Cursos de capacitación laboral abren oportunidades de inclusión en Uruguay
Cursos de capacitación laboral abren oportunidades de inclusión en Uruguay
MONTEVIDEO, Uruguay – Setenta y seis personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes con necesidad de protección Internacional finalizaron en Montevideo, Uruguay, la tercera edición de los cursos en cuidados; e-commerce; atención al cliente, ventas, marketing y logística. Estas formaciones, destinadas a impulsar la inserción laboral, fueron desarrolladas en conjunto por ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, la Intendencia de Montevideo y la organización Casa de la Mujer de La Unión. Las personas participantes recibieron sus certificados en una ceremonia que tuvo lugar el jueves 2 de febrero en la sede del gobierno de la capital uruguaya.
El proyecto se desarrolló bajo el liderazgo de la Intendencia de Montevideo, en el marco de la iniciativa Ciudades Solidarias, a la que la capital uruguaya adhirió en 2009. Ciudades Solidarias es un marco de trabajo con las comunidades que colaboran en la inclusión de las personas refugiadas y migrantes alrededor del mundo. En este esquema de cooperación, los gobiernos locales y provinciales promueven que las personas refugiadas, solicitantes de tal condición, apátridas y personas de interés de ACNUR, accedan a protección y servicios que favorezcan su inclusión.
Manuel Manrique, de 26 años, es venezolano. Vive hace un año en Montevideo, y realizó el curso de Atención al cliente, ventas, marketing y logística. “Esta capacitación me ayudó mucho en la inserción laboral y, gracias a ella, hoy me encuentro trabajando”, explica. El curso, dice, le dio seguridad. “Una vez finalizado empecé la búsqueda de empleo. Me postulé en la página web de una cadena de supermercados hasta que fui llamado para una zafra. Tengo menos de un mes trabajando, y estoy en proceso de aprendizaje. Me gusta lo que hago. Mi expectativa para el futuro es estabilizarme en Uruguay y seguir capacitándome”, cuenta.
También a Génesis Suaje (34 años) la capacitación le abrió puertas en el país. “Lo que más destaco es el amplio contenido de cada asignatura, la participación de cada orientador y facilitador, y también el acceso que tuvimos nosotros como migrantes, llegando a un país nuevo donde nos entregaron las herramientas necesarias para enfrentarnos a un nuevo ámbito laboral”, subraya.
Itchel Guerra (30), médica de profesión, llegó de Cuba hace cuatro meses. En su caso, se inclinó por realizar el curso de Atención a la dependencia. “Me ayudó a mejorar como persona, a mejorar el trato hacia el paciente”, dice sobre la experiencia vivida. En la misma línea opina Nathalie Fermín (38). En los cuatro años que lleva en Montevideo, ha completado varios cursos. El último fue en la Casa de la Mujer de la Unión. Fue una capacitación en e-commerce. “El curso fue muy completo, quedamos muy agradecidos con Uruguay”, dice, tras destacar el compromiso y las cualidades humanas del equipo de docentes.
En el acto de entrega de certificados, Osvaldo Laport, Embajador de Buena Voluntad de ACNUR, dirigió un mensaje a las personas capacitadas. “Son un ejemplo de empeño, dedicación, resiliencia, amor y trabajo”, sostuvo. Y agregó: “Hoy ustedes son dueños de su propia historia, pueden continuar escribiendo, dar vuelta la página, subir su historia en este bello país que les ha abierto las puertas, los brazos”.
Las personas que participaron en la formación provienen de Venezuela, Cuba, República Dominicana, Colombia, Perú y Bolivia, en ese orden. El 78% de ellas son mujeres, y el 69% del total de personas que fueron capacitadas se encuentran desempleadas y están buscando trabajo.
Como parte de su mandato, ACNUR promueve la inclusión de la población solicitante de asilo y refugiada en los países y comunidades de acogida. En este marco y en coordinación con autoridades nacionales, locales y organizaciones de la sociedad civil, fomenta que las personas alcancen su autosuficiencia económica, generando sus propios ingresos en un contexto de libertad y seguridad. Para colaborar con este fin, es fundamental acercar instancias de formación y reconversión laboral, que brinden herramientas prácticas para acceder a oportunidades laborales en el país de asilo.
Según estimaciones de ACNUR, a mediados de 2022 residían en Uruguay 32.897 personas refugiadas, solicitantes de asilo y desplazadas con necesidades de protección internacional. La mayoría de estas personas provienen de Venezuela y Cuba.