalit después de que fuera tomada por los rebeldes hace dos semanas y han llegado a Gao. Los refugiados en los países vecinos y los desplazados dentro de Malí han manifestado a los equipos de ACNUR que su deseo es regresar a sus hogares en cuanto se restablezca la paz.