ACNUR conmocionado y apenado por el ataque a una "zona de acogida de refugiados" malienses
ACNUR conmocionado y apenado por el ataque a una "zona de acogida de refugiados" malienses
Aproximadamente a las 15h00, el puesto militar en la zona de acogida de refugiados del área de Tazalit, en la región de Tahoua, en la frontera con Malí fue atacado por individuos armados, cuyas identidades aún se desconocen. El ataque se saldó con la muerte de 22 militares de Níger y con cinco heridos. Según las informaciones, otros tres militares que también se encontraban en el puesto en ese momento, lograron escapar ilesos. Esta "zona de acogida de refugiados" aloja actualmente a casi 4.000 refugiados, sin embargo ninguno resultó herido durante el ataque.
Los asaltantes habrían llegado al lugar en dos camionetas. Testigos afirman que, tras el ataque, los asaltantes permanecieron durante 2 horas en la zona y que saquearon el centro de salud, robando todas las existencias médicas vitales. También quemaron una ambulancia de ACNUR. Ningún miembro del personal de ACNUR o de sus socios estaba presente cuando ocurrió el ataque. Finalmente, los asaltantes robaron un vehículo militar y huyeron antes de la llegada de refuerzos.
Este no es el primer ataque contra las fuerzas de seguridad que custodian los campamentos de refugiados malienses en Níger. El 10 de septiembre, individuos armados atacaron un puesto de seguridad en el campamento de Tabareybarey en la región de Tillabery, que también se encuentra en la frontera con Malí y que acoge a casi 10.000 refugiados. Una joven refugiada maliense de 18 años fue asesinada, así como un niño refugiado de 5 años. Otras cinco personas recibieron disparos.
ACNUR condena enérgicamente estos actos de violencia contra las personas que estaban trabajando para proteger y garantizar la seguridad de los refugiados malienses vulnerables, que se han visto obligados a huir de su país desde que la violencia y la guerra civil estallaron en 2012. ACNUR también está preocupado por el creciente número de incidentes violentos en las regiones occidentales de Níger en la frontera con Malí, incluyendo emboscadas, robos a mano armada e incidentes provocados por minas antipersona.
Inmediatamente después de los ataques, ACNUR envió un equipo desde Niamey hasta el lugar para identificar las necesidades y ofrecer asistencia. Responsables de ACNUR también viajarán a la zona el sábado para reunirse con la comunidad y las autoridades y expresar su apoyo y solidaridad.
Pese a la firma del Acuerdo de Paz de Argel en junio de 2015 entre varias de las partes implicadas en el conflicto en Malí, la violencia entre comunidades y entre grupos étnicos en la zona norte del país no ha cesado, obligando a más refugiados a huir al país vecino, Níger. Las fuerzas de la MINUSMA en Kidal, en el norte de Malí, también sufrieron ataques y bajas durante la semana.
Níger actualmente acoge a más de 60.000 refugiados malienses, de los cuales más de 5.000 han llegado desde principios de 2016. Níger también alberga a más de 80.000 refugiados nigerianos en el este del país. ACNUR agradece la solidaridad mostrada por el gobierno de Níger al recibir a refugiados vulnerables que huían de Malí y del norte de Nigeria. El memorando de entendimiento (MdE) de ACNUR con el gobierno de Níger en relación con la prestación de servicios de seguridad en los campamentos de refugiados y zonas de acogida fue modificado en agosto para incluir a los campamentos de la región de Diffa, que acogen a refugiados que huyen de Boko Haram.