La crisis en Sudán del Sur genera más refugiados en países vecinos
La crisis en Sudán del Sur genera más refugiados en países vecinos
Cada vez son más los civiles sursudaneses que están abandonando sus casas y cruzando a Uganda, Etiopía y Kenia, así como zonas volátiles de Sudán, para escapar de la continua violencia.
78.000 personas ya han huido a países vecinos desde mediados de diciembre. Más de la mitad han llegado a la región de Nilo Oeste, en Uganda, que se extiende también hacia Sudán y la República Democrática del Congo. En total, 42.654 personas, en su mayoría mujeres y niños procedentes de Nimule, en Sudán del Sur, están viviendo ahora en Uganda, en los distritos de Arua, Adjumani y Kiryandongo. Según trabajadores de ACNUR en la zona, muchos hombres están llevando a sus familias a la frontera con Uganda y dejándoles allí antes de regresar a su país. ACNUR ha hablado con refugiados que han sido testigos de matanzas, disparos y que han visto cómo ardían sus casas.
La mayor concentración de personas está actualmente en el centro de tránsito de Dzaipi, en el distrito de Adjumani, cerca de la frontera con Nimule, donde hay 32.505 refugiados. El centro fue diseñado inicialmente para acoger a 400 personas, por lo que la mayoría de los refugiados que están llegando están durmiendo al aire libre y se quejan del frío por la noche. Además de refugio necesitan agua potable, alimentos y materiales básicos. ACNUR está trabajando con las autoridades ugandeses para levantar más campos mientras van llegando más personas al centro de Dzaipi.
Etiopía también está experimentando un aumento de llegadas. 18.616 sursudaneses han cruzado a la zona de Akobo desde la región de Jonglei y ACNUR está reforzando la presencia de su personal para monitorizar mejor las llegadas y responder a sus necesidades.
Kenia también ha recibido a 6.778 refugiados procedentes del estado de Jonglei. ACNUR está preocupado por la amplia presencia de menores entre ellos y está preparando una misión de evaluación conjuntamente con UNICEF para conocer mejor su situación y necesidades, incluyendo la reunificación familiar o la acogida de aquellos que están separados de sus familias o que han llegado solos.
En Sudán las estimaciones indican que 10.000 personas han cruzado al oeste y al sur de Kordofán, dos estados de por sí inseguros. La mayoría son nómadas y por ahora ACNUR no ha podido verificar las cifras exactas de llegadas por la falta de acceso a la zona. Sin embargo, el gobierno de Sudán afirma que, hasta ahora, sólo 1.371 de las nuevas llegadas son refugiados sursudaneses. ACNUR, el PMA y otros socios les están ofreciendo ayuda a través de contrapartes locales, así como a algunos de los nómadas que necesitan ayuda humanitaria urgente.
Mientras se sigue informando de combates en algunas zonas de Sudán del Sur, sobre todo en los estados de Jonglei y Alto Nilo, y las conversaciones de paz en Addis Abeba avanzan lentamente, desde ACNUR se anticipan más desplazamientos tanto dentro como fuera de las fronteras de Sudán del Sur. La cifra de desplazados internos es ya de 355.000 personas, frente a las 200.000 de la semana pasada. Este nuevo movimiento está motivado por los combates, por el temor a que se produzcan, así como por las deterioradas condiciones de vida que han llevado incluso a la escasez de alimentos en algunos mercados.
A pesar de los retos que enfrenta ACNUR para seguir dando asistencia a 230.000 refugiados en 10 campos de Sudán del Sur, la Agencia tiene previsto comenzar una distribución de alimentos mañana para unos 77.000 refugiados sudaneses en los campos de Yida y Ajoung Thok, en el estado de Unity, con el apoyo de la misión de mantenimiento de la paz de Sudán del Sur, que ha aceptado volver a destinar tropas allí para garantizar la seguridad en Yida.