Nigeria: Nuevos ataques de Boko Haram obligan a miles de personas a huir
Nigeria: Nuevos ataques de Boko Haram obligan a miles de personas a huir
Un ataque a comienzos de esta semana en Damassak, una ciudad en el estado de Borno, en Nigeria, acabó con la vida de 50 personas y obligó a unas 3.000 a huir a la región de Diffa, en el vecino Níger; para salvar sus vidas. Damassak, a pocos kilómetros de la frontera con Níger, fue tomada por Boko Haram el 24 de noviembre.
Los equipos de ACNUR en Diffa afirman que aún sigue llegando gente a Níger desde Nigeria como consecuencia de este ataque. Aunque la mayoría espera para tomar embarcaciones y cruzar el río Komadougou Yobé, que separa los dos países, otros intentan cruzarlo a nado para alcanzar la seguridad. Los habitantes locales de la zona dicen que han visto a gente ahogarse cuando trataban de cruzar el río. Otros fueron disparados por Boko Haram, que les persiguió hasta la ribera del río. Según los recién llegados, muchos desplazados -- en su mayoría mujeres, niños, ancianos y algunos heridos -- siguen esperando al otro lado del río, en Nigeria, para cruzar hasta Níger.
Los recién llegados dicen que muchos civiles fueron asesinados en el ataque a Damassak, sobre todo hombres jóvenes, aunque los insurgentes dispararon también contra mujeres y niños. Algunos dicen que creen que el ataque fue perpetrado como represalia por el alistamiento de hombres jóvenes en grupos de autodefensa que se habían formado para combatir a los insurgentes. Estas milicias son conocidas por los kanuri, el principal grupo étnico de la región, como los Ngora ("Hombres jóvenes con palos") o JTF ("Joint Task Force" -- Fuerza de Trabajo Conjunta).
Muchos niños han quedado separados de sus padres durante el ataque y la huida a Níger. En Chetimari, la ciudad más cercana, los niños y los adultos vagan por los asentamientos improvisados en busca de sus parientes. Los refugiados dicen que no tuvieron tiempo de coger ninguna de sus pertenencias y tuvieron que dejarlo todo atrás. Con ayuda de sus socios y la comunidad local, ACNUR ha estado repartiendo lonas de plástico y mantas para ayudar a estas personas a levantar refugios temporales con los que protegerse del frío durante la noche.
Trasel ataque a la aldea nigeriana de Malan Fatori, el 5 de octubre, que provocó la huida de más de 1.000 personas a Níger, Damassak es el segundo gran ataque que se produce a pocos kilómetros de la frontera con Níger en menos de dos meses. La creciente presencia de insurgentes cerca de la frontera con Níger podría provocar más desplazamientos a corto plazo.
Los flujos regulares de refugiados nigerianos y ciudadanos de Níger que regresan a su país están suponiendo una gran presión para la región de Diffa, una zona remota y económicamente poco desarrollada. Según las autoridades, más de 100.000 personas han huido a Níger desde mayo de 2013, cuando el gobierno de Nigeria declaró el estado de emergencia en los estados del noreste, tras los reiterados y crecientes ataques de Boko Haram. Más de 30.000 personas se han refugiado en esta zona sólo en los dos últimos meses. Aunque los habitantes locales han compartido generosamente sus escasos recursos con los refugiados nigerianos, ACNUR teme que la ya de por sí frágil estructura económica de la zona se colapse por esta presión.
La violencia en Nigeria también ha empujado a más de 30.000 nigerianos a huir hacia Camerún y 2.800 a Chad. En Nigeria, unas 700.000 personas están desplazadas internamente por la violencia en los estados del noreste de Borno, Yobe y Adawama según las cifras de la Agencia Gubernamental para la Gestión de Emergencias Nacionales.