Actualización sobre la situación humanitaria de las personas refugiadas y solicitantes de asilo en la isla Manus
Actualización sobre la situación humanitaria de las personas refugiadas y solicitantes de asilo en la isla Manus
Gracias por la oportunidad de hacerles una actualización sobre las observaciones del ACNUR durante nuestra última misión a la isla de Manus (Papua Nueva Guinea).
Lo que más resaltó durante esta misión fue el sentimiento generalizado, y que empeora cada vez más, de desesperación entre los refugiados y los solicitantes de asilo. Observé y la gente compartió con nosotros que muchos se quedan en las habitaciones, no salen y no se reúnen, ni hablan con otras personas a su alrededor.
Aquellos que ves pasar caminando o las personas con las que hablas, normalmente están abatidos. En nuestras conversaciones con diferentes personas, hay una sensación de desolación. La gente está buscando la esperanza. Hacen muchas preguntas que nosotros, como ACNUR, hemos escuchado y también hemos planteado repetidamente, qué les sucederá a ellos; cuándo terminará esto; cuánto tiempo tendrán que permanecer en estas condiciones. Estas preguntas son particularmente preocupantes en un contexto en el que los servicios actuales, así como las soluciones futuras fuera de Papua Nueva Guinea, siguen siendo insuficientes.
Si bien la reubicación de los refugiados a los Estados Unidos es un proceso continuo y bienvenido, saber que muchos permanecen sin resolución está pesando sobre todos.
Más de 3.000 refugiados y solicitantes de asilo han sido trasladados a la fuerza por Australia a las instalaciones de procesamiento en alta mar desde 2013. Actualmente, más de 500 refugiados y solicitantes de asilo viven en tres sitios en los distritos 1 y 2 en la isla Manus en Papua Nueva Guinea.
Quedó en evidencia en nuestra última misión, y después de más de 100 días después del cierre del llamado Centro de Procesamiento Regional de Australia, que la necesidad de un mayor apoyo para la salud mental, atención médica de emergencia y consejería especializada sobre tortura y trauma sigue siendo crítica, y aún no se ha podido satisfacer.
Hablé con un refugiado que compartió conmigo sus luchas diarias y lo que estaba pasando. Me contó cómo le preocupaban algunos de sus amigos que sufren de depresión, que estaban pensando en autolesionarse y cómo trata de estar ahí para ayudarlos. También compartió que algunos días se sentía incapaz de ayudarles, ya que él mismo no podía obtener la ayuda que necesitaba.
Los servicios proporcionados en el sitio son implementados predominantemente por proveedores contratados en Australia. El Gobierno de Australia ya no está desempeñando una función de coordinación en la isla Manus. Esto contrasta con los acuerdos previos en el antiguo Centro de Procesamiento Regional.
El personal de ACNUR ha observado una falta constante y continua de claridad sobre los roles designados para los servicios específicos entre los proveedores contratados. Esta continua confusión dificulta que los refugiados y los solicitantes de asilo obtengan los servicios necesarios y comprendan si siquiera se les proporcionan. Esto pone de relieve la falta de servicios de divulgación para las personas con problemas de salud mental, lo que es particularmente importante en este punto ya que los más vulnerables no pueden buscar asistencia fuera de sus sitios de alojamiento.
Ya hemos enfatizado y sigue siendo cierto que las instalaciones médicas locales, principalmente el hospital Lorengal, cuentan con una capacidad y recursos muy limitados para ayudar a los refugiados y solicitantes de asilo con graves problemas de salud mental.
Otra observación es la seguridad de los refugiados en la comunidad, que sigue siendo una gran preocupación. Esto se observa en las conversaciones con refugiados y líderes comunitarios.
En la comunidad local, aunque no hay toque de queda, la policía ha aconsejado a todos los refugiados y solicitantes de asilo que deben regresar a su alojamiento antes de las 6:00 pm cada noche para mitigar los riesgos de seguridad, asimismo, les aconseja caminar en grupos y no solos.
No podemos enfatizar lo suficiente que las soluciones se deben encontrar para todos, fuera de Papua Nueva Guinea, como una cuestión urgente. Australia sigue siendo responsable en última instancia, como el estado en el cual estos refugiados y solicitantes de asilo han buscado la protección internacional, de su bienestar y alojamiento a largo plazo fuera de Papua Nueva Guinea.
El Gobierno de Australia debería asumir una función de coordinación clara con respecto a los proveedores de servicios que ha retenido, y supervisar y prestar servicios de manera adecuada de acuerdo con las crecientes y cambiantes necesidades.
Claramente, queda mucho más por hacer para que las circunstancias de los refugiados y solicitantes de asilo en la isla de Manus alcancen un estándar mínimo básico. Sin embargo, estos pasos críticos serán solo una medida provisional hasta que se encuentren y pongan a su disposición soluciones duraderas fuera de Papua Nueva Guinea.
Gracias.