Aumenta el desplazamiento interno en Yemen
Aumenta el desplazamiento interno en Yemen
Yemen está viviendo una nueva ola de desplazamiento interno a medida que decenas de miles de civiles huyen de los enfrentamientos entre las tropas del gobierno y los grupos armados en el sur.
La situación es especialmente complicada en la gobernación de Haradh, al norte de la capital, Sanaa, donde, según las autoridades yemeníes, los enfrentamientos esporádicos entre tribus han desplazado a unas 52.000 personas en los últimos tres meses. Estas personas se añaden a los aproximadamente 314.000 yemeníes que ya están desplazados en el norte y que no pueden regresar a sus casas en la gobernación de Saada.
Pese al acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Yemen y la milicia Al-Houthi en junio de 2010, la situación en el norte de Yemen sigue siendo inestable. La inseguridad dificulta el regreso a gran escala y el acceso a la ayuda humanitaria. ACNUR continúa gestionando dos campos para yemeníes desplazados en el norte y ha estado ofreciendo asistencia a personas desplazadas internas (IDPs por sus siglas en inglés) en los campos y en las comunidades de acogida.
Mientras tanto, en el sur, al menos 1.800 personas se han visto obligadas a huir de sus hogares en las últimas dos semanas por la última escalada de violencia entre las tropas del gobierno y las milicias en la gobernación de Abyan. Los desplazados de la ciudad de Jaar se suman ahora a los más de 150.000 desplazados que hay en el sur. Esto incluye prácticamente a la totalidad de la población de las ciudades de Zinjibar, Khanfar y Al-Kud desplazados desde el comienzo del conflicto el pasado mes de mayo. ACNUR estima que otras 120.000 personas están en riesgo de desplazamiento.
Muchos habitantes de Jaar huyeron cuando vieron que se aproximaban los combates. Como no había plazas suficientes en los autobuses locales, el precio del alquiler de vehículos se triplicó. El viaje a Adén, que normalmente dura unos 30 minutos, se ha prolongado por más de cinco horas por caminos alternativos mal preparados y en minibuses sobrecargados. Cada día llega más gente.Desde mayo, la mayoría de los desplazados internos en el sur han encontrado refugio en Adén y en otras ciudades y zonas de Abyan donde tienen familia o fuertes vínculos tribales. Otros han buscado cobijo en escuelas. Hoy en día, más de 20.000 desplazados internos se encuentran alojados en 74 escuelas públicas.
La operación de ACNUR en Yemen ha atendido a más de 80.000 personas en cinco gobernaciones del sur. También se han rehabilitado bastantes edificios vacíos para ofrecer un refugio temporal a unos 2.000 desplazados, liberando así las escuelas para unos 3.000 estudiantes. Junto con sus socios, ACNUR está posicionando materiales y coordinando los esfuerzos para atender las necesidades de los nuevos desplazados. El mayor reto sigue siendo el alojamiento. Las escuelas que cobijan a desplazados en Adén ya están al límite de su capacidad y la comunidad local no puede acoger a más personas. Con las recientes llegadas ya hay 20 personas por clase viviendo en algunas escuelas. Algunos desplazados sólo han podido encontrar espacio en el patio de los colegios o en los pasillos.
A la luz de este aumento del desplazamiento y de la creciente inseguridad que están limitando los movimientos del personal de ACNUR en el sur y en el norte, la Agencia de la ONU para los Refugiados ha establecido grupos y redes de supervisión entre la población, a quienes ha formado para la detección de riesgos de protección y de las necesidades más urgentes de los desplazados internos con el fin de alertar a ACNUR y ayudar a que se continúe proporcionando asistencia y protección. ACNUR tiene previsto duplicar el número de redes este año.
Como parte del equipo de Naciones Unidas en el país, ACNUR está preparando la propuesta con las necesidades de financiación para la emergencia, atendiendo a la grave crisis humanitaria a la que se enfrentan los nuevos desplazados internos tanto en el norte y como en el sur de Yemen. Para 2012 ACNUR está solicitando 60 millones de dólares para poder atender las necesidades de unos 216.000 refugiados y casi medio millón de desplazados internos en este país.