ACNUR agradece a Grecia su respuesta ante la llegada constante de refugiados
ACNUR agradece a Grecia su respuesta ante la llegada constante de refugiados
LESBOS, Grecia, 11 de octubre de 2015 (ACNUR) – António Guterres, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en una misión realizada durante el fin de semana al principal punto de entrada en Europa para casi 450.000 refugiados y migrantes este año, ha sido testigo de la respuesta humanitaria desplegada por las autoridades locales y la sociedad civil griega, aun ante la ausencia de una respuesta rápida y a gran escala por parte de las autoridades europeas.
Guterres señala que los distintos gobiernos europeos tienen que ponerse a la altura del "tremendo esfuerzo" que la isla y sus habitantes han realizado, con el objetivo de poder gestionar la alta afluencia de llegadas. Todo esto, teniendo en cuenta las condiciones de la isla griega de Lesbos, punto principal de desembarque para decenas de cientos de personas que se desplazan en barcos de traficantes desde la vecina costa turca.
"Es increíble que en una pequeña isla sean capaces de gestionar la situación, mientras que en Europa, con cerca de medio billón de personas, les resulte tan difícil" – les dijo Guterres al alcalde de Lesbos, Spyros Galinos, y a otros funcionarios griegos. "Siempre afirmamos que la crisis se puede manejar a nivel europeo, pero para que sea controlada, debe gestionarse mucho mejor" – añadió.
Sin un enfoque y una estrategia efectiva europeos para gestionar esta afluencia, advirtió Guterres, las redes criminales continuarán floreciendo. Además, añadió: "cuando los Estados no son capaces de organizar de forma ordenada el desplazamiento de los refugiados, los traficantes aprovechan la situación, explotando aún más a la gente y causándoles un mayor sufrimiento".
El alcalde Galinos, describió la isla como primer punto de entrada, y comentó: "el mayor problema no está en los números, sino en la falta de respuesta política por parte de Europa". Sin embargo, destacó que el pueblo griego continuará haciendo lo que puede para gestionar esta crisis y combatir a los traficantes, "que no sólo explotan a la gente, sino que ponen sus vidas en continuo riesgo".
"Ante todo, somos seres humanos" – dijo el alcalde, y añadió: "debemos entender la situación de estas personas, porque quizás algún día nos encontremos en la misma posición".
ACNUR ha trasladado un equipo de emergencia a Grecia y tiene 120 trabajadores en el país para ayudar al Gobierno en su reiterado esfuerzo para abordar la crisis. La isla de Lesbos, que según el último censo de 2011 cuenta con una población de 85.000 personas, tiene ahora una población doble, ya que ha recibido a más de 220.000 personas en los últimos nueve meses. Las cifras que ACNUR maneja están en torno a las 160.000 llegadas sólo en septiembre, mientras que para el servicio de guardacostas griego son 110.000 personas.
La mayoría de los refugiados y migrantes que llegan a Lesbos proceden de Siria, Afganistán e Irak. El resto, sobre el 5%, son migrantes y refugiados de 21 países diferentes, como la India, Bangladesh, Togo, Nigeria, Colombia, Haití y República Dominicana.
El servicio de guardacostas griego en Lesbos recibe entre 5 a 10 llamadas de auxilio al día, y tras estas sale a rescatar a la gente que llega hacinada en embarcaciones.
El Capitán Adjunto del puerto, Antonio Sofiadellis, un digno representante del esfuerzo de la Guardia Costera griega, que ha salvado la vida de entre 240 a 400 refugiados y migrantes cada día, comentó que actualmente los barcos llegan más cargados, con alrededor de 60 personas, cuando antes el máximo era 50.
"Las motores son muy baratos y a los traficantes no les importa que no sepan ni operar los barcos. Esto es algo a lo que ningún país de Europa se ha enfrentado antes. Si no los rescatásemos, la mitad o más habrían muerto ahogados. Las embarcaciones zozobran, algunas vuelcan, cuando la parte inferior se rompe", señaló el Capitán.
Guterres también visitó el norte de Lesbos, donde llega la mayor parte de las embarcaciones. Las playas estaban repletas con cientos de chalecos salvavidas naranjas y restos de embarcaciones desinfladas, zapatos mojados y ropa. Unas 1.050 personas llegaron por la noche y los voluntarios las trasladaron a un punto de reunión cercano, donde se les proporcionó comida y un lugar para dormir en un albergue de ACNUR.
Algunos refugiados sirios con los que se encontró, le contaron que volaron directamente de Aleppo, Damasco o Homs. Otros sirios dijeron que no podían sobrevivir en los países vecinos de Siria por los recortes en la ayuda humanitaria y las restricciones para trabajar. La mayoría de las personas creen que ahora tienen la oportunidad de encontrar seguridad en países europeos donde los refugiados son bienvenidos.
Por Melissa Fleming, en Lesbos, Grecia.
Gracias a la Voluntaria en Línea Marina Serna Box por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.