Niños desplazados explican su sufrimiento en Kasai, RDC

KAMONIA, República Democrática del Congo – Felix*, de 12 años, está sentado en silencio, mirando fijamente a su alrededor. Él y otros cuatro niños fueron recibidos por padres de acogida después de que huyeran del conflicto en la región de Kasai, en la República Democrática del Congo (RDC).

"Perdí a mis padres cuando hombres armados atacaron nuestra aldea", dice. "Salimos corriendo en diferentes direcciones".

Felix cruzó la frontera de la RDC con Angola en una búsqueda frenética de sus padres. "Los busqué en todos los lugares a donde van los refugiados", dice. "Ahora, he vuelto aquí. No sé si aún están vivos".

Marie*, de 13 años, también ha perdido a sus padres. Huyó a una ciudad vecina con sus cuatro hermanas y hermanos después de ver cómo asesinaban a sus padres.

"Ahora soy la cabeza de familia", dice, mientras cuida de su hermano de dos años, el miembro más joven de la familia.

Marie vive con sus hermanos y hermanas en una casa que fue abandonada por su propietario, que huyó a Angola. No tienen a nadie que los cuide, excepto unos cuantos vecinos compasivos que reúnen comida para ellos.

Felix y Marie están entre los centenares de niños que se han visto separados de sus padres o han presenciado asesinatos terribles. A los niños como ellos se los ubica en acogimiento tutelado por parte de organizaciones locales, pero no existe un sistema de apoyo psicosocial.

El conflicto en Kasai empezó hace más de un año, cuando la tensión local escaló hasta alcanzar un conflicto generalizado que afecta a nueve de las 26 provincias de la RDC. ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, calcula que 1,4 millones de personas se han visto desplazadas como resultado de la violencia en la región, hasta entonces pacífica.

La semana pasada, una misión de personal de ACNUR a Kamoina, en la frontera de la RDC con Angola, mostró la extensión de la violencia y la destrucción en el área, en el centro del conflicto.

Aldeas enteras han sido calcinadas y el suministro de servicios humanitarios básicos se ha suspendido porque se ha bloqueado el acceso a áreas en las que hay personas que necesitan ayuda y protección. Se han destruido instalaciones médicas, escuelas y otros edificios públicos.

Niños como Felix y Marie están especialmente en peligro, como lo están los adultos mayores, las personas con discapacidad y los enfermos. ACNUR ha hecho un llamamiento a las autoridades para que permitan que las agencias de ayuda humanitaria tengan más acceso a las personas que la necesitan.

ACNUR está desplegando personal y abriendo más oficinas en Kasai para impulsar las operaciones humanitarias y ha pedido más seguridad en el área. Esto permitirá que, finalmente, los refugiados y las personas desplazadas internas vuelvan a sus hogares.

*Se han cambiado los nombres por razones de seguridad.

Por Andreas Kirchhof

Markku Aikomus ha contribuido a este artículo desde Angola.

Gracias a la Voluntaria en Línea Esperanza Escalona Reyes por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.