Diez municipios de Chile son reconocidos por sus buenas prácticas para fortalecer la integración de las personas refugiadas

SANTIAGO – Una decena de municipalidades de distintas regiones de Chile recibieron un reconocimiento por su destacado trabajo para fortalecer la inclusión social, la convivencia comunitaria y la interculturalidad en sus barrios, beneficiando no solamente a las personas en situación de movilidad humana sino también a las comunidades que les han abierto las puertas.

Los proyectos municipales, distinguidos por el Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG), ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados y Organización Internacional para las Migraciones (OIM) consideran distintas áreas como educación, apoyo integral a las familias, trabajo con organizaciones de la sociedad civil y apoyo en convalidación de estudios, entre otras. 

Luis Eduardo Thayer, Director Nacional de SERMIG, resaltó la importancia de las políticas locales en la gestión de la movilidad humana: “Al asumir, decidimos avanzar con un instrumento a través del Departamento de Inclusión y el Sello Migrante, con el objetivo brindar apoyo a los gobiernos locales”, afirmó.

“Los gobiernos locales son claves en la integración de las personas refugiadas. Son quienes están en la primera línea de atención y de los cuales dependen una gran cantidad de servicios a los cuales acceden las personas, por lo tanto, es muy relevante reconocer el trabajo que estas diez municipalidades han realizado para crear y desarrollar proyectos innovadores que permiten hacer cambios tangibles en la vida de las personas, entre ellas, las refugiadas y migrantes”, destacó Delfina Lawson, Oficial de Protección de ACNUR en Chile. “Cada una de estas iniciativas y la dedicación de funcionarios y funcionarias son un paso muy relevante para la integración efectiva de las personas, beneficiando también a las comunidades que les han acogido”, agregó.

Dentro de las iniciativas destacadas se encuentra la “Escuela de Educación Intercultural de la Mesa Niñez Migrante”, de la Municipalidad de Viña del Mar, una acción desarrollada en la Escuela UNESCO y en la Escuela Aldo Francia, donde se ha incentivado la participación de toda la comunidad educativa. El modelo se ha diseñado para fomentar el respeto, la comprensión y la aceptación de las diversas culturas de los y las estudiantes en los centros de enseñanza, lo que considera iniciativas como la modificación del currículum escolar considerando su participación en las planificaciones de diversas asignaturas.

Para Verona Rodríguez, Coordinadora Oficina Migrantes de la Municipalidad de Viña del Mar, “la iniciativa nace de la necesidad de hablar sobre la niñez refugiada y migrante de manera específica y de aprender y reflexionar en conjunto”. “Desde ahí surge una mesa que busca promover y proteger los derechos de niñas, niños y adolescentes en movilidad humana, relevar su riqueza e identificar las barreras que hay para la inclusión. Partimos en una escuela con una alta matrícula de estudiantes extranjeros y la escuela tenía mucho interés en trabajar estos temas. La recepción ha sido maravillosa”, valoró.

Otras de las iniciativas premiadas fueron las “Jornadas de Capacitación y Asesoría para la Revalidación y Reconocimiento de Títulos Obtenidos en el Extranjero”, lideradas por la Municipalidad de La Reina; el “Diagnóstico Comunal de Niños, Niñas y Adolescentes en Movilidad Humana”, de la Municipalidad de Los Andes; la “Mesa de convivencia y Educación Intercultural”, impulsada por la Municipalidad de Temuco, y el “Proyecto MigraUdeC: Trabajo Social Intercultural”, de la Municipalidad de Hualqui, entre otros proyectos.

“Apoyar a personas refugiadas y migrantes no solo les ayuda a ellas, sino también a las comunidades que las reciben. Integrar a estas personas trae nuevas ideas, habilidades y talentos que enriquecen la cultura local. Además, algunos de estos proyectos generan empleo, fomentan el emprendimiento y mejoran servicios como la educación y la salud, beneficiando a todos”, concluyó Lawson.