Angelina Jolie, Enviada Especial del ACNUR: no puede haber paz sin derechos humanos y dignidad para el pueblo sirio
Angelina Jolie, Enviada Especial del ACNUR: no puede haber paz sin derechos humanos y dignidad para el pueblo sirio
Comentarios hechos en el campamento Za'atari en Jordania:
Es devastador regresar a Jordania y ser testigo de los niveles de dificultades y trauma que sufren los refugiados sirios cuando la guerra entra en su octavo año.
En ACNUR, estamos profundamente agradecidos con el pueblo de Jordania por la generosidad y la humanidad a favor de las víctimas del conflicto.
Jordania, Líbano, Turquía e Irak ahora acogen a cerca de cinco millones y medio de refugiados sirios.
Ellos realmente son un ejemplo para el mundo, en un momento en el que la solidaridad con las personas refugiadas escasea.
No debemos hacernos ilusiones de que esta es una crisis que ha estado fuera de control durante años.
ACNUR no cuenta con los fondos suficientes para abastecer las necesidades más básicas para la sobrevivencia de muchas familias:
El año anterior, la respuesta del ACNUR para Siria recibió únicamente el 50 por ciento de los fondos requeridos.
Y en lo que va del 2018, únicamente ha recibido el 7 por ciento.
No hay nada más devastador para el personal de ACNUR que no ser capaz de ayudar a las personas que lo necesitan y lo merecen.
Después de siete años de guerra, la mayoría de los refugiados sirios han agotado todos sus ahorros.
La mayoría de ellos ya viven por debajo de la línea de la pobreza, lo que significa menos de tres dólares por día.
Imaginen lo que significaría eso para su familia.
Aquí significa que las familias no cuentan con suficiente alimento; que los niños no pueden recibir tratamiento médico; que las niñas y jóvenes son vulnerables al matrimonio precoz; y que muchos sirios se enfrentan a su séptimo invierno sin un albergue adecuado.
Esta es la realidad de las personas desplazadas por el conflicto en Siria, y quiero agradecer a todos los periodistas que sin descanso cubren las historias y las llevan a la luz pública.
Sabemos que el principal problema no es que las personas no sepan lo que está pasando. Es la falta de un proceso político y diplomático creíble para poner fin a la violencia, con base en los derechos humanos y el derecho internacional.
Un acuerdo político viable es la única forma de crear las condiciones para que las personas sirias regresen a sus hogares, y poner fin al sufrimiento humano y a la carga que tienen los países de acogida.
La ayuda humanitaria no es una solución a largo plazo. Y para ser claros, nadie quiere dejar la ayuda humanitaria tanto como las familias sirias. Para un pueblo tan educado y capaz, es devastador ser tan dependiente.
Entonces, insto a los miembros del Consejo de Seguridad a venir a la región, visitar los campamentos y a los refugiados urbanos, y encontrar una forma de finalmente lograr que todo el peso de la ONU y la comunidad internacional se una para resolver este conflicto.
Nunca debemos olvidar que la guerra comenzó con las demandas de los sirios de mayores derechos humanos.
La paz en su país tiene que construirse sobre eso.
No se puede construir con la impunidad para atacar a civiles por todas partes, bombardear escuelas y hospitales, usando bombas de barril, torturas, armas químicas y violaciones como armas de guerra.
Debe basarse en la rendición de cuentas, por ejemplo, la justicia y el reconocimiento de los años de violencia a los que se enfrentan las mujeres en Siria.
Así que ese es mi mensaje a la comunidad internacional hoy: sí, por supuesto, hagan más para ayudar a satisfacer las necesidades de las desesperadas familias sirias y de los países que las acogen.
Pero, sobre todo, proporcionen el liderazgo y la fuerza necesarios para negociar un fin a esta guerra sin sentido, sin sacrificar la dignidad y los derechos humanos de las familias sirias. Eso no es negociable
Gracias a todos por permitirme hablar con ustedes hoy.