Los trabajadores del ACNUR celebran la liberación de John Solecki, mientras lloran al colega asesinado
Los trabajadores del ACNUR celebran la liberación de John Solecki, mientras lloran al colega asesinado
GINEBRA, 6 de abril de 2009 (ACNUR) – Trabajadores del ACNUR en todo el mundo saludaron el lunes el regreso a salvo de John Solecki, jefe de la oficina del ACNUR en Quetta, Pakistán, que fue liberado este fin de semana tras dos meses de cautiverio.
"Este es un día muy feliz", dijo el Alto Comisionado António Guterres dirigiéndose a centenares de funcionarios reunidos en la sede del ACNUR en Ginebra el lunes por la mañana. "Todos estábamos extasiados anteayer cuando llegó la noticia y finalmente – tengo que decir que fue uno de los días más felices de mi vida – pude hablar con el en la noche del sábado", añadió Guterres.
Guterres dijo que su conversación telefónica con Solecki en la noche del sábado lo convenció que soportó su calvario "con mucho valor y determinación". "Podemos todos estar muy orgullosos de él y pienso que lo mismo se pueda decir con respeto a su familia", afirmó Guterres.
Solecki fue secuestrado el 2 de febrero mientras se dirigía en coche a la oficina de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán, acompañado por el experimentado chofer del ACNUR Syed Hashim, que fue asesinado en la misma circunstancia. Los secuestradores declararon pertenecer al desconocido Frente Unido para la Liberación de Baluchistán.
Un mensaje enviado por los secuestradores en la noche del sábado permitió localizar a Solecki, 49 años, en la localidad de Khadkhutcha, 50 kilómetros al sur de Quetta. Solecki salió de Pakistán el domingo y antes de poder viajar a Estados Unidos para reunirse con su familia, tendrá que someterse a exámenes médicos.
"Esto no hubiera sido posible sin el extraordinario trabajo, inteligencia, desempeño y valor de nuestro equipo en Pakistán, así como del equipo en Ginebra", dijo Guterres mientras un gran aplauso se desataba de los siete pisos de balcones internos que dominan el atrio de la sede del ACNUR, donde estaban reunidos los funcionarios. "Espero que John se pueda reunir pronto con nosotros y ese será un gran momento para todos", añadió Guterres.
A pesar de la alegría por la liberación de Solecki, Guterres expresó el pésame de los trabajadores del ACNUR por la pérdida de Syed Hashim, que estuvo trabajando con la agencia en los últimos 17 años y murió durante el secuestro, dejando una esposa y cuatro hijos. Hashim fue recordado con un minuto de silencio.
El Alto Comisionado también se declaró preocupado por los crecientes peligros a los que se exponen los trabajadores humanitarios e invocó el respeto de los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad e independencia.
"Es importante que en este momento de celebración no olvidemos a otros colegas que se encuentran en estas dramáticas circunstancias", dijo, refiriéndose a los trabajadores de Naciones Unidas, del Comité Internacional de la Cruz Roja y de las ONG en cautiverio en todo el mundo. Recién el fin de semana dos trabajadores de la organización no gubernamental francesa Aide Medicale Internationale fueron secuestrados en Sudán, en la región de Darfur.
"Tenemos que asegurarnos que eventos de este tipo no sigan multiplicándose, ya que representan una seria amenaza a la comunidad humanitaria y reducen nuestro espacio operacional, además causar preocupaciones enormes en cada uno de nosotros".
Guterres concluyó diciendo que es esencial que los trabajadores humanitarios de las Naciones Unidas sean percibidos como intermediarios honestos y actores independientes, afirmado que, sin embargo, "no es cosa fácil".