Continúa el desplazamiento forzado en la República Centroafricana
Continúa el desplazamiento forzado en la República Centroafricana
La Agencia de la ONU para los Refugiados sigue siendo testigo del desplazamiento forzado tanto en el interior de la República Centroafricana (RCA), como más allá de las fronteras del país. Dentro de la RCA en estos momentos hay unos 206.000 desplazados internos. Desde mediados de julio, ACNUR ha observado la llegada de 4.125 nuevos refugiados centroafricanos a la zona de Moissala, en el sur de Chad.
En la actualidad hay 62.714 refugiados que han huido a los países vecinos desde que estallara la última crisis en la República Centroafricana en diciembre del pasado año. De ellos, 40.500 se encuentran en la República Democrática del Congo, 13.087 en Chad, 4.841 en la República del Congo y 4.286 en Camerún.
ACNUR permanece extremadamente preocupado por la situación en el interior de la República Centroafricana, donde se siguen recibiendo continuas denuncias sobre la prevalencia de anarquía e inseguridad en muchas áreas. En Bangui, un miembro del personal local de la ONU fue víctima en la noche del domingo de un ataque por parte de delincuentes pertenecientes a las fuerzas rebeldes conocidas como Seleka. Estas personas irrumpieron en su domicilio a medianoche y le ordenaron que les entregara todo el dinero, para a continuación llevarse su bicicleta y dispararle en el pecho. El trabajador humanitario se está recuperando de sus heridas. Asimismo, otro miembro del personal local de la ONU fue herida de gravedad, mientras que su esposo fue asesinado durante un incidente similar hace una semana. Este tipo de ataques nocturnos se han vuelto cada vez más frecuentes en Bangui, la capital de la RCA.
En las zonas rurales existe un temor generalizado entre la población civil, que en algunos casos está respondiendo mediante la organización de grupos de autodefensa. En la mañana de ayer, así como el día anterior, se registraron enfrentamientos entre la población local y elementos del grupo rebelde Seleka en Beboura, una localidad situada a 30 km de Paoua, un pueblo cercano a la frontera con Chad. Los heridos han sido transportados a un hospital de Paoua, aunque aún se desconoce la cifra exacta. Por otra parte, el fin de semana pasado ACNUR también recibió informes acerca del asesinato de dos personas a manos de hombres armados presuntamente afiliados a Seleka en Bossangoa, en el noroeste de la prefectura de Ouham. Otras treinta personas habrían sido asesinadas por Seleka en la misma región.
El acceso por parte de los trabajadores humanitarios sigue siendo difícil, si bien en estos momentos ACNUR cuenta con un mejor acceso a los campos de refugiados en Bambari, Batalimo y Zemio, situados en el centro y sur de la República Centroafricana. En conjunto, estas regiones albergan a 11.252 refugiados, en su mayoría congoleños y sudaneses. La semana pasada ACNUR completó una segunda distribución de alimentos en los campamentos, así como de mosquiteras, mantas, lonas plásticas y utensilios de cocina para 8.000 refugiados y 796 personas vulnerables pertenecientes a la población local de acogida.
ACNUR reitera su llamamiento al gobierno de la República Centroafricana para que haga todo lo posible para garantizar la seguridad y la protección de las personas y de sus bienes en todo el país, con el fin de evitar nuevos desplazamientos de población y más sufrimiento.
La Agencia de la ONU para los Refugiados también hace un llamamiento a los donantes públicos y privados para que den su apoyo a esta crisis olvidada. Hasta el viernes pasado, la operación de ACNUR en la República Centroafricana había recibido menos del 30 por ciento de los fondos necesarios. En concreto, hasta el momento se han recibido 8 millones de dólares de 28,8 millones necesarios para ayudar a los refugiados centroafricanos en los países vecinos.