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Dennos una oportunidad de construir un futuro mejor, dice la juventud refugiada

Historias

Dennos una oportunidad de construir un futuro mejor, dice la juventud refugiada

Más de una docena de delegados de la juventud refugiada, provenientes de Irán, Irak y Sudán del Sur, participaron en una reunión de alto nivel en Ginebra.
12 Diciembre 2017 Disponible también en:
Foni Joyce Vuni, de 25 años y de Sudán del Sur, asiste, como delegada a la reunión de alto nivel en Ginebra.

GINEBRA – Para Foni Joyce Vuni, refugiada sursudanesa, los niños atrapados en medio del conflicto, terminarán siendo agentes de paz o agentes de conflicto. La diferencia recae en las oportunidades que reciban en el exilio.

"Si los niños no reciben educación cuando llegan, se ve una repetición de la guerra una y otra vez, porque ellos no entienden sus causas", dijo Foni, de 25 años, que trabaja como mentora de un programa para jóvenes refugiados en Kenia.

"Sin acceso a la educación, son fácilmente influenciables, y es probable que recomience el ciclo de guerra, porque no se valoran a sí mismos", dijo ella.

Foni se graduó con honores de una universidad de Kenia y es parte de más de una docena de jóvenes delegados de todo el mundo que han traído sus experiencias de conflicto y desplazamiento a una reunión de alto nivel en Ginebra, la cual busca obtener una nueva respuesta mundial para los niveles récord de desplazamiento.

Debido a la guerra en Sudán, en 1991 sus padres huyeron de la parte sur del país, un área que ahora es parte de Sudán del Sur.

Cerca de 500 representantes de gobiernos, autoridades locales, sociedad civil, empresas privadas, academia, organizaciones internacionales e instituciones financieras se encuentran reunidas para el Décimo Diálogo del Alto Comisionado sobre los Desafíos de Protección en Ginebra.

"Nosotros somos el futuro, y el futuro es ahora."

La clave de la agenda son las políticas para beneficiar a los niños y jóvenes que conforman más de la mitad de los casi 66 millones de personas desarraigadas de sus hogares en todo el mundo por las guerras y la persecución.

También asistió Arash Bordbar, de 24 años, un refugiado que dejó Irán a los 16 años y estudió para obtener un certificado de escuela secundaria en línea mientras estaba en Malasia, antes de mudarse a Australia hace dos años donde estudia ingeniería civil. También enfatiza la importancia de brindarles a los niños y jóvenes desplazados la oportunidad de descubrir su potencial.

"Nosotros somos el futuro, y el futuro es ahora", dijo Arash. "La juventud refugiada tiene muchos talentos y son personas muy ambiciosas. Así que si les puedes dar preparación para el futuro, será un mejor futuro para todos".

Él añadió: "Denles la oportunidad de estudiar, de aprender o de trabajar, eso sería beneficioso para para los países de acogida y reasentamiento".

Aya Mohammed Abdullah, que huyó de Irak a través de Siria, está ahora reasentada en Suiza con su familia. Ella comparte un sentido del potencial que tiene la juventud refugiada para encontrar soluciones para los conflictos que provocan que las personas huyan de sus hogares.

Aya, de 22 años, se dirigió a los asistentes de la reunión durante la apertura, y dijo previamente al ACNUR: "Nosotros, la juventud refugiada, somos agentes de cambio . . . podemos mejorar las cosas, y podemos comenzar a construir la paz . . . necesitamos empezar a hacerlo ya, no en un futuro distante", dijo, recalcando que la educación es clave para permitirles tener vidas útiles.

"Somos inteligentes, y tenemos el poder para lograr un cambio positivo en el mundo."

"Los niños, las niñas y los jóvenes deberían recibir educación para construir un futuro por sí mismos . . . eso es lo que necesitamos. Necesito ser educado para volver a mi país algún día y trabajar en su construcción, o incluso mi hijo podría hacerlo . . . Es la clave de todo".

La reunión de dos días en Ginebra les da a los jóvenes refugiados la oportunidad de dirigirse a políticos y asistir a paneles, donde compartieron sus puntos de vista y sus experiencias. En conversaciones en los eventos paralelos, todos concordaron con la importancia del acceso a la educación para la niñez y la juventud refugiada.

Algunos delegados recalcaron la importancia de darles a los refugiados la oportunidad de participar en las toma de decisiones que afectan sus vidas, entre ellos, Safia Ibrahimkhel, una refugiada afgana de 25 años, que nació y creció en Pakistán.

"No solo hablo como joven refugiada, sino también como mujer refugiada", dijo ella. "Las mujeres jóvenes refugiadas . . . deberían tener la oportunidad de formar parte de la toma de decisiones . . . tenemos la capacidad, tenemos el potencial . . . somos inteligentes, tenemos el poder de lograr un cambio positivo en el mundo".

Ella continuó diciendo: "Me gustaría solicitarles a todos, desde el nivel local hasta el internacional, que las mujeres participen, ya sea en educación, sociedad, economía o política. Deberían darnos una oportunidad y deberían creer en nosotras".

Por Tim Gaynor