El Día Mundial del Refugiado en el Cono Sur: entre la música, la fotografía, el deporte y los emprendimientos

“Las personas refugiadas y migrantes no solo buscan un lugar seguro, sino también un espacio donde puedan soñar”, expresó Karmen Sakhr, Representante Regional de ACNUR para el sur de América Latina, en el cierre de la actividad que se realizó en Buenos Aires para conmemorar el Día Mundial del Refugiado. Este mensaje no fue solo una expresión de deseo, sino también el principio que dio forma a todas las actividades en los cinco países que cubre la Oficina Regional: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay.

En Paraguay ya es una tradición que el Día Mundial del Refugiado se celebre en la Plaza Italia de Asunción, un punto de referencia para la integración y diversidad cultural en la capital del país. Allí se realizó una Feria de Emprendimientos liderada por personas refugiadas y desplazadas, quienes a través de sus negocios buscan integrarse social y económicamente. Luego de una tarde llena de gastronomía y artesanías, el elenco Barua Rembiapore compartió música y danzas tradicionales paraguayas, en otra demostración de la importancia de generar acciones de encuentro entre la comunidad de acogida y las personas refugiadas.

“Cuando uno emigra deja atrás familia, amigos, sus costumbres, sus raíces; y es difícil, pero no imposible”, dijo Jorge Aguilar, un residente cubano en Uruguay en la conmemoración que se llevó adelante en el Espacio Modelo de Montevideo. El Día Mundial del Refugiado en Uruguay, declarado de interés por el Parlamento de Montevideo, incluyó música, baile, deportes y hasta un cine debate. La violinista Nani Pacheco y el Embajador de Buena Voluntad de ACNUR, Osvaldo Laport, fueron los encargados de dar inicio a la conmemoración. El actor se hizo presente en su propio país y, ante autoridades (el propio intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, participó de las actividades), personal diplomático y personas refugiadas, regaló una interpretación de Imagine en formato de poesía, acompañada en el violín por la emblemática canción de John Lennon.

La tarde continuó con la presentación de La Banda Infantil y Juvenil Latinoamericana de la organización Manos Veneguayas y el grupo de danza infantil Alpargatas Sin Fronteras, quienes reunieron talento local y de otros países para aportar música y baile. El deporte, una herramienta clave para la integración, tampoco faltó a la vita.

Con una clínica de sóftbol a cargo del Club Repecho de Montevideo, pioneros en la inclusión de personas refugiadas y migrantes en el país, los invitados tuvieron la oportunidad de aprender más sobre un deporte poco conocido en la región. Pablo Martínez Pessi, director de las películas uruguayas Tus padres volverán y La nieve entre los dos, que abordan los temas del exilio en el pasado reciente, fue el invitado especial de un cine debate que aportó una mirada histórica clave para entender el fenómeno del desplazamiento forzado.

Allende la cordillera, Chile también demostró su empeño por crear un espacio donde las personas refugiadas y migrantes puedan soñar. La obra teatral Mañana es otro país narra la historia de una niña que debe desplazarse por la fuerza en peligrosas condiciones, mientras imagina un mejor mañana en otro país. Este monólogo de origen belga se presentó en el Centro Cultural de España en Santiago, la capital de Chile, frente a 140 personas (entre ellas, autoridades nacionales, líderes y lideresas de la sociedad civil, miembros de la academia), con la intención de poner a la audiencia en la piel de una persona que debe huir de su hogar. Al terminar, se realizó un conversatorio, que contó con la presencia del Subsecretario de Derechos Humanos, Xavier Altamirano; el conversatorio permitió seguir profundizando en cómo las expresiones artísticas pueden ser mecanismos para tender lazos de empatía y acogida.

Asimismo, entendiendo el deporte como un generador de puentes de solidaridad, junto al Instituto Nacional de Deportes de Chile (IND) y el Comité Olimpico de Chile, ACNUR también organizó varias fechas deportivas para toda la comunidad, pero en especial para niñas y niños chilenos, refugiados y migrantes; el propósito fue impulsar valores como la solidaridad y la valoración de la diversidad. Durante uno de los encuentros deportivos, organizado en el Estadio Nacional, el más grande del país, niñas y niños tuvieron la posibilidad de aprender y compartir con deportistas del Team Chile, que compiten representando al país en instancias internacionales.