Resumen de los coanfitriones y los co-convocantes del Foro Mundial sobre los Refugiados de 2023
Resumen de los coanfitriones y los co-convocantes del Foro Mundial sobre los Refugiados de 2023
- En un momento en que se suscitan graves crisis en el mundo y el desplazamiento forzado aumenta y permanece irresoluto, el número de personas refugiadas se ha duplicado desde la adopción de la Declaración de Nueva York en 2016. Los nuevos desplazamientos continúan superando las soluciones disponibles; por tanto, ahora más que nunca se necesita el enfoque que se plantea en el Pacto Mundial sobre los Refugiados. Reconociendo esto, en el segundo Foro Mundial sobre los Refugiados convergieron más de 4.200 personas, de 168 delegaciones gubernamentales, incluidas cinco cabezas de estado y de gobierno, 86 representantes ministeriales y de mayor rango, más de 300 personas refugiadas, así como 427 delegaciones que representaban a organizaciones no gubernamentales, sector privado y otros grupos de múltiples partes interesadas. Además, más de 10.000 personas, de 120 países, participaron en línea. Para los co-convocantes – es decir, Francia, Japón, el Reino Hashemita de Jordania, la República de Colombia y la República de Uganda – y para los coanfitriones – Suiza y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR – fue un gran honor haber fungido como tal [co-convocantes y coanfitriones, respectivamente] y agradecen a todas las partes que contribuyeron a que el Foro Mundial sobre los Refugiados fuera todo un éxito. El evento ofreció la oportunidad de fortalecer la unión y la solidaridad internacional, que se basan en principios humanitarios, en favor de las personas refugiadas y de las comunidades que les han dado acogida. Los participantes se comprometieron a emprender acciones sustantivas y transformadoras para abordar las situaciones de refugiados que hay en el mundo. Partiendo de los logros del primer Foro Mundial sobre los Refugiados, de 2019, la comunidad internacional reafirmó y asumió nuevos compromisos, de manera colectiva, con el propósito de alcanzar los cuatro objetivos del Pacto Mundial sobre los Refugiados, que consisten en aliviar las presiones sobre los países de acogida; promover la autosuficiencia de las personas refugiadas; ampliar el acceso a las soluciones que impliquen a terceros países; y favorecer, en los países de origen, circunstancias que propicien retornos en condiciones dignas y seguras.
- El Pacto Mundial sobre los Refugiados prevé que la consecución de esos objetivos se dé movilizando la voluntad política y ampliando la base de apoyo. El Foro, por su parte, ofreció la oportunidad de convertir las contribuciones en acciones para lograr que el reparto de responsabilidades sea más equitativo, sostenido y predecible. Estos compromisos no solo nacieron de un planteamiento asociativo y de múltiples partes interesadas, sino que también hicieron patente la unidad y la solidaridad internacionales. El público asistente pertenece a todos los ámbitos de la sociedad; de hecho, comprendía un dinámico grupo de gobiernos, representantes de personas refugiadas y comunidades de acogida, autoridades locales, ciudades y otros agentes locales, organizaciones internacionales que pertenecen o no al sistema de las Naciones Unidas, organizaciones regionales, agentes humanitarios y para el desarrollo, instituciones financieras regionales e internacionales, parlamentos, organizaciones de la sociedad civil, agentes confesionales, sector privado, medios de comunicación, comunidad académica, así como organizaciones deportivas y culturales. Pudo verse el multilateralismo moderno en acción: una gran variedad de partes interesadas convergieron para abordar, de manera integral y predecible, el fenómeno del desplazamiento forzado masivo.
- Como coanfitriones y co-convocantes del Foro, de geografías y contextos distintos, asumimos una responsabilidad especial para encaminar y unir este mosaico de partes interesadas, incluidas las personas refugiadas, con el objetivo de obtener resultados ambiciosos y transformadores en favor de los refugiados y de las comunidades de acogida. Hemos contribuido a movilizar y concentrar la voluntad política internacional para concluir este segundo Foro con un claro camino por recorrer para que el Pacto Mundial sobre los Refugiados alcance todo su potencial. Esto quedó claro con el anuncio de compromisos de importantes grupos de partes interesadas.
Resultados
- El Foro ofreció, a los Estados y a otras partes interesadas, la oportunidad de anunciar compromisos y contribuciones concretos, así como resaltar los avances alcanzados, compartir buenas prácticas y evaluar los desafíos y las oportunidades que depara el futuro, con el propósito de marcar una diferencia en la vida de los más de 36 millones de personas refugiadas y de las comunidades que generosamente les han dado acogida. En este Foro Mundial sobre los Refugiados se anunciaron más de 1.600 compromisos; de los cuales, aproximadamente 1.300 son financieros, materiales, técnicos, de política pública y de otro tipo de apoyo. Todos contribuyen a uno o más de los 43 compromisos de múltiples partes interesadas que codirigen los gobiernos y otras partes interesadas. Estos compromisos parten de aquellos de índole política que se hicieron en la Declaración de Nueva York, en 2016; en el Pacto Mundial sobre los Refugiados, en 2018; en los más de 1.700 compromisos e iniciativas que se anunciaron en el primer Foro Mundial sobre los Refugiados, en 2019; en las recomendaciones de las Reuniones del Funcionariado de Alto Nivel, en 2021; en los informes de indicadores del Pacto Mundial sobre los Refugiados; y en las pruebas de innovación del Diálogo del Alto Comisionado, en 2022.
- Los Estados miembros, las organizaciones e instituciones internacionales y otros agentes desempeñaron cruciales roles de liderazgo en el establecimiento de ambiciosos objetivos y metas – con respecto a estos compromisos – para los años por venir; asimismo, movilizaron a otras partes interesadas para que se sumaran, incluso mediante procesos locales y de base.
- Las entidades emisoras asumieron compromisos concretos, medibles y de impacto, que de manera significativa impulsaran respuestas integrales para los refugiados, con una base de apoyo ampliada en todo el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz en las situaciones de refugiados.
- Con el propósito de compartir responsabilidades, mientras se siguen contabilizando los compromisos, una evaluación preliminar indica que se asumieron compromisos financieros que superan los USD 2.200 millones para los próximos años, además de la reposición y la creación de nuevos instrumentos bilaterales y multilaterales de financiación para el desarrollo para los países de acogida. Los compromisos en materia de política pública se asumieron por medio de la Posición Común de los miembros de DAC-INCAF que apoyan el Pacto Mundial sobre los Refugiados para abordar el desplazamiento forzado desde un enfoque integral que considera el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz, y por medio de un compromiso conjunto de donantes para potenciar la calidad de la financiación.
Objetivo 1: Aliviar las presiones sobre los países de acogida
- Tres cuartos del total de las personas refugiadas en el mundo viven en países de renta media o baja; de hecho, más de un quinto del total se encuentra en los países menos desarrollados. El 80% de la población refugiada en todo el mundo ha sido acogida por países que, en conjunto, representan apenas el 19% de los ingresos globales. Estos países han recibido a las personas refugiadas y les han brindado protección y asistencia aun con sus propios desafíos internos y a pesar de las presiones adicionales que supone – a nivel económico, ambiental y de prestación de servicios – acoger grandes números de refugiados. Estos extraordinarios esfuerzos de los países de acogida salvan vidas, brindan protección, salvaguardan los derechos humanos, y abonan a la estabilidad, la paz y la seguridad. A pesar de la tremenda generosidad de los países de acogida y de las impactantes contribuciones de los donantes, se amplió la brecha entre las necesidades y los recursos que se requieren para satisfacerlas. Es imperioso que la comunidad internacional haga mucho más para proteger y construir un futuro para las personas refugiadas alrededor del mundo, para encontrar soluciones duraderas y para apoyar a los países de acogida por medio de la cooperación internacional, la solidaridad y el reparto equitativo de responsabilidades.
- El desplazamiento forzado, por tanto, no es solo una cuestión humanitaria o de derechos humanos, sino también un desafío y una oportunidad de desarrollo. Las comunidades de acogida necesitan mucho más apoyo, que sea efectivo, confiable e integral, lo cual incluye fondos suficientes, predecibles y plurianuales para las personas refugiadas, los países de acogida y las organizaciones de la ONU que deben cuidarles por mandato. Estos países requieren más asistencia urgentemente, no solo de otros Estados, sino también de empresas, fundaciones, instituciones financieras regionales e internacionales, ciudades, organizaciones no gubernamentales y organizaciones benéficas que tienen un rol particular que desempeñar. Al respecto, reconocemos el importante papel que tienen las instituciones financieras internacionales, sobre todo el Banco Mundial, en el alivio de las presiones sobre los países de acogida. Asimismo, resaltamos la importancia del enfoque del nexo acción humanitaria-desarrollo-paz al apoyar a las personas refugiadas y a las comunidades de acogida en el mediano y largo plazo, con la intención de construir sociedades resilientes, inclusivas y equitativas, así como mitigar los riesgos de que surjan más crisis humanitarias en el futuro. Debemos apoyar a los países y comunidades de acogida en la gestión efectiva de las sinergias con una amplia gama de partes interesadas que se han involucrado en el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz, para potenciar la eficacia y el impacto de tales sinergias.
- Con frecuencia, los países de acogida asumen muchos más costos y responsabilidades por los estragos que tiene el cambio climático en las poblaciones locales y refugiadas. En ese sentido, se anunció más apoyo para la acción y adaptación climática por medio de un compromiso de múltiples partes interesadas para ampliar la inclusión de las personas refugiadas en los planes nacionales de adaptación y en foros internacionales sobre cambio climático, como la COP (de hecho, Su Majestad, el rey Abdullah II de Jordania lanzó la iniciativa del Nexo de Refugiados Climáticos en la COP27); así como financiación para la acción climática, financiación innovadora y esfuerzos para la reducción de riesgos de desastres.
Objetivo 2: Promover la autosuficiencia de los refugiados
- Con el apoyo y las políticas públicas adecuadas, las personas refugiadas pueden recuperar poder de decisión y de acción para reconstruir sus vidas. Asimismo, pueden sostenerse a sí mismas y a sus familias, además de hacer contribuciones positivas a las comunidades de acogida. Estas políticas necesitan inversiones, sea en el rubro financiero, de infraestructura, creación de empleos o recursos. Muchos gobiernos nacionales han adoptado leyes y políticas públicas que impulsan el acceso al trabajo, la libertad de circulación y la inclusión en los sistemas nacionales de educación. Sin embargo, se hacen necesarios muchos más esfuerzos y apoyo para llevar esas políticas a la práctica y, así, garantizar que las personas refugiadas en efecto tengan acceso a los sistemas nacionales. Promover la autosuficiencia tiene un costo; en última instancia, sin embargo, es una inversión que genera dividendos, pues se crean oportunidades socioeconómicas tanto para los refugiados como para las comunidades de acogida. Reconociendo esto, se anunció que habrá más apoyo financiero, técnico y material para las políticas públicas, así como los servicios y los sistemas que promueven la protección y la inclusión en los países de acogida.
- La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible promete que no se dejará a nadie atrás, incluidas las personas refugiadas y otras desplazadas por la fuerza. Tratándose del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, sobre educación, cerca de la mitad de la niñez refugiada en edad escolar no asiste a la escuela. Al respecto, si bien se ha logrado aumentar el porcentaje de jóvenes refugiados que reciben educación superior (del 1 al 6% en apenas tres años), ese es tan solo el punto de partida. Se asumieron diversos compromisos de múltiples partes interesadas para garantizar que toda la niñez refugiada tenga acceso a oportunidades educativas seguras, pertinentes y de calidad, que se le incluya en los sistemas nacionales de educación, que el acceso a la educación de las personas refugiadas se amplíe mediante el aprendizaje conectado, y que el 15% de la juventud refugiada tenga acceso a educación terciaria para 2030.
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Asimismo, se asumieron compromisos de múltiples partes interesadas para brindar atención médica a las personas refugiadas en sistemas nacionales fortalecidos, así como ampliar el acceso a atención a la salud mental y apoyo psicosocial. Por otro lado, un compromiso de múltiples partes interesadas en materia agrícola y de sistemas de seguridad alimentaria busca apoyar a 20 millones de personas refugiadas y comunidades de acogida en países que atraviesan crisis alimentarias. Además, se anunció un compromiso para facilitar las transformaciones digitales y de conectividad con las personas refugiadas o en favor de ellas; también se asumieron otros compromisos para incluir a las personas refugiadas en los sistemas nacionales de estadística y en las encuestas que buscan facilitar la planeación y el apoyo para el desarrollo integral.
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El porcentaje de personas refugiadas que tienen acceso a empleo informal ha incrementado – más del doble – en los últimos dos años. Partiendo de estos avances, también se asumieron compromisos para impulsar las oportunidades laborales y el acceso a productos y servicios financieros, que facilitan la inclusión económica y la protección social, mediante un compromiso de múltiples partes interesadas para apoyar a un millón de refugiados y a quienes les han dado acogida. Asimismo, se asumieron compromisos para transformar los campamentos de refugiados en asentamientos integrados, lo cual creará oportunidades económicas tanto para las personas refugiadas como para las comunidades de acogida.
Objetivo 3: Ampliar el acceso a las soluciones que impliquen a terceros países
- Generar más oportunidades para personas mayores, así como reasentamiento y vías complementarias predecibles puede salvar vidas y ofrece oportunidades a las personas refugiadas; asimismo, es una enorme muestra de solidaridad para con los países que han acogido a una gran cantidad de personas refugiadas.
- El reasentamiento puede tener un efecto transformador en la vida de las personas en situación de vulnerabilidad. Para quienes no pueden volver a casa ni integrarse en el lugar al que llegaron en un primer momento, el reasentamiento se traduce en seguridad y, en última instancia, en una opción de residencia permanente en un tercer país. Asimismo, es una opción práctica para mostrar solidaridad y compartir con otros países la responsabilidad inherente a la protección de las personas refugiadas. Si bien las cifras de reasentamiento son modestas, es cierto que han aumentado. Al respecto, se anunciaron más compromisos para apoyar aquel cuyo propósito es reasentar a un millón de refugiados para 2030; un compromiso conjunto para garantizar que todas las personas refugiadas puedan ejercer su derecho a la unidad familiar y lograr la reunificación familiar; así como un compromiso para aumentar el número, el alcance y la diversidad de los programas de patrocinio comunitario.
- Las vías complementarias son también esenciales para facilitar el acceso a oportunidades y soluciones para los refugiados. En el mismo sentido, la movilidad laboral y las becas pueden complementar los programas de reasentamiento existentes, y permiten que las personas refugiadas fortalezcan su resiliencia y contribuyan a las comunidades de acogida. Desde la adopción de la Declaración de Nueva York en 2016, las vías complementarias han beneficiado a más de 1,2 millones de refugiados. Al respecto, el acceso a las vías complementarias se amplió mediante un compromiso de múltiples partes interesadas sobre vías complementarias basadas en competencias, cuyo propósito es facilitar opciones educativas y de movilidad laboral a 200.000 personas refugiadas. Por último, se anunció que habrá apoyo para un pasaporte Nansen para el siglo XXI, con el que se garantizará que las personas refugiadas accedan fácilmente a documentos de viaje renovables.
Objetivo 4: Favorecer en los países de origen circunstancias que propicien retornos en condiciones dignas y seguras
- Facilitar la repatriación voluntaria y sostenible es la responsabilidad primordial que tienen los países de origen frente a su propia ciudadanía. La mayoría de las personas refugiadas desea retornar a sus hogares para vivir ahí, en condiciones pacíficas y seguras. Para ello, es necesario crear condiciones propicias, lo que incluye abogar por la paz, abordar las causas subyacentes de los conflictos y trabajar para generar las circunstancias necesarias para que los refugiados puedan retornar. Con el fin de ampliar la disponibilidad de la repatriación voluntaria, los Estados y otras partes interesadas deben brindar a los países de origen apoyo técnico, financiero y de otro tipo, tanto para el abordaje de las causas detrás del desplazamiento como para el fortalecimiento institucional, que permitirá recibir y reintegrar a las personas refugiadas.
- Los compromisos se asumieron mediante compromisos de múltiples partes interesadas con respecto a la garantía de la vivienda, la tierra y la propiedad; la construcción de paz y la prevención de conflictos para abordar las causas de raíz consolidando la paz de manera amplia e inclusiva, así como apoyando la incidencia, el análisis y los programas para la prevención de conflictos en los países de origen; y la lucha contra los discursos de odio y la difusión de información errónea en entornos digitales.
Compromisos transversales de múltiples partes interesadas
- Reconociendo la naturaleza interconectada e interdependiente de los objetivos del Pacto Mundial sobre los Refugiados, así como la necesidad de prestarles atención a cada uno de ellos, también se anunciaron compromisos transversales de múltiples partes interesadas.
- Se asumieron compromisos regionales y situacionales para mejorar el panorama de protección, inclusión y soluciones en apoyo a la situación rohingya y a la situación en Afganistán. Asimismo, se anunciaron compromisos para una plataforma de apoyo a la situación en la República Centroafricana. Por su parte, la plataforma de apoyo al Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS) desarrolló compromisos regionales cuyo propósito es fortalecer los sistemas de asilo, la integración y la gobernanza en Centroamérica y México; asimismo, se desarrolló un nuevo compromiso regional para elaborar un plan de acción en apoyo al proceso Cartagena+40. La Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, en inglés) asumió compromisos que impulsan soluciones; además, se anunciaron acciones climáticas en la región este de África.
- Se fortalecieron alianzas centrales mediante compromisos específicos de múltiples partes interesadas. El compromiso de múltiples partes interesadas que se basa en el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz insta a una amplia gama de contribuyentes a aprovechar sus fortalezas para hacer frente a las crisis humanitarias con un enfoque de “la sociedad entera”, mientras se fortalece la seguridad humana. Por otra parte, se anunció que se brindará apoyo para fortalecer este enfoque en contextos de emergencia, con el propósito de garantizar que se consideren soluciones desde el inicio. El compromiso común 2/0 de las Naciones Unidas anunció acciones para adoptar enfoques humanitarios más sostenibles; incluir a las personas refugiadas en los planes, bases de datos, presupuestos y sistemas nacionales de prestación de servicios; y dar a las personas refugiadas acceso a empleos dignos. Por otra parte, se anunció un compromiso deportivo para la inclusión, que busca promover la autosuficiencia de los refugiados, así como potenciar su inclusión socioeconómica. Los compromisos de múltiples partes interesadas sobre localización buscan aumentar la financiación e incluir a agentes locales en procesos de toma de decisiones, así como incorporar la localización en las investigaciones. Además, se fortaleció la participación significativa de las personas refugiadas con más compromisos que prometen apoyo y acciones para incluir a los refugiados en las políticas públicas, garantizar la rendición de cuentas e impulsar los esfuerzos dirigidos por personas refugiadas. Aunado a ello, por medio de un “Llamado a la acción local”, hubo gobiernos locales e regionales que se comprometieron a brindar más apoyo para la acción climática, la inclusión, las soluciones duraderas, la movilidad laboral y la educación.
- Asimismo, fueron muchas las empresas y fundaciones que mostraron su apoyo. De hecho, fue notoria la participación de entidades que asumieron compromisos, de manera subsecuente o por primera vez, incluso proporcionando financiación esencial que supera los USD 250 millones (sea para ACNUR, para organizaciones socias o para apoyar los compromisos adquiridos por los gobiernos). Con respecto al sector privado, las contribuciones abarcan inversiones en áreas que acogen a personas refugiadas; apoyo directo a emprendimientos, empleos, formación, becas y esfuerzos por incluir a las personas refugiadas en los sistemas nacionales; casi un millón de horas de asesoramiento legal y servicios de consultoría pro bono junto con agentes jurídicos en comunidades específicas en un lapso de cuatro años; y acceso a productos esenciales para los refugiados, como conectividad y productos financieros.
- El propósito de estos compromisos es garantizar la protección de las personas refugiadas, que es clave tanto para las soluciones como para la autosuficiencia, no solo mediante mayor capacidad de asilo, sino también con el compromiso de ampliar el acceso de las personas refugiadas a información y servicios legales creando una comunidad jurídica global y conectada que se enfoque en los derechos, las habilidades, los conocimientos y las necesidades de las personas refugiadas. También hubo compromisos que defienden los derechos de la niñez apoyando sistemas y servicios de protección de la infancia. De igual forma, se anunciaron compromisos de múltiples partes interesadas para impulsar la igualdad de género; abordar desafíos específicos en torno a la inclusión y la protección de mujeres y niñas refugiadas, incluida la violencia de género; implementar un enfoque de mujeres, paz y seguridad; y cerrar la brecha de género en entornos digitales.
¿Qué depara el futuro?
- El desplazamiento forzado continúa multiplicándose alrededor del mundo; además, los conflictos son cada vez más complejos y desafiantes. En este contexto, el Foro Mundial sobre los Refugiados instó a redoblar esfuerzos para encontrar soluciones sostenibles y a largo plazo. Para mejorar la seguridad y la estabilidad internacionales, resulta esencial hacer frente a estos desafíos, lo cual también es crucial para cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y garantizar la seguridad de todas las personas. Partiendo de los prometedores y transformadores compromisos adquiridos en esta ocasión, es importante que, mediante la consolidación de la paz y la prevención de los conflictos, en los próximos años nos concentremos en las causas subyacentes y logremos que los retornos voluntarios se den en condiciones más dignas y consideren cuestiones de protección. En el nexo acción humanitaria-desarrollo-paz será necesario cooperar aún más, tanto como promover la inclusión en los sistemas nacionales, crear más oportunidades para la autosuficiencia y ampliar el acceso a soluciones que impliquen a terceros países.
- De manera conjunta reconocemos que, si bien los esfuerzos humanitarios no sustituyen las soluciones políticas, sí desempeñan un papel trascendental al brindar apoyo en contextos de crisis. Cada persona refugiada nos recuerda que han fallado la paz y la seguridad; al mismo tiempo, los países que han cumplido con las normas internacionales que exigen dar asilo, en condiciones dignas y seguras, están desempeñando un rol en la defensa de un orden internacional multilateral basado en normas. Dar acogida a grandes cantidades de personas refugiadas merece reconocimiento y solidaridad internacional. Esta solidaridad se ha hecho patente no solo en el firme liderazgo de la comunidad humanitaria, sino también en la implicación cada vez mayor de los agentes para el desarrollo y las instituciones financieras internacionales en esta edición del Foro Mundial sobre los Refugiados, así como el nuevo papel que desempeñan las partes interesadas en la consolidación de la paz. Al invertir en las personas refugiadas se invierte también en la seguridad colectiva; en contraste, abandonar a las personas refugiadas en condiciones precarias y desesperanzadoras nos afectaría a todos.
- Esta segunda edición del Foro Mundial sobre los Refugiados ha sido un parteaguas en cuanto a solidaridad, acciones y resultados. El desafío y la responsabilidad que tenemos por delante consisten en mantener la paz y transformar los compromisos adquiridos en resultados sustantivos. Por tanto, instamos a todas las partes que estuvieron presentes en el Foro seguir por este camino. En los últimos tres días, se ha demostrado que esto es posible con liderazgo global y regional, y mediante la implementación de compromisos y diversas partes interesadas; también empatando compromisos en materia de política pública con apoyo específico, y facilitando la participación de las propias personas refugiadas como agentes de cambio que no solo coinciden en el rechazo a la complacencia, sino que también fomentan la solidaridad, la estabilidad y las soluciones.
Ginebra, a 15 de diciembre de 2023