ACNUR pide un trato humano para los refugiados
ACNUR pide un trato humano para los refugiados
En Serbia, ACNUR y las autoridades nacionales están trabajando para responder a las necesidades humanitarias de más de 10.000 refugiados y otras personas que han llegado al país tras las dramáticas escenas de los últimos días ocurridas en la frontera de Grecia con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM).
La gente sigue cruzando la frontera entre Grecia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia en grupos de hasta 300-400 personas, que posteriormente continúan su viaje en tren o en autobús hacia Serbia. En estos momentos, ACNUR prevé que durante los próximos días se mantendrán las llegadas a un ritmo diario de hasta 3.000 personas.
Si bien la situación se ha estabilizado considerablemente desde las caóticas escenas vividas a finales de la semana pasada, ACNUR sigue preocupado por las condiciones en que estas personas realizan el viaje. Muchos proceden de países afectados por la violencia y los conflictos, como es el caso de Siria y Afganistán. Estas personas llegan a menudo agotadas físicamente y traumatizadas psicológicamente, por lo que necesitan asistencia médica y humanitaria, sobre todo aquellos más vulnerables como los enfermos, las embarazadas y las personas mayores. Es vital que estas personas reciban un trato humano y una asistencia esencial. Esto incluye tanto responder a las necesidades básicas, como respetar plenamente la dignidad y los derechos humanos de los refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes.
En vista de lo anterior, y teniendo en cuenta las preocupaciones legítimas de los gobiernos de la región a causa de las crecientes llegadas de solicitantes de asilo e inmigrantes, ACNUR hace un llamamiento a los gobiernos implicados para que implementen medidas de gestión de fronteras con humanidad y conforme a sus obligaciones internacionales. Se debe garantizar la unidad familiar y la protección de las personas con necesidades específicas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados ha desplegado personal en puntos clave, como las zonas fronterizas, para ayudar a abordar algunas de las necesidades de protección. En coordinación con las autoridades y junto con sus socios, ACNUR ha distribuido alimentos y agua, y también está proporcionado algunos refugios, esteras para dormir y mantas. Asimismo ACNUR está preparado para ofrecer más apoyo a los gobiernos implicados.
En términos generales, ACNUR está preocupado por la sostenibilidad de la situación. Los refugiados e inmigrantes que se dirigen desde Grecia a los Balcanes Occidentales son un síntoma de un problema mucho más amplio: los niveles récord actuales de desplazamiento forzoso provocado por los conflictos en Siria y en otras partes del mundo. Está claro que esta situación no puede ser resuelta por un solo Estado, sino que requiere de manera urgente una respuesta europea integral basada en la solidaridad y el reparto equitativo de la carga. Todos los países europeos y la UE deben actuar de manera conjunta y ayudar a aquellos países que ya han visto superada su capacidad, como Grecia, la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Serbia. Esta asistencia debe incluir apoyo para reforzar la capacidad de estos Estados y asistencia para una redistribución equitativa de los refugiados y solicitantes de asilo en toda la Unión Europea.
Más allá de las fronteras inmediatas de la UE, en la región cercana a Siria, el número de refugiados continúa aumentando tras los nuevos registros en Turquía y actualmente asciende a 4.089.023 personas. Este incremento neto ha tenido lugar incluso a pesar de la desactivación reciente de unas 58.000 personas en la base de datos de refugiados del Líbano. A fin de evitar una situación en la que más personas se vean obligadas a dejar estos países vecinos a Siria y trasladarse a Europa u otros lugares, es imprescindible intensificar el apoyo a los países de primer asilo. Actualmente, el Plan de ayuda Regional para los Refugiados y la Resiliencia (3RP) en respuesta a la crisis siria apenas cuenta con el 33 por ciento de los fondos necesarios.
En la región de Siria, donde ACNUR gestiona el registro, la Agencia lleva a cabo ejercicios de verificación regulares para actualizar la información sobre los refugiados sirios registrados, revisar sus necesidades y desactivar los expedientes de aquellos que se considera que ya no están presentes sus países de asilo, tras haber intentado contactar con ellos en varias ocasiones.
Los refugiados sirios en el Líbano, al igual que en otras partes de la región, se están hundiendo cada vez más en la pobreza extrema: hace tiempo que han agotado sus ahorros y recursos tras más de cuatro años de crisis. Los resultados preliminares de un estudio reciente sobre vulnerabilidad muestran que un 70 por ciento de familias sirias refugiadas en el Líbano viven por debajo del umbral nacional de pobreza de 3,84 dólares por persona y día; mientras que en 2014 la cifra era alrededor de un 50 por ciento. De este mismo estudio se desprende que hay un aumento de un 30 por ciento respecto al año pasado de los refugiados que no tienen comida suficiente y, por tanto, recurren a comportamientos nocivos para sobrevivir, como comprar comida pidiendo créditos o sacar a los niños de la escuela y mendigar. Esta misma situación es cada vez más común en Jordania, donde un estudio reciente sobre vulnerabilidad halló que más del 85 por ciento de los sirios están viviendo por debajo del umbral nacional de pobreza de 3,2 dólares al día.
De los 4.089.023 refugiados sirios que viven en países de acogida vecinos, 1.113.941 se encuentran en el Líbano, 629.245 en Jordania, 250.408 en Irak, 132.375 en Egipto y 1.938.999 en Turquía, donde las autoridades turcas gestionan el registro. Además, unos 24.000 refugiados sirios están registrados en otros países del Norte de África. Puedes encontrar más información en la web de ACNUR: http://data.unhcr.org/syrianrefugees/regional.php