RDC: ACNUR alarmado por las atrocidades denunciadas en la provincia de Tanganica
RDC: ACNUR alarmado por las atrocidades denunciadas en la provincia de Tanganica
La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, ha alertado hoy que el sureste de la República Democrática del Congo (RDC) está a punto de verse afectado por un desastre humanitario de proporciones extraordinarias. La provincia de Tanganica se sigue sumiendo en la violencia, desencadenando una espiral de desplazamiento y violaciones de derechos humanos.
Algunas de las zonas de la provincia se han convertido en escenario de atrocidades y desplazamiento masivo a causa de conflictos enquistados entre comunidades como los twa, los luba y otros grupos étnicos. Además, desde finales de enero prosiguen los violentos enfrentamientos entre las fuerzas armadas congoleñas y las milicias, al tiempo que nuevos grupos armados amenazan con causar aún más estragos en Tanganica.
Las personas que huyen hacia Kalemie, la capital de la provincia, en un intento de salvar la vida, dan cuenta de una terrible violencia durante los ataques contra los pueblos, habiéndose producido asesinatos, secuestros y violaciones. ACNUR y sus socios han documentado unos 800 incidentes de protección durante las dos primeras semanas de febrero en Tanganica, lo que señala una tendencia a la alza.
En 2017, los socios de ACNUR documentaron más de 12.000 casos de violaciones de derechos humanos en Tanganica y en la zona de Pweto, en la provincia de Alto Katanga, a donde se ha expandido el conflicto. Sin embargo, ACNUR teme que el número de personas afectadas por la violencia pueda ser muy superior, ya que no se ha podido acceder a bastantes áreas por motivos de seguridad.
Si bien la mayoría de incidentes se refieren a violaciones del derecho de propiedad, como extorsiones, saqueos y destrucción, unos 4.700 estaban relacionados con violencia física, tortura, asesinatos, arrestos arbitrarios, trabajo forzado, violaciones y matrimonios forzosos.
La violencia sexual es motivo de especial preocupación. A pesar de las dificultades de acceso y el estigma imperante que afrontan los afectados, ACNUR y sus socios han podido registrar 523 casos de violencia sexual y de género en Tanganica y en Pweto, derivando a los supervivientes a servicios médicos y de asistencia judicial y apoyo psicosocial. Aproximadamente la mitad de los casos son niños.
En general, las poblaciones desplazadas – ya de por sí vulnerables – ha sido muy a menudo víctimas de estas recientes atrocidades, cometidas no sólo en un contexto de conflicto étnico, sino también por parte de los soldados desplegados para luchar contra las milicias renegadas.
ACNUR exhorta a las autoridades congoleñas a garantizar la protección de la población civil, a hacer un seguimiento efectivo de las denuncias de crímenes atribuidos a las fuerzas armadas y a poner un fin a la percepción de impunidad referente a los abusos de derechos humanos.
La violencia que se propaga por la provincia de Tanganica, que es tres veces más grande que Suiza y cuenta con una población de tres millones de habitantes, ha desplazado a más de 630.000 personas. Esta cifra prácticamente duplica la de diciembre de 2016, cuando 370.000 personas se encontraban desplazadas en la provincia de Tanganica. ACNUR trabaja ya junto a sus socios para poner fin a esta catastrófica situación, pero pide un mayor apoyo para poder ofrecer asistencia a la población.
El año pasado, ACNUR recibió menos de 1 dólar por persona en contribuciones de donantes para sus programas en favor de los desplazados internos en la RDC. Esto ha dejado a muchos de los desplazados en Tanganica sin apenas asistencia humanitaria. En Kalemie, miles de personas no tienen lonas de plástico que les protejan la lluvia. La población a menudo padece hambre y carece de asistencia médica. Las mujeres solas y viudas en zona de desplazamiento que no cuentan con refugio apropiado corren aún mayor riesgo de sufrir abuso sexual y violencia.
De cara a 2018, ACNUR hace un llamamiento para conseguir 368,7 millones de dólares para atender la emergencia en la República Democrática del Congo. Se necesitan 80 millones de dólares para apoyar a las poblaciones desplazadas en la RDC.