El ACNUR trabaja para resolver tres situaciones de refugiados prolongadas en África
El ACNUR trabaja para resolver tres situaciones de refugiados prolongadas en África
El ACNUR está poniendo en práctica un conjunto de estrategias integrales para resolver tres de las situaciones por las que atraviesan desde hace tiempo los refugiados de África, concretamente la situación de los refugiados angoleños, liberianos y ruandeses.
Estas estrategias – que anunció por primera vez en el año 2009 el Comité Ejecutivo, órgano de gobierno del ACNUR – tienen por objeto buscar soluciones para el mayor número posible de refugiados de Angola, Liberia y Ruanda, tanto en sus países de origen como en sus países de asilo.
Entre las soluciones adoptadas cabe mencionar la intensificación de la repatriación voluntaria acompañada de paquetes de asistencia para ayudar a los antiguos refugiados a reintegrarse o la búsqueda de una condición jurídica alternativa que les permita continuar residiendo en el país de asilo. Tras muchos años de exilio, numerosos refugiados de Angola, Liberia y Ruanda han establecido sólidos vínculos con sus comunidades de acogida, incluso han contraído matrimonio con miembros de dichas comunidades. El ACNUR espera que los países de asilo concedan permisos de residencia a estas personas e incluso la ciudadanía en los casos en los que la legislación de dichos países lo permita. Por ejemplo, en África Occidental, los liberianos pueden obtener permisos de residencia y de trabajo, lo que les permite permanecer en el país de asilo como ciudadanos de la CEDEAO.
En la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y en la Convención de la OUA por la que se regulan los aspectos específicos de problemas de los refugiados en África de 1969 se previeron cláusulas de cesación en virtud de las cuales la condición de refugiado cesa cuando en el país de origen se han producido cambios fundamentales y duraderos y ya no existen las circunstancias que obligaron a los refugiados a huir. Y este es el caso de estos tres países de origen. El ACNUR recomienda que se aplique la cesación a los refugiados de Angola que huyeron del país a consecuencia de los conflictos ocurridos entre 1961 y 2002, a los refugiados de Liberia que huyeron de las guerras civiles que tuvieron lugar entre 1989 y 2003 y a los refugiados de Ruanda que huyeron entre 1959 y 1998.
La aplicación de la cláusula de cesación por los Estados no significa que todos los refugiados de Angola, Liberia y Ruanda pierdan automáticamente su condición de refugiados o que de los países de origen no vayan a salir más refugiados. La cláusula de cesación no se aplicará a los refugiados que teman, por motivos justificados, ser objeto de persecución ni a los refugiados que tengan motivos serios para no regresar a su país debido a las persecuciones sufridas en el pasado. El ACNUR está colaborando estrechamente con los gobiernos para proteger los derechos de los refugiados en estos casos, coincidiendo con la puesta en práctica de las estrategias integrales. La cesación tampoco se aplicará a ningún refugiado angoleño, liberiano o ruandés que tenga pendiente la resolución de una solicitud de asilo.
Además, el ACNUR apela a los gobiernos para que adopten una decisión definitiva y justa en relación con todas las solicitudes nuevas o pendientes presentadas por los refugiados de Angola, Liberia y Ruanda, sin tener en cuenta el momento en el que fueron presentadas.
El ACNUR recomienda a los Estados que sigan aplicando todos aquellos aspectos de las estrategias amplias que permitan la cesación de la condición de refugiado antes del 30 de junio de 2012 para los angoleños y los liberianos, y antes del 30 de junio de 2013 para los ruandeses. En Angola, tras un conflicto que duró 40 años y que provocó el desplazamiento de millones de angoleños, por fin, en 2002 se firmó un acuerdo de paz duradero. Aunque la mayoría de los refugiados angoleños han regresado desde entonces a su país de origen, quedan más de 131.000 exiliados, en particular en la República Democrática del Congo y en Zambia, y casi la mitad de ellos han manifestado su deseo de volver a Angola.
En Liberia, en 1989 se inició un período de guerras civiles que terminó en 2003, con la firma de un Acuerdo General de Paz y con la destitución del entonces Presidente, Charles Taylor. Los conflictos provocaron 200.000 muertos y el desplazamiento de cientos de miles de personas. Si bien la mayoría de los refugiados liberianos han regresado a su país, quedan unos 63.000 exiliados, principalmente en Costa de Marfil.
En Ruanda, desde 1999 han prevalecido en general la paz y la estabilidad. La gran mayoría de los refugiados ruandeses huyeron del genocidio ocurrido en 1994 y de sus consecuencias, como las confrontaciones bélicas que tuvieron lugar en el noroeste de Rwanda en los años 1997 y 1998, la última vez que el país experimentó una situación de violencia generalizada. En los últimos años, casi todos los refugiados ruandeses han regresado a Ruanda, pero aún quedan cerca de 100.000 exiliados en unos 40 países, sobre todo en África.
El ACNUR hace hincapié en la importancia de acabar con las situaciones prolongadas de refugiados para que éstos puedan reanudar sus vidas normalmente. Incumbe a la comunidad internacional poner los medios para poner fin de manera digna a estas situaciones prolongadas. Ayudar a estos refugiados a buscar soluciones también contribuirá a prevenir movimientos migratorios mixtos de mayor alcance.