ACNUR insta a Australia a evacuar las instalaciones extraterritoriales debido a la deteriorada situación de salud

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está instando a una acción inmediata por parte del Gobierno de Australia para abordar una situación de salud colapsada entre los refugiados y solicitantes de asilo en las instalaciones extraterritoriales en Papua Nueva Guinea y Nauru. Australia sigue siendo responsable en virtud del derecho internacional de quienes han buscado su protección. En el contexto del deterioro de la salud y la reducción de la atención médica, Australia ahora debe actuar para evitar más tragedias a las personas transferidas por la fuerza bajo su política de “procesamiento extraterritorial”. ACNUR renueva su llamamiento para que los refugiados y solicitantes de asilo sean trasladados inmediatamente a Australia, donde podrán recibir el apoyo y la atención adecuados.

En septiembre de este año, más refugiados y solicitantes de asilo tuvieron que ser evacuados por razones médicas desde Nauru hasta Australia que en los dos años anteriores combinados. Esto refleja tanto la mala situación de la atención médica durante mucho tiempo bajo el “procesamiento extraterritorial” como el reciente empeoramiento de las condiciones, en lugar de una moderación de la postura. Algunas de estas retransferencias han tenido lugar en el contexto de órdenes judiciales o acciones legales en general. Con aproximadamente 1.420 personas detenidas en Papua Nueva Guinea y Nauru, unas 500 han sido devueltas a Australia por motivos médicos, esto es más de una cuarta parte de la población.

El monitoreo del ACNUR sugiere que incluso este número es significativamente más bajo que el total con necesidades severas de salud, particularmente con respecto a la salud mental. Uno de los diversos casos que se llamaron la atención del ACNUR en septiembre fue una niña preadolescente suicida. Ella permanece en Nauru a pesar de los consejos de los médicos de llevarla a Australia. Los detalles médicos vistos por ACNUR registran cómo se roció con gasolina antes de intentar encenderse y arrancarse trozos de cabello de la cabeza.

En Papua Nueva Guinea, no ha habido re-transferencias a Australia este año. Esto es a pesar de un imperativo claro y urgente de evacuación médica. Varios casos de autolesión o intento de suicidio han tenido lugar en Papua Nueva Guinea en el último mes. Un número de personas que sufren necesidades agudas de salud física y mental, entre ellas algunas que ACNUR señaló al Gobierno australiano en 2017, siguen sin recibir tratamiento.

Entre las 12 muertes ocurridas hasta la fecha bajo el llamado enfoque de "procesamiento en alta mar", la mitad de las cuales se han confirmado o se sospecha de suicidio, se encuentran varios refugiados y solicitantes de asilo que deberían haber sido transferidos a Australia.

Un joven iraní, que había pasado la mayor parte de su vida adulta bajo “procesamiento extraterritorial” escribió en 2014 al proveedor de servicios médicos contratado por Australia en Nauru, expresando pensamientos suicidas y pidiendo ver a un médico. En cartas ahora emitidas públicamente de acuerdo con los deseos de la familia, su madre rogó repetidamente acceso a la atención médica que necesitaba. Trágicamente, se suicidó en junio de este año.

Desde 2016, ACNUR ha advertido sistemática y repetidamente sobre los graves y negativos efectos en la salud del “procesamiento extraterritorial”, que son tan graves como previsibles. Estas preocupaciones han sido repetidas por otros organismos independientes, incluida la Asociación Médica Australiana. ACNUR ha enfatizado repetidamente la necesidad de soluciones inmediatas a largo plazo fuera de Papua Nueva Guinea y Nauru. Estos deben incluir un amplio alcance médico y asesoramiento sobre tortura y trauma. Las autoridades australianas tienen un claro deber de cuidar el bienestar de las personas transferidas a estos lugares. Sin embargo, estas responsabilidades críticas siguen sin cumplirse.

ACNUR no está de acuerdo con la afirmación del Gobierno de Australia de que tales casos son únicamente “asuntos de Papua Nueva Guinea y Nauru", ya que Australia diseñó, financió y administró simultáneamente el sistema en el que participan estos dos países en desarrollo, dejándoles posteriormente sin recursos.

Desde 2013, Australia ha reducido el presupuesto disponible para la atención de los refugiados y solicitantes de asilo “extraterritoriales” en aproximadamente la mitad. Esto, a pesar del hecho de que durante el mismo período, la población ha disminuido solo un 7% y las necesidades médicas continúan creciendo.

Si bien se espera que unos 1.250 refugiados sean reubicados a los Estados Unidos de América en virtud de un acuerdo bilateral con el Gobierno de Australia, todavía no hay una solución sobre la mesa para varios hombres, mujeres y niños que ya no pueden esperar.

ACNUR ha instado repetidamente a que Australia acepte la oferta de Nueva Zelanda de acoger a los refugiados tanto de Papua Nueva Guinea como de Nauru. A falta de otras alternativas, ACNUR hace un llamamiento para que todos los refugiados y solicitantes de asilo sean traídos inmediatamente de Papua Nueva Guinea y Nauru a Australia, para evitar más daños graves y la pérdida de vidas.

CONTEXTO

Aproximadamente 3.000 refugiados y solicitantes de asilo han sido transferidos a la fuerza a las instalaciones de “procesamiento extraterritorial” en Papua Nueva Guinea y Nauru desde la introducción de la política actual en 2013. De estos, unos 800 permanecen en Nauru y 650 en Papua. Nueva Guinea.

Los refugiados y solicitantes de asilo se mantuvieron inicialmente en detención cerrada, antes de la transición del Centro de Procesamiento Regional de Nauru (en 2015) y del Centro de Procesamiento Regional de la Isla de Manus (en 2016) a instalaciones más abiertas. En abril de 2016, el Tribunal Supremo de Papua Nueva Guinea determinó que los acuerdos de detención en la isla de Manus violaban el derecho a la libertad en virtud de la Constitución de Papua Nueva Guinea.

Las circunstancias y condiciones para los refugiados bajo la política de “procesamiento extraterritoriales” de Australia han tenido impactos severamente negativos en la salud, y particularmente en la salud mental de los refugiados y solicitantes de asilo. Durante 2016, los expertos médicos del ACNUR encontraron que las tasas acumuladas de depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático entre los refugiados transferidos a la fuerza a Papua Nueva Guinea y Nauru son las más altas registradas en la literatura médica hasta la fecha, con más del 80% en ambos lugares. Varios expertos médicos han observado que el bienestar de los refugiados se ha deteriorado aún más desde entonces.

El Gobierno de Australia contrata actualmente los Servicios Médicos y de Salud Internacionales (IHMS) para proporcionar servicios de atención médica limitados a los refugiados y solicitantes de asilo en Nauru y al Hospital Internacional del Pacífico en Papua Nueva Guinea. Los respectivos sistemas locales de salud, en los que la mayoría de los refugiados se ven obligados a acudir después del horario de atención, carecen de recursos y personal en ambos países. Los servicios de asesoramiento sobre tortura y trauma se suspendieron en la isla de Manus después de la retirada del Gobierno de Australia en octubre de 2017. En Nauru, el apoyo de tortura y trauma está disponible solo para aquellos que experimentaron un trauma antes de su llegada a Australia. MSF International dejó de prestar servicios médicos a los nauruanos y refugiados por igual el 6 de octubre de 2018, de conformidad con una orden recibida del Gobierno de Nauru. Han pedido la evacuación médica inmediata de todos los refugiados y solicitantes de asilo desde Nauru, señalando al menos 78 casos de intento de suicidio, pensamientos suicidas y autolesiones entre sus pacientes en Nauru en los últimos 11 meses.

En mayo del 2018, el Gobierno de Australia declaró que para el 30 de junio de 2017, 494 personas habían sido devueltas por razones médicas de Papua Nueva Guinea y Nauru a Australia [2]. Aquellos que son devueltos a Australia para recibir tratamiento médico no escapan a los impactos negativos del “procesamiento extraterritorial”. Algunos han sido detenidos formalmente en centros de detención en tierra en Australia después de su transferencia médica, lo que es particularmente perjudicial en casos de mala salud mental. La política actual no les ofrece una solución a largo plazo en Australia, y los deja vulnerables a ser enviados de vuelta a Nauru o Papua Nueva Guinea en el futuro. Viven con la amenaza persistente de ser devueltos al lugar donde fueron detenidos durante años, y donde faltan servicios de apoyo adecuados y soluciones a largo plazo. ACNUR ha instado al Gobierno de Australia a que no devuelva a nadie a Papúa Nueva Guinea o Nauru.

Según un acuerdo bilateral entre Australia y los Estados Unidos de América, anunciado en noviembre de 2016, se espera que 1.250 refugiados sean reubicados de Nauru y Papua Nueva Guinea a los Estados Unidos. A partir de octubre de 2018, un número similar de hombres, mujeres y niños permanecen sin soluciones adecuadas a la vista.

Para mayor información sobre el tema, por favor contacte:

• En Canberra, Catherine Stubberfield, [email protected], +61 424 545 569
• En Ginebra, Andrej Mahecic, [email protected], +41 79 642 97 09

[1] Ver: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Presentación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en la investigación de las graves denuncias de abuso, autolesión y negligencia de los solicitantes de asilo en relación con el Nauru Centro de Procesamiento Regional, y cualquier otra queja similar en relación con el Centro de Procesamiento Regional de Manus remitido al Comité de Asuntos Constitucionales y Legales del Senado, 12 de noviembre de 2016, disponible en inglés: http://www.refworld.org/docid/591597934.html.

[2] Ver Pregunta en el aviso no. 142, Número de pregunta de la cartera: AE18 / 147, 2017-18 Estimaciones adicionales, Comité de Asuntos Legales y Constitucionales, Cartera de Asuntos Domésticos.