¡Cuando juega Ecuador contra Colombia en Lago Agrio nos reservamos el pronóstico!

LAGO AGRIO, Ecuador, 18 de septiembre (ACNUR) – Con esta profética aseveración futbolística, el alcalde de Lago Agrio, Yofre Poma, resumía el sentir lagoagriense en cuanto a las relaciones de los vecinos países. Durante la reciente inauguración de las infraestructuras educativas construidas en coordinación por el Municipio y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en el colegio Camilo Gallegos, las autoridades locales destacaban cómo la ciudad siente el aporte de los y las refugiadas.

"Aquí", dicen, "es muy parecido a allá pero sin dar plomo", nos explica una mujer refugiada cuando se le pregunta por qué no volver a su país. Y asegura que no les discriminan como en otras partes de Ecuador, donde la mirada de los demás sigue siendo recelosa.

Lago Agrio, capital amazónica del oriente ecuatoriano, acoge a unos 9.000 refugiados colombianos, con lo que 2 de cada 10 moradores son personas que huyeron de la vecina Colombia por la violencia. Hay barrios donde la proporción de moradores colombianos supera la de los ecuatorianos y muchos de ellos participan activamente en asociaciones y comités barriales que dan vida a la capital de la Amazonía ecuatoriana. Por eso, las personas refugiadas residentes en Lago Agrio, pese a la poca distancia que les separa de Colombia y de las veredas de las que huyeron, prefieren quedarse en "laguito", como lo llaman.

No es de extrañar que, según recientes estudios sobre percepciones de los procesos de integración Lago Agrio sea considerada por las personas refugiadas y solicitantes, como una de las ciudades más acogedora del Ecuador.

A pesar de condiciones de vida difíciles y de riesgos, sobre todo para sus jóvenes, asociados a la delincuencia y el consumo de estupefacientes, la población refugiada tiene negocios, participa en torneos locales de fútbol, canta el himno nacional ecuatoriano con convicción. Y hasta hay presidentes de consejos estudiantiles, como el joven Fran, en la escuela Teniente Hugo Ortiz.

En esta última, justamente, el ACNUR apoyó a principios del 2012 con la construcción de un comedor escolar y unas baterías sanitarias, jalonando a su vez al Municipio que construyó un bloque de 3 aulas y una cancha deportiva. Esta intervención ha cambiado la vida de la escuela. Como dice su directora María, "esta antes era una escuelita muy pobre, olvidada. Hoy, compañeros de otras escuelas nos preguntan que ¡cómo hicimos para avanzar tanto en tan poco tiempo!".

La escuelita transformada es solo un ejemplo de la veintena larga de proyectos conjuntos en los que ACNUR ha invertido más de 300.000 USD desde 2010.

"Esta intervención sigue una lógica clara enfocada en apoyar a las comunidades de acogida y demostrar que las personas refugiadas no son necesariamente un peso para la sociedad, al contrario, son un activo productivo para Ecuador", explica Reem Alsalem, jefe de la oficina del ACNUR el Lago Agrio.

Además, el objetivo es jalonar inversiones por parte del municipio y otras agencias de cooperación internacional. Lago Agrio, que fue nombrada en 2010 "Ciudad Solidaria", demuestra que ser una ciudad activa e incluyente aporta mucho más de lo que cuesta.

Por Arantxa Gurtubay en Lago Agrio, Ecuador