Agencias de Naciones Unidas y el Ejército de Brasil reciben premio de derechos humanos por la respuesta humanitaria a la situación de Venezuela
Agencias de Naciones Unidas y el Ejército de Brasil reciben premio de derechos humanos por la respuesta humanitaria a la situación de Venezuela
BRASILIA, Brasil - Las acciones de acogida y protección de personas venezolanas en el norte de Brasil recibieron este miércoles 21 un premio en la ciudad de Brasilia. El reconocimiento a cuatro agencias del sistema de Naciones Unidas en Brasil y al Ejército brasileño correspondió al Ministerio de Derechos Humanos con ocasión de una ceremonia en la que también se premió a empresas, organismos públicos, funcionarios y representantes de la sociedad civil.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) recibieron el premio Derechos Humanos 2018. El General Eduardo Pazuello, que dirige la Operación Acogida, también fue premiado durante la ceremonia, en la cual estuvieron presentes el presidente interino de la República, diputado federal Rodrigo Maia, y el Ministro de Derechos Humanos Gustavo Rocha.
Desafío permanente
Para Rodrigo Maia, a pesar de que la pauta de los derechos humanos haya avanzado en las últimas décadas, siguen existiendo grandes desafíos a los que es preciso hacer frente. “Como Presidente de la Cámara he tenido la oportunidad de recibir a toda la sociedad brasileña, a todos los que piden avances en sus derechos y un aumento de su representación. Y sabemos que Brasil enfrenta muchos desafíos: con trece millones de personas que viven en situación de extrema pobreza, no es un país que se acerque si quiera al derecho de sus ciudadanos y ciudadanas”, destacó.
Maia destacó también la importancia de una colaboración entre diferentes sectores. “En Brasil sigue habiendo mucha desigualdad, mucha intolerancia. La gente necesita que todos los poderes se unan a la sociedad y trabajen cada vez más juntos para poder ofrecer un país en el que, de hecho, todas las personas sean iguales y tengan los mismos derechos”, añadió.
Durante la inauguración, el ministro Gustavo Rocha destacó de entre todos los reconocimientos la importancia del trabajo conjunto que se ha venido realizando en la atención a las personas venezolanas. “Me gustaría destacar el trabajo que se ha llevado a cabo en Roraima, un trabajo difícil para minimizar el drama de estas personas y, al mismo tiempo, conciliar los intereses de la población local”. Según el ministro, el trabajo de acogida continuará en 2019.
Acción conjunta
La situación en Venezuela ha generado un fuerte aumento del flujo de entrada de personas en Brasil. Se trata de gente que deja el país por razones como la inseguridad y la pérdida de ingresos como consecuencia de la situación económica. Desde 2015, más de 85.000 personas procedentes de Venezuela acudieron a la Policía Federal para solicitar asilo o residencia. Las agencias del sistema de Naciones Unidas han prestado su apoyo a los gobiernos municipal, estatal y federal para la recepción de estas personas; lo han hecho mediante la ordenación de la frontera, la preparación de albergues, la atención sanitaria y el proceso de reubicación interna.
“Este premio representa el trabajo conjunto de todos los actores que integran la respuesta humanitaria. ACNUR forma parte del equipo de coordinación que trabaja junto con socios del Gobierno, las Fuerzas Armadas y la sociedad civil en este esfuerzo conjunto”, destacó José Egas, representante de ACNUR en Brasil.
En Pacaraima, en la frontera entre Brasil y Venezuela, ACNUR, OIM, UNICEF, UNFPA y otras agencias de Naciones Unidas prestan su apoyo al Centro de Recepción y Documentación; allí, se registra a las personas que cruzan la frontera con intención de establecerse en el país, se las documenta e inmuniza, y se les brinda orientación sobre cómo regularizar su estancia en el país (mediante la solicitud de asilo o de residencia temporal). Además, se identifican los casos más vulnerables y se derivan a servicios específicos.
En Boa Vista, las agencias y la sociedad civil están también presentes en los centros de referencia y atención a las personas refugiadas y solicitantes de asilo procedentes de Venezuela, en la gestión de los albergues públicos y en la identificación y acompañamiento a los casos más vulnerables. El sistema de las Naciones Unidas en Brasil y la sociedad civil apoyan también el programa de reubicación interna del gobierno federal, que ha trasladado a personas procedentes de Venezuela a otras ciudades del país en busca de mejores oportunidades de integración.
“Tenemos colegas en Brasil que realizan un trabajo cotidiano extraordinario en el terreno, en la promoción de una migración segura, ordenada y digna y, sobre todo, con respeto por los derechos de todas las personas. Para nosotros es un honor haber recibido este reconocimiento de parte del Ministerio de Derechos Humanos”, afirmó Stéphane Rostiaux, jefe de la misión de la OIM en Brasil.
“Estamos muy felices por recibir este premio, en especial en el año en que se conmemora el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ayer celebramos el Día Universal del Niño y el 29 aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. Es el momento oportuno para recordar la importancia de garantizar que todos los niños y niñas tengan acceso a una buena educación, asistencia sanitaria y protección, con independencia de su nacionalidad. Los niños son niños, da igual de donde vengan”, resaltó Florence Bauer, representante de UNICEF.
En opinión de la analista de asuntos humanitarios de UNFPA Irina Bacci, el premio es fruto de un esfuerzo conjunto del sistema de las Naciones Unidas en Brasil con sus socios para atender a personas que llegan muchas veces tras sufrir violaciones de sus derechos. “Desde que comenzó la situación UNFPA no ha escatimado esfuerzos para promover y tratar de garantizar el respeto a los derechos humanos, en especial de mujeres, niñas, personas LGBTI y personas que llegan hasta Brasil en situación de vulnerabilidad extrema. Hemos aunado esfuerzos con otras agencias del sistema de las Naciones Unidas para dar una respuesta cualificada, con una atención digna. Recibir este reconocimiento es señal de que hemos dado lo mejor de nosotros para no dejar a nadie atrás”.
Operación Acogida
Una de las partes más importantes de la atención a personas venezolanas llegadas al país se desempeña en conjunto con las Fuerzas Armadas de Brasil. La llamada Operación Acogida trabaja desde marzo de 2018 para prestar apoyo logístico, transporte, alimentación y atención sanitaria a la población migrante. También ha apoyado el proceso de reubicación interna de estas personas hacia otras ciudades del país, además de construir nuevos albergues y ampliar los existentes. La Operación Acogida agrupa a las Fuerzas Armadas, a varios ministerios del Gobierno Federal, agencias del sistema de Naciones Unidas en Brasil y entidades de la sociedad civil organizada.
Para el General Eduardo Pazuello, comandante de la Operación Acogida, el trabajo del Ejército en colaboración con las agencias de las Naciones Unidas es fundamental para garantizar el respeto a los derechos humanos. “Esta acción conjunta es primordial. La gestión humana de la operación corresponde íntegramente a las Naciones Unidas. En eso precisamente consiste la no militarización de la acción: comprender que ellos tienen especialistas en la materia. Nosotros centramos nuestro trabajo en la infraestructura, la logística, la seguridad y el apoyo. Los militares somos los brazos y las piernas que faltan en las organizaciones. La gestión humanitaria tiene que contar con una administración profesional y con la capacidad que tienen las Naciones Unidas”, destaca.
En la actualidad, los trece albergues y el alojamiento transitorio existentes en Roraima acogen a más de 6.000 personas. Desde el comienzo del proceso de reubicación interna, más de 3.000 personas procedentes de Venezuela han sido trasladadas a 18 ciudades brasileñas.
