ACNUR solicita apoyo urgente para casi 16.000 personas que huyeron de una masacre en Burkina Faso
ACNUR solicita apoyo urgente para casi 16.000 personas que huyeron de una masacre en Burkina Faso
Para ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, resulta alarmante la escalada de violencia ejercida por grupos armados contra la población civil de Burkina Faso, lo cual ha forzado a miles de personas a huir y, en consecuencia, ha aumentado la presión sobre los recursos humanitarios por la inseguridad que se apodera del centro del Sahel.
Desde el 12 de junio, casi 16.000 burkineses – en su mayoría, mujeres, niñas y niños – llegaron a Dori, al noreste de Burkina Faso, luego de haber huido de un brutal ataque de hombres armados en Seytenga, un pueblo a 15 kilómetros de la frontera con Níger. Se espera que lleguen más personas en los próximos días; al propio tiempo, se reporta que 360 personas han ingresado a la región de Tillabéri, en Níger, un número que se suma a los 15.500 burkineses que han sido forzados a huir. Las autoridades y la población local en la ciudad de Tera han acogido y dado la bienvenida a las personas recién llegadas, a pesar de que las propias familias nigerinas cuentan con recursos limitados.
La crisis de desplazamiento en Burkina Faso es una de las que crece con mayor rapidez en el mundo: de acuerdo con las cifras del gobierno, el número de personas desplazadas internas (PDI) llegó a 1,9 millones en abril. Otros países en el Sahel – Chad, Malí y Níger – enfrentan también una combinación de violencia, pobreza y efectos del cambio climático. En la última década, más de 2,5 millones de personas han abandonado sus hogares en la región del Sahel.
El ataque más reciente tuvo lugar la noche del 11 al 12 de junio. En él, al menos 79 personas fueron asesinadas por hombres armados, aunque la prensa estima que el número de muertes es mucho mayor. Se trata del incidente más letal en Burkina Faso desde junio de 2021, cuando más de 130 personas fueron asesinadas en una masacre cerca de Solhan.
Las personas que llegaron a Dori indicaron que los hombres armados iban de puerta en puerta buscando hombres adultos para matarlos, en otras palabras, muchas personas presenciaron la muerte de sus padres o esposos. Casi dos tercios de las personas que huyeron de Seytenga tienen menos de 18 años.
Muchas de ellas fueron recibidas por las comunidades de acogida y por las familias desplazadas que ya se encontraban en Dori; otras tantas se guarecieron en centros de tránsito y recepción de refugiados. Sin embargo, cientos duermen en las calles.
En colaboración con el Gobierno, ACNUR y sus socios se esfuerzan por fortalecer la respuesta de emergencia. Las necesidades más urgentes incluyen albergue; artículos esenciales; servicios de agua, saneamiento e higiene; y apoyo psicosocial. No obstante, los grupos armados irregulares han atacado la infraestructura y los suministros de agua en el país; por ejemplo, recientemente hubo un ataque contra el principal suministro de agua de Dori. En ese contexto, las necesidades de agua, saneamiento e higiene quizás aumenten rápidamente.
Con el apoyo de organizaciones humanitarias, las autoridades regionales han comenzado a reubicar a las familias que estaban durmiendo a la intemperie a sitios para refugiados y PDI en Dori; al mismo tiempo, se han identificado lotes para dar acogida a las personas que lleguen en el futuro. ACNUR y sus socios se están preparando para fortalecer el suministro de albergues de emergencia y artículos de primera necesidad, que incluyen colchonetas, jabones y utensilios de cocina, para más de 1.000 familias.
De igual forma, ACNUR se esfuerza por identificar a las personas recién llegadas con necesidades de protección, como niñas, niños y sobrevivientes de violencia sexual y de género, para que puedan recibir la atención que requieren.
A pesar de las crecientes y agudas necesidades, ACNUR en Burkina Faso requiere $109,9 millones de dólares (USD) para 2022, pero apenas se ha recibido el 20%. ACNUR insta a la comunidad internacional a mostrar más solidaridad y brindar más apoyo a Burkina Faso, lo que incluye proporcionar fondos para las operaciones humanitarias que buscan salvar vidas.
Con olas sucesivas de desplazamiento, el pueblo de Dori ha crecido tres veces su tamaño: en él viven casi 76.000 burkineses desplazados, así como 20.000 personas refugiadas de Malí. ACNUR ha colaborado con el Gobierno en la inclusión de las personas refugiadas en los servicios nacionales, como la educación y la atención médica. No obstante, sumada a la creciente inflación, la competencia por los recursos – como el agua y la tierra para cultivos y pastizales – está presionando los servicios básicos, y la escasez de suministros esenciales, como el combustible, está poniendo a prueba la coexistencia pacífica de las distintas comunidades.
Para obtener más información con respecto a este tema, favor de contactar a:
- En Ouagadougou, Melike Trigg, [email protected], +226 65 00 01 52
- En Ginebra, Matthew Saltmarsh, [email protected], +41 79 967 99 36