En la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, el Alto Comisionado Filippo Grandi elogia a los atletas refugiados como faro de esperanza y paz
En la inauguración de los Juegos Olímpicos de París, el Alto Comisionado Filippo Grandi elogia a los atletas refugiados como faro de esperanza y paz
El Equipo Olímpico de Refugiados en Bayeux, en la región de Normandía, donde han estado entrenando y completando su preparación antes de dirigirse a París.
PARÍS – En la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, instó al mundo a seguir el ejemplo de los equipos de refugiados que compiten, y que promueven la coexistencia pacífica y el respeto mutuo.
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está colaborando con el Comité Olímpico Internacional (COI), el Comité Paralímpico Internacional y la Fundación Olímpica para los Refugiados para apoyar a los refugiados en los Juegos de París.
Filippo Grandi, vicepresidente de la Fundación Olímpica para los Refugiados, asistirá hoy a la ceremonia de apertura en París y ha participado esta mañana en el relevo de la antorcha, representando al ACNUR y a los 120 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo.
“El deporte es un símbolo de esperanza y de paz, que por desgracia escasea en nuestro mundo actual”, declaró Grandi. “El equipo de refugiados es un faro de luz para la gente de todo el mundo. Estos atletas demuestran lo que se puede conseguir cuando se reconoce y se promueve el talento, y cuando la gente tiene oportunidades de entrenar y competir junto a los mejores. Son nada menos que una fuente de inspiración”.
Esta semana, Grandi se convirtió en el tercer galardonado con el Laurel Olímpico, un premio del COI que reconoce los logros sobresalientes en el ámbito de la educación, la cultura, el desarrollo y la paz a través del deporte. Hoy el Alto Comisionado recogerá el premio en nombre de ACNUR en la ceremonia inaugural.
Grandi señaló que los conflictos y las emergencias pueden encontrarse en todos los rincones del mundo, desplazando por la fuerza a millones de personas de sus hogares en países que van desde Sudán a Ucrania, el Estado de Palestina, Myanmar y otros muchos. Grandi se unió al Secretario General de la ONU, António Guterres, para pedir el pleno respeto mundial a la Tregua Olímpica, una costumbre que consiste en detener todas las hostilidades desde antes del inicio hasta la finalización de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. La Asamblea General de la ONU adoptó la tregua para París en noviembre.
“El deporte también es vital para millones de refugiados, de todas las edades y capacidades”, añadió Grandi. “Une a las personas, beneficia la salud mental y física, ofrece a niñas y niños modelos positivos y enseña valiosas lecciones de vida. Apreciamos y valoramos mucho nuestra alianza con el COI y espero verla crecer”, dijo el Alto Comisionado de ACNUR.
En los Juegos de París 2024 participarán 37 valientes atletas refugiados, hombres y mujeres que forman el equipo más numeroso en competir desde la creación de los equipos de refugiados del COI en los Juegos de Río en 2016.
Para más información sobre este tema, contactar con:
- En Paris: Paula Barrachina Esteban, [email protected], +33 6 23 16 11 78
- En Ginebra: Mel Paramasivan, [email protected], +41 79 526 59 48
Nota a los editores:
El Equipo Olímpico de Refugiados está compuesto por 37 atletas, acogidos por 15 Comités Olímpicos Nacionales: Alemania, Austria, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, Israel, Italia, Jordania, Kenia, México, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza. Competirán en 12 disciplinas: atletismo, bádminton, boxeo, breaking, piragüismo, ciclismo, judo, tiro, natación, taekwondo, halterofilia y lucha. El equipo está liderado por la jefa de misión Masomah Ali Zada, que fue miembro del Equipo Olímpico de Refugiados en Tokio y es Colaboradora de Alto Perfil de ACNUR. Los abanderados del Equipo Olímpico de Refugiados (EOR) para la Ceremonia de Inauguración son Cindy Ngamba (boxeo, residente en el Reino Unido) y Yahya Al Ghotany, (taekwondo, residente en Jordania). El primer equipo olímpico de refugiados estaba formado por 10 atletas y compitió en los Juegos de Río 2016. En Tokio, el equipo fue de 29 atletas a pesar de las restricciones impuestas por el COVID.
La composición del Equipo Olímpico de Refugiados se establece a partir de una serie de criterios, principalmente el rendimiento deportivo. Casi todos los atletas han sido seleccionados a través del programa de becas para atletas refugiados del Comité Olímpico Internacional. El COI trabaja con los Comités Olímpicos Nacionales anfitriones para identificar a los atletas refugiados que viven en sus países y que pueden optar a una beca. Las becas están diseñadas para ayudar a los atletas refugiados a entrenarse, no sólo con el objetivo de participar en los Juegos Olímpicos, sino también para desarrollar sus carreras deportivas y construir su futuro. El equipo es elegido por el COI, mientras que las becas y el equipo son gestionados por la Fundación Olímpica para los Refugiados, creada por el COI para proporcionar apoyo constante a los refugiados a través del deporte. El estatuto de refugiado de los miembros del equipo es verificado por ACNUR, que comprueba dicho estatuto con el gobierno del país de acogida. ACNUR no interviene en la determinación de la condición de refugiado de los atletas, ni en la selección de los atletas para el programa de becas o el equipo. Por lo demás, este equipo representa a la población mundial de personas desplazadas. Se ha tenido en cuenta una representación equilibrada de deportes y sexos, así como la distribución geográfica de los países de origen.
ACNUR cree en el poder del deporte para transformar la vida de las personas que se han visto forzadas a huir. Es mucho más que una actividad de ocio. Da a los refugiados la oportunidad de sanar, de desarrollarse y de crecer. ACNUR colabora con diversas organizaciones locales, nacionales e internacionales para aumentar el acceso de los refugiados a actividades deportivas y lúdicas. Trabajamos con el mundo del deporte, los gobiernos, el sector privado, las organizaciones humanitarias, la sociedad civil y otros socios en todo el mundo para garantizar que los refugiados puedan beneficiarse del deporte.
Desde 2014, ACNUR estableció asociaciones estratégicas con organizaciones deportivas para ayudar a cambiar la vida de los refugiados y otras personas desplazadas. La creación de la Fundación Olímpica para los Refugiados por parte de ACNUR y el COI en 2017 reforzó estas alianzas, aportando más iniciativas deportivas específicas a las comunidades desplazadas forzosas. ACNUR también desarrolla asociaciones con el mundo del deporte en general. Las organizaciones de base, los clubes profesionales, las federaciones y asociaciones, las empresas deportivas, los patrocinadores y los deportistas individuales tienen un papel que desempeñar en el aumento del acceso a las instalaciones, el desarrollo de terrenos y campos, la contribución de equipos, la organización de actividades, la formación de jóvenes refugiados y el uso de sus voces para abogar por los refugiados. En 2022, ACNUR lanzó su primera estrategia deportiva global, Más que un juego, que subraya la convicción de la organización en el poder del deporte y su compromiso con el sector para beneficiar a las personas desplazadas y apátridas. Las iniciativas deportivas de ACNUR se llevan a cabo en campos de refugiados, asentamientos y entornos urbanos de todo el mundo, en países como Bangladesh, Chad, Colombia, Jordania, Kenia, Líbano, Libia, México, Ruanda, la RDC y Uganda, por nombrar algunos.
