Nuevas rutas de suministros aumentan la respuesta humanitaria en Al Raqa
Nuevas rutas de suministros aumentan la respuesta humanitaria en Al Raqa
ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, ha completado una primera serie de convoyes humanitarios por vía terrestre hacia Qamishli, en la provincia de Hassakeh, al noreste de Siria. Los convoyes tardaron dos semanas en llegar desde Alepo, abriendo así una nueva conexión para proporcionar ayuda a aquellos con necesidades debido al conflicto en Al Raqa.
Con más de 190.000 desplazados desde y en la provincia de Al Raqa desde el 1 de abril, la apertura de la carretera desde Alepo hasta Menbij y Qamishli supone un avance significativo que ya está marcando la diferencia sobre el terreno.
El primer convoy de ACNUR, compuesto por tres camiones, llegó a Qamishli el 29 de junio y repartió material humanitario como tiendas de campaña, mantas, bidones y otros artículos básicos a miles de personas que huyen del conflicto en la zona. El 4 y el 10 de julio llegaron nuevos convoyes, y actualmente hay otro de camino. En total, se han enviado 22 camiones, de los que 17 han alcanzado ya su destino. A través de esta nueva ruta abierta se planea realizar envíos regulares desde los almacenes en Damasco, Homs y Alepo, permitiendo así a ACNUR, a otras agencias de la ONU y a sus socios tener acceso a un mayor número de las aproximadamente 430.000 personas que necesitan ayuda en la provincia de Al Raqa.
Con anterioridad a la llegada de estos convoyes, la carretera había permanecido cerrada durante casi dos años debido a la dureza del conflicto. Los puentes aéreos, que son costosos y al mismo tiempo cuentan con una capacidad limitada, eran la única forma de llevar suministros a la zona. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) fue la primera organización en enviar un convoy de prueba por esta carretera para tratar de distribuir alimentos a miles de personas que los necesitaban de manera urgente.
Naciones Unidas estima que entre 30.000 y 50.000 personas permanecen atrapadas en la ciudad de Al Raqa, aunque es difícil precisar una cifra dada la falta de acceso humanitario. La comida, el agua, los medicamentos y la electricidad, así como otros elementos básicos, son cada vez más escasos, en el marco de una situación que se deteriora rápidamente. Es imperativo que los civiles atrapados puedan disponer de una salida sin riesgos hacia lugar seguro donde puedan contar con protección y refugio.
ACNUR continúa recibiendo informes estremecedores sobre civiles que intentan alcanzar la seguridad. La mayoría se enfrenta al terrorífico dilema de ponerse a cubierto en la ciudad, en un lugar a salvo de los combates, o probar suerte y tratar de escapar. En cualquiera de los dos casos, arriesgando sus vidas y las de sus familias. El hecho de que los civiles tengan que enfrentarse a esta situación supone una afrenta hacia nuestra humanidad. ACNUR recuerda a todas las partes sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario. Los civiles nunca deben convertirse en objetivo de ataques.
Las familias que huyen de los combates están refugiándose en diversos lugares. En el campamento de Mabrouka (al noreste de la ciudad de Al Raqa), que actualmente alberga a unas 1.700 personas desplazadas, ACNUR está ultimando las obras de infraestructura, como la construcción de carreteras e instalaciones de alumbrado, y sigue distribuyendo materiales de ayuda humanitaria y ofreciendo servicios como evacuaciones médicas. En el campamento de Ein Issa (a unos 45 km al norte de la ciudad de Al Raqa), con capacidad para acoger a unas 7.300 personas, las obras de construcción e infraestructuras, incluyendo la iluminación y la instalación de cocinas comunitarias, están prácticamente finalizadas.
También se está prestando asistencia en un nuevo campamento cercano a la presa de Basilea, a unos 25 km al sur de la ciudad de Hassakeh, donde han encontrado cobijo unas 1.400 personas desplazadas, en su mayoría de Deir-ez-Zor. También se han distribuido tiendas de campaña y artículos de primera necesidad en Karama, Tell Abiad y otros lugares que acogen a un número significativo de personas que buscan seguridad y cobijo.
ACNUR, en colaboración con otras agencias de la ONU y sus socios, están coordinando los esfuerzos para proporcionar asistencia humanitaria y seguirán reforzando rápidamente su respuesta allí donde se logre tener acceso y la situación de seguridad lo permita.