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Músicos refugiados logran el tono correcto con la orquesta alemana

Historias

Músicos refugiados logran el tono correcto con la orquesta alemana

Una orquesta en Frankfurt está reuniendo músicos refugiados junto con artistas locales y otros internacionales.
26 Junio 2018 Disponible también en:
Waseem Hariri, de Siria, practica con la orquesta Bridges.

Amir Vafa, cantante nacido en Afganistán, alza la voz sobre la orquesta, cantando en alemán casi perfecto: “Oh, dolor amargo”. “¡Mi hogar! ¡Jamás te voy a ver!¨.


La canción, Das Heimweh (añoranza del hogar), por Fanny Hensel, puede tener dos siglos de antigüedad, pero Amir canta la letra desde su corazón. Sólo tenía 16 años cuando huyó de la persecución en su hogar adoptivo de Irán.

“La canción es especial porque todos nosotros la sentimos”, explica Amir, ahora con 20 años, durante un descanso entre ensayos para un futuro concierto de Bridges, una orquesta basada en Frankfurt de músicos internacionales, muchos de los cuales son refugiados. “Todos sentimos añoranza por nuestro hogar.  No he visto a mi familia en mucho tiempo.”

“La música es una buena forma de integración”.

En 2014, Amir se unió con su hermano mayor en Frankfurt, donde se le concedió asilo, reinició la escuela secundaria y empezó a estudiar alemán.  Sin embargo, algo todavía le faltaba. 

Eso fue hasta que Amir, quien también toca la guitarra y cantaba en un coro clásico cuando era niño, escuchó que los organizadores de un nuevo proyecto estaban buscando músicos entre los recién llegados a Alemania. A principios de 2016, asistió a la primera reunión de Bridges, la cual reúne a músicos refugiados con artistas nacionales y otros internacionales.

“Fue una visión muy informal - la idea fue que la música conecta y que tenemos eso en común”, explica la gerente cultural de Bridges, Anke Karen Meyer.  El objetivo fue utilizar la música para fomentar un diálogo intercultural, que sería mutuamente beneficioso para los recién llegados y la gente local.

Alrededor de la mitad de los 70 músicos de Bridges llegó recientemente a Alemania – algunos de ellos en calidad de refugiados. Provienen de una amplia variedad de contextos musicales, desde el jazz y pop hasta la música clásica, hip-hop, blues y música del mundo. Ahora con tres años de antigüedad, la orquesta recientemente realizó su tercer concierto.

Un compositor de Bridges es Abbass Anoor, antiguo refugiado de la región de Darfur en el oeste de Sudán, y el experto residente en hip-hop africano.  El rapero llegó a Alemania en 2010, y desde entonces le  concedieron la ciudadanía alemana.  Dice que Bridges le inspiró a adoptar nuevos sonidos.

“Podría hacer un concierto por mi propia cuenta con mi computadora, pero eso es aburrido”, dice Abbass, de 42 años, cuya composición, “Años de Sufrimiento”, incorpora tonos y ritmos árabes y africanos, con voces mongoles. “Aquí, todos traen su propia voz, su propio instrumento, su propia música.  Por eso se llama Bridges (Puentes)”.

“Es una mezcla maravillosa y extraña”, concuerda Rainer Michel, compositor cinematográfico alemán, quien, a través de Bridges, colaboró con Abbass en otro proyecto musical.  “Me encantó que enseguida pudimos probar nuevas cosas que no necesariamente encajaban lógicamente”.

Amir y otros músicos de Bridges fusionan las influencias árabes, africanas, asiáticas y europeas. Dice que las colaboraciones le han abierto los ojos musicalmente, pero que el proyecto le ha significado más que solamente tener la oportunidad de inventar nuevos sonidos.

“Para mí, la cosa más importante siempre era tocar música”, dice Amir. “Pero también aprendí mucho, sobre el idioma y los alemanes. Son muy directos.  Me gusta que digan lo que tienen en sus corazones”.

Para otros recién llegados, el proyecto ha servido como un apoyo social y un catalizador de integración. 

“Conocí a muchas personas aquí”, dice Waseem Hariri, un violinista de 26 años de Damasco, quien huyó de Siria a Alemania en el verano de 2015.  “La música es una buena forma de integración; hace que todo el mundo sea mejor.  Si todos eligieran el camino de la música, no habría más guerra. Ojalá que lo hagan”.

 

Gracias a la Voluntaria en Línea Abigail Davies por el apoyo ofrecido con la traducción del inglés de este texto.