Recrudecimiento de la violencia en la capital de la RCA tras el aumento de los ataques
Recrudecimiento de la violencia en la capital de la RCA tras el aumento de los ataques
La capital de la República Centroafricana, Bangui, ha experimentado un recrudecimiento de la violencia durante la semana pasada después de que los combatientes antibalaka intensificaran sus ataques contra la población musulmana y las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Unión Africana (MISCA) que la protegen.
También durante la semana pasada en Bangui, un grupo de jóvenes musulmanes atacó a cristianos durante un funeral, matando a 20 personas.
Estos nuevos episodios de violencia entre comunidades han hecho que aumente el desplazamiento dentro del país y a través de las fronteras. Desde que comenzaron los ataques en la capital a comienzos de la semana pasada, el número de personas desplazadas internas se ha elevado a 637.000, de las cuales 207.000 se encuentran en Bangui. Esto representa un aumento de casi 16.000 nuevos desplazados.
En el punto álgido de esta crisis, cerca de 1 millón de personas se encontraban desplazadas por la violencia dentro de la República Centroafricana (RCA), de las cuales 700.000 estaban en Bangui. Más de 2.000 centroafricanos han sido asesinados en este conflicto entre combatientes Séléka y antibalaka desde diciembre del año pasado.
Las fuerzas antibalaka controlan las principales rutas que conectan con la capital, así como muchas ciudades y aldeas en el suroeste de la RCA. Constituyen además una amenaza especial para los musulmanes del distrito PK12 de Bangui, así como en las localidades de Boda, Carnot y Berberati, al oeste de la capital, y en Bossangoa, situada más al norte del país.
ACNUR teme por las vidas de 19.000 musulmanes en esas zonas y está preparado para asistirles en su evacuación hacia zonas más seguras dentro o fuera del país.
Representantes de la población musulmana de Boda contaron al personal de ACNUR la semana pasada que se sentían atrapados y que la presencia y protección que les ofrecen las tropas francesas (Operación Sangaris) hasta ahora han evitado que sean asesinados. También dijeron que su libertad de movimiento está restringida y que están pidiendo ser trasladados a un lugar más seguro.
Muchos cristianos de Boda también temen a las milicias antibalaka que operan con total impunidad.
ACNUR y sus socios están planeando enviar más personal a la zona esta semana para establecer una presencia humanitaria y garantizar la distribución de asistencia a las personas en riesgo en Boda y Carnot. Mientras tanto, la Agencia está explorando la posibilidad de reubicarlas en Kabo y Moyen Sido, en el norte del país.
La ciudad de Bemal, también en el norte, ha sido identificada para reubicar a comunidades en riesgo. Una misión conjunta de ACNUR y OCHA se está dirigiendo hoy mismo hacia allí para hablar con los jóvenes de la zona, preocupados por su seguridad, por si se realizara el traslado.
Mientras tanto, la mayoría de refugiados centroafricanos, de confesión musulmana, siguen dirigiéndose a los países vecinos. En los últimos tres meses, más de 82.000 centroafricanos han encontrado refugio en Camerún, la República Democrática del Congo, la República del Congo y Chad.