Se adoptó la Declaración de Rabat para mejorar la salud de las personas refugiadas y migrantes
Se adoptó la Declaración de Rabat para mejorar la salud de las personas refugiadas y migrantes
Representantes de ministerios y gobiernos han adoptado la Declaración de Rabat, un revolucionario instrumento con el que se busca fortalecer el compromiso global para mejorar la salud de las personas refugiadas y migrantes.
La adopción se dio en una serie de sesiones de alto nivel durante la Tercera Consulta Mundial sobre la Salud de los Refugiados y los Migrantes, que tuvo lugar del 13 al 15 de junio de 2023. El Reino de Marruecos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial para las Migraciones (OIM) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) fueron coanfitriones del evento, al cual asistieron representantes gubernamentales de cuarenta y ocho Estados miembros de la ONU[1], así como observadores y representantes de organizaciones humanitarias, de la sociedad civil, de comunidades refugiadas y migrantes, y de agencias de la ONU.
Con este encuentro se pretendía impulsar la inclusión de las personas refugiadas y migrantes en los sistemas nacionales de salud como parte de un esfuerzo global en torno a la cobertura médica universal. Asimismo, se buscaba trabajar para desarrollar una capacidad de prevención, preparación y respuesta ante emergencias sanitarias que sea resistente y sostenible.
Una de cada ocho personas en el mundo es migrante o ha sido forzada a desplazarse por diversos motivos, como conflictos, persecuciones, degradación ambiental, inseguridad o falta de oportunidades.
Luego de haber evaluado los avances hechos en cuanto a la salud de las personas refugiadas y migrantes, considerando los aprendizajes derivados de la pandemia de COVID-19, los países que apoyan la Declaración de Rabat se comprometen a:
- acelerar los esfuerzos para mejorar la salud tanto de las personas refugiadas y migrantes como de las comunidades de acogida;
- abordar las causas profundas que influyen negativamente en la salud de estas personas y comunidades; y
- trabajar para lograr que en las políticas nacionales relativas a refugiados y migrantes se incluyan consideraciones acerca de la salud y la protección social.
En la declaración se reafirma también el derecho de todo ser humano – incluidas las personas refugiadas y migrantes – al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental.
En la declaración se subraya que, para alcanzar estos objetivos, es necesario reconocer las certificaciones de los profesionales de la salud, mejorar los canales de información y de comunicación para contrarrestar los prejuicios y la desinformación, garantizar entornos de trabajo seguros para los refugiados y los migrantes, así como invertir en sistemas de datos inclusivos y adecuados y en investigaciones mundiales de alta calidad.
Los países que han manifestado su apoyo a la declaración se comprometen a incluir a las poblaciones refugiadas y migrantes y a las comunidades de acogida en las políticas y planes para la prevención, preparación, respuesta y recuperación frente a pandemias y otras emergencias de salud pública; a la vez, se comprometen a fortalecer la colaboración internacional y transfronteriza.
Las partes interesadas se comprometen, asimismo, a fomentar mecanismos de financiación inclusivos con miras a reducir las presiones presupuestarias sobre los sistemas nacionales y promover la participación significativa de las personas refugiadas y migrantes en los debates sobre políticas de salud, a fin de identificar y diseñar intervenciones adecuadas para sus necesidades sanitarias.
Palabras de altos funcionarios:
“El que este encuentro se haya llevado a cabo en el Reino de Marruecos supone un apoyo a los incansables esfuerzos que ha hecho nuestro país en favor de la justicia social, con el convencimiento de que la salud es un derecho fundamental de todas las personas, incluidas las refugiadas y migrantes. En este contexto, el fenómeno de la migración y el asilo siempre ha sido parte integral de la historia del Reino de Marruecos, pues, por un lado, se le considera punto de intersección entre África, Europa y Medio Oriente; y, por otro, se percibe como punto de tránsito, país receptor y lugar seguro para toda persona que necesite protección”.
Khalid Ait Taleb, Ministro de Salud y Protección Social, Reino de Marruecos
“Las personas refugiadas y migrantes enfrentan amenazas significativas para la salud y se topan con importantes obstáculos que les impiden acceder a los servicios sanitarios que necesitan. Proteger su salud y su dignidad durante sus travesías, que con frecuencia son peligrosas, y en los países de acogida es una cuestión de derechos humanos y de decencia humana, pues ‘salud para todos’ implica ‘todas las personas’, incluidas las refugiadas y migrantes”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General, Organización Mundial de la Salud
“El objetivo último de esta consulta es promover intervenciones adecuadas que mejoren, protejan y salvaguarden la salud y el bienestar de todas las personas refugiadas y migrantes y de las comunidades de acogida. Este objetivo no puede lograrse sin que exista el compromiso político para ello y sin un enfoque que abarque todas las instancias gubernamentales, lo que implica hacer partícipes a representantes de ministerios – de salud, de finanzas, de asuntos exteriores, del interior, de planificación – y a otros altos funcionarios”.
Ahmed Al-Mandhari, Director Regional para el Mediterráneo Oriental, Organización Mundial de la Salud
“El día de hoy, los Estados miembro se comprometieron a no dejar a nadie atrás al atender las necesidades sanitarias de las personas desplazadas por la fuerza. Este compromiso – que no solo consiste en incluir a los refugiados y migrantes y a las comunidades que los acogen en las políticas y planes nacionales de salud, sino también en incluirles de forma positiva en los debates sobre las políticas en la materia – es un impulso importante hacia la cobertura sanitaria universal y merece recibir apoyo generalizado”.
Raouf Mazou, Alto Comisionado Auxiliar para las Operaciones de ACNUR
“La OIM se siente alentada por la Declaración de Rabat, puesto que en ella se definen compromisos de gran calado para promover la salud de las personas refugiadas y migrantes. Esta consulta será decisiva, ya que encarna el compromiso político de los gobiernos para potenciar la colaboración mundial y el apoyo mutuo con el fin de mejorar la salud de refugiados y migrantes, así como orientar futuras reuniones y foros de alto nivel sobre salud y migración”.
Othman Belbeisi, Director Regional de la Oficina Regional para Medio Oriente y Norte de África de la OIM
Notas para la prensa
La Tercera Consulta Mundial sobre la Salud de los Refugiados y los Migrantes fue una valiosa plataforma para un diálogo útil y sostenido sobre la salud de las personas refugiadas y migrantes en diferentes sectores. Asimismo, brindó la oportunidad de examinar los progresos, así como los nuevos retos y oportunidades para ampliar el alcance de las acciones, sin dejar de observar los principios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Pacto Mundial sobre los Refugiados, el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, y el Plan de Acción Mundial de la OMS.
El objetivo de la Tercera Consulta Mundial consistió en orientar las decisiones normativas, contribuir a las metas internacionales pertinentes y promover la aplicación de intervenciones adecuadas que mejoren, protejan y preserven la salud y el bienestar de las personas refugiadas y migrantes y de las comunidades de acogida.
Para obtener más información, favor de contactar a:
- OMS: [email protected]
- OIM: Safa Msehli, [email protected]
- ACNUR: Olga Sarrado, [email protected]
[1] Argelia se reserva su posición sobre el tercer apartado del preámbulo de la Declaración de Rabat.