La falta de fondos amenaza el trabajo de ACNUR en Libia y en los países vecinos
La falta de fondos amenaza el trabajo de ACNUR en Libia y en los países vecinos
ACNUR se enfrenta a una grave escasez de fondos para sus operaciones en Libia y en los países vecinos. A menos que los países donantes envíen fondos con rapidez, esta escasez tendrá consecuencias sobre la asistencia humanitaria, vital para las decenas de miles de personas desplazadas a raíz de los recientes combates.
ACNUR ha solicitado unos 68,5 millones de dólares para cubrir los primeros tres a cuatro meses de su operación de emergencia. Hasta la fecha, hemos recibido 39,4 millones de dólares, cantidad que ya se ha gastado o comprometido. Hacemos un llamamiento a los países donantes para financiar este déficit con urgencia.
De la cantidad recibida, 18,4 millones de dólares se han empleado en la evacuación humanitaria conjunta llevada a cabo por ACNUR y la OIM de más de 100.000 ciudadanos de terceros países desde Túnez y Egipto. Además, varios millones de dólares se han gastado en el establecimiento de un puente aéreo con material de asistencia humanitaria urgente a Túnez y Egipto para ofrecer refugio y protección a las decenas de miles de personas que esperan ser evacuadas, así como en el suministro regular a Libia de material humanitario por medio de camiones y en ofrecer ayuda económica a los refugiados y a otros grupos vulnerables en Libia. ACNUR ha detectado a lo largo de toda Libia la necesidad de ampliar sus actividades para ofrecer asistencia a decenas de miles de desplazados y a miles de refugiados que dependen de nuestra ayuda.
ACNUR cuenta con un pequeño equipo de trabajadores nacionales en Trípoli que están haciendo todo lo que pueden para asistir a los refugiados y a los solicitantes de asilo registrados por ACNUR. La Agencia y sus socios están preparados para ofrecer apoyo humanitario en el oeste del país siempre y cuando el gobierno nos dé autorización.
Actualmente hemos desplegado un equipo de emergencia en Tobruk y Bengasi, en el este de Libia, como parte de un equipo interinstitucional. Las autoridades locales han identificado a más de 35.000 personas desplazadas, la mayoría de Ajdabiyya y otros de Brega. Dicen que el número total de desplazados puede alcanzar las 100.000 personas. De hecho, la población de Ajdabiyya es de 120.000 personas y se piensa que la mayoría de habitantes han abandonado la ciudad. Si bien varios miles de personas han cruzado a Egipto, la mayoría se encuentran desplazados en Bengasi y Tobruk. Según las autoridades, la mayor parte de sus necesidades básicas están siendo atendidas gracias a la generosidad de la comunidad local. Sin embargo, están empezando a aparecer signos de tensión como resultado del deterioro de la situación económica. Estas dificultades se están viendo agravadas por el hecho de que los funcionarios públicos llevan dos meses sin recibir su salario. Las autoridades locales además añaden que cada día les contactan más desplazados para solicitarles asistencia.
Es vital que nuestras operaciones en curso en Egipto y Túnez sean financiadas para que podamos continuar apoyando a los gobiernos de ambos países, de forma que puedan mantener sus fronteras abiertas para todos aquellos que huyen del conflicto.
En Túnez, ACNUR necesita urgentemente fondos para dar respuesta a la reciente llegada de libios a Túnez que huyen de los combates en las montañas del este. Según las autoridades tunecinas, sólo en el paso fronterizo de Dehiba, unos 1.600 libios cruzaron el miércoles. Más de 3.000 personas han cruzado esta zona la semana pasada. Unos 47 kilómetros más al oeste, en Remada, ACNUR ha establecido un campo que acoge ya a unas 350 personas. Muchas de las familias libias que han cruzado a esta zona se están alojando en casas de familias locales y en centros juveniles de Tataouine. Un hotel también está facilitando alojamiento gratuito, mientras algunas familias beduinas que han cruzado con su ganado están siendo atendidas por familias tunecinas locales.
Mientras tanto, unas 8.000 personas se alojan en los campos cerca del paso fronterizo de Ras Ajdir, entre Túnez y Libia. Un tercio de esta población son refugiados somalíes y eritreos que no pueden regresar a su país de origen y necesitan soluciones alternativas.
Además, necesitamos fondos para apoyar a las comunidades locales en y alrededor de Ras Adjir, Dehiba, Remada y Tataouine, así como en otras regiones donde la población local está ofreciendo asistencia a la gente que huye de la violencia en Libia.
Mientras, en Egipto, el personal de ACNUR está a punto de poner en marcha una evaluación de las necesidades de los libios que viven en Marsa Martrouh, una ciudad a 200 kilómetros de la frontera entre Egipto y Libia. Hay más de 1.000 personas atrapadas en la frontera, incluyendo a 567 refugiados y solicitantes de asilo. Según las autoridades fronterizas, si bien los libios continúan huyendo a un ritmo de más de 2.000 personas al día, unos 1.000 libios regresan diariamente a su país desde Egipto.
A fecha 13 de abril, 513.129 personas habían huido de la violencia en Libia. Esta cifra incluye a 209.173 personas que han cruzado a Egipto (84.419 egipcios, 63.747 libios y 61.007 de terceros países), a 245.009 que han llegado a Túnez (20.619 tunecinos, 57.221 libios y 167.171 de otros países), 33.615 a Níger (31.066 nigerinos y 2.549 de otras nacionalidades), 14.126 a Argelia (1.078 argelinos, 3.599 libios y 9.449 personas más de otras nacionalidades), 6.219 a Chad (6.113 chadianos y 106 de otras nacionalidades), 1.372 a Italia, 815 a Malta y 2.800 a Sudán.