República Democrática del Congo: ACNUR considera alarmante la creciente violencia contra la población civil desplazada

En el creciente número de ataques que ha habido este mes, la población civil desplazada en las regiones orientales de la República Democrática del Congo (RDC) sigue siendo blanco de los grupos militares.

Para la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y sus socios, resulta estremecedor el impacto que han tenido, sobre la población desplazada, ocho ataques reportados en la provincia de Ituri en los primeros días de febrero. Estos ataques se caracterizan por asesinatos, secuestros, robo de ganado y alimentos, y quema de casas.

En las primeras horas del martes 15 de febrero, combatientes militares utilizaron machetes para masacrar a 17 personas en la localidad de Lando, en el territorio Djugu. Entre las personas fallecidas se encuentran ocho menores. Una madre y sus dos hijos fueron quemados vivos cuando los agresores incendiaron los albergues.

ACNUR insta a todas las partes involucradas a poner fin a la violencia contra la población civil, que incluye personas desplazadas, muchas de las cuales se han visto obligadas a huir en numerosas ocasiones. Los desplazamientos recurrentes y a gran escala sobrepasan los recursos de los asentamientos vecinos, donde las personas han buscado protección.

La ola de violencia ha aumentado luego de un ataque particularmente letal que se dio el 1 de febrero en el asentamiento para personas desplazadas en Plaine Savo, también en territorio Djugu, Ituri. En aquel incidente, los combatientes militares asesinaron a 62 personas, y otras 47 sufrieron lesiones. A raíz del ataque, 25.000 personas fueron desplazadas; todas ellas huyeron hacia la aldea de Bule, donde ACNUR y CARITAS, su socio, han estado brindando apoyo de emergencia.

A pesar del estado de sitio impuesto por el gobierno en mayo de 2021, en un esfuerzo por estabilizar la región, la violencia y los abusos contra la población civil y las personas desplazadas, que no cuentan con armas, continúan desestabilizando buena parte de la provincia de Kivu del Norte. A principios de este mes, siete personas desplazadas en territorio Masisi se vieron obligadas a huir luego de recibir latigazos por no haber pagado los impuestos que exigían los grupos armados. Al mismo tiempo, otras seis personas fueron secuestradas y liberadas hasta que se recibió el pago del rescate. En Beni, debido a la brutalidad que enfrenta la comunidad local, miles de personas abandonaron sus hogares la semana pasada. Los actores de la sociedad civil han hecho hincapié en la enorme presión y el trauma que provocan los ataques hacia las comunidades locales; más aún, porque las personas desplazadas ya no pueden volver a casa.

En otros puntos, los conflictos intercomunales en Kivu del Sur han desplazado, por lo menos, a 10.000 personas desde principios de febrero.

De acuerdo con OCHA, 2,7 millones de personas fueron desplazadas en RDC entre enero y noviembre de 2021. Hacia finales de noviembre, se registró un total de 5,6 millones de personas desplazadas internas.

ACNUR insta a todas las partes a otorgar acceso a las organizaciones humanitarias para que estas puedan brindar asistencia vital a quienes la requieran. Para que el personal de ayuda pueda continuar operando sin amenazas, deben detenerse los secuestros y los ataques en su contra, que también han ido al alza.

La asistencia que se requiere no puede ser brindada por la falta de fondos en la región y en RDC. Los programas de ACNUR necesitan $225,4 USD para solventar las necesidades más apremiantes de las personas desplazadas.  

Para obtener más información con respecto a este tema, favor de contactar a:

• En República Democrática del Congo, Joel Smith, [email protected], +243825257774
• En Pretoria (regional), Hélène Caux, [email protected], +27 82 376 5190
• En Ginebra, Boris Cheshirkov, [email protected], +41 79 433 7682
• En Nueva York, Kathryn Mahoney, [email protected], +1 347 443 7646