A medida que aumentan las llegadas de venezolanos, la respuesta en Brasil se intensifica
A medida que aumentan las llegadas de venezolanos, la respuesta en Brasil se intensifica
El ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, está trabajando con el Gobierno de Brasil y sus socios en el país, para intensificar la respuesta humanitaria de cara al creciente número de venezolanos que llegan al norte del país con cada vez más necesidades.
Según las últimas estimaciones del gobierno, más de 800 venezolanos ingresan a Brasil todos los días. A medida que la compleja situación política y socioeconómica de su país continúa empeorando, los venezolanos que han llegado están en una necesidad más desesperada de alimentos, vivienda y atención médica. Igualmente, muchos de ellos se encuentran en necesidad de protección internacional.
Más de 52.000 venezolanos[1] han llegado a Brasil desde el comienzo de 2017. Se estima que 40.000 han ingresado a través del aislado estado de Roraima, al norte del país, y están viviendo en Boa Vista, la capital del estado.
Con los números en crecimiento, los servicios públicos, como la atención médica y el saneamiento están bajo presión. Las autoridades declararon recientemente el estado de emergencia y han asignado 190 millones de reales brasileños (aproximadamente 58 millones de dólares) para brindar asistencia humanitaria de emergencia a las personas que vienen de Venezuela.
El ACNUR ha estado trabajando en estrecha colaboración con el Gobierno Federal de Brasil para registrar a los venezolanos, y garantizar que quienes llegan cuenten con la documentación adecuada. Una vez documentados, los solicitantes de asilo venezolanos, así como aquellos con permisos especiales de estadía, tienen derecho a trabajar y acceder a servicios de salud, educación y otros servicios básicos.
El Comité del Gobierno Federal de Brasil para la Respuesta de Emergencia para la afluencia venezolana, que está coordinando la respuesta humanitaria en Roraima, está trabajando con el ACNUR para garantizar que los venezolanos tengan acceso a atención médica y vivienda adecuada, y que se les proporcionen elementos básicos de ayuda como colchones y kits de higiene personal.
El ACNUR y las autoridades brasileñas están cada vez más preocupados por los crecientes riesgos que enfrentan los venezolanos que viven en la calle, incluyendo la explotación sexual y la violencia. Para cubrir las necesidades de alojamiento y mitigar estos riesgos, se han abierto dos nuevos albergues en Boa Vista en las últimas dos semanas. Los nuevos albergues pueden acoger a 500 personas cada uno, y ya están casi llenos. Se da prioridad a las familias con niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y otras personas con necesidades específicas.
El ACNUR está administrando los nuevos albergues, y nuestro personal está haciendo un registro biométrico y emite tarjetas de identificación para distribuir los alimentos y la asistencia. Al mismo tiempo, las autoridades federales, a través del ejército brasileño, brindan tres comidas calientes al día además de seguridad física. El gobierno municipal está llevando a cabo vacunaciones en el sitio.
Mientras tanto, estamos trabajando con las autoridades para identificar a los venezolanos dispuestos a trasladarse voluntariamente de Roraima a otras partes de Brasil. La reubicación proporcionará soluciones a más largo plazo para las personas necesitadas y aliviará la tensión en las comunidades locales y los servicios en el estado de Roraima. Dos vuelos operados por la Fuerza Aérea Brasileña están saliendo de Boa Vista esta semana. Uno salió ayer, llevando a 104 venezolanos a São Paulo. Se espera que el segundo salga hoy para São Paulo y Cuiabá, la capital del estado de Mato Grosso, ubicado en el centro del país.
Hasta el momento, unos 600 venezolanos han sido reubicados en otras ciudades, donde las autoridades locales y los grupos de la sociedad civil los están ayudando a integrarse y ser autosuficientes. Una encuesta del ACNUR, realizada por la Universidad Federal de Roraima, reveló que el 77% de los venezolanos que viven actualmente en Roraima esperan trasladarse a otras partes de Brasil.
El ACNUR agradece las acciones del Gobierno brasileño, que incluyen mantener sus fronteras abiertas a los venezolanos y garantizar que todos los refugiados y solicitantes de asilo en Brasil tengan acceso a derechos y servicios básicos.
El ACNUR solicitó recientemente a los donantes un monto inicial de 46 millones de dólares para implementar su plan de respuesta regional para los venezolanos en los principales países de acogida, incluido Brasil. Hasta el momento, este plan solo ha recibido un 4% de los fondos solicitados. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que brinde un mayor apoyo a Brasil, que ha sido generoso en su respuesta y necesita más apoyo para mejorar las capacidades de recepción, prevenir la discriminación contra los venezolanos y garantizar la coexistencia pacífica.
[1] De los 52.000 venezolanos que viven en Brasil, 25.000 son solicitantes de asilo, 10.000 tienen visas de residencia temporal, mientras que el resto está trabajando para regularizar su estado.