ACNUR: Aumenta la importancia de la filantropía islámica, ante emergencias sin precedentes y escasez de fondos

GINEBRA – En 2023 se recaudó la cifra récord de 46 millones de dólares (USD) a través de la filantropía islámica para casi 2 millones de personas refugiadas y desplazadas internas en 23 países, lo que supone un aumento de casi el 20 por ciento con respecto a 2022. Las donaciones se recibieron durante un año en el que se registró un número récord de emergencias, de acuerdo con un nuevo informe publicado hoy.

Ese mismo año, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, recibió financiación para cubrir menos del 50 por ciento de su presupuesto global, lo que hace que las contribuciones sean más cruciales que nunca.

Entre los países que reciben más apoyo a través de las contribuciones Zakat y Sadaqah – donaciones de carácter obligatorio y voluntario en el Islam – se encuentran:

• Líbano, el país que acoge a la mayor población de refugiados per cápita del mundo.
• Siria, donde la crisis ha forzado a más de 12 millones de personas a huir de sus hogares, lo que la convierte en una de las mayores crisis de desplazados del mundo
• Yemen, que sufre una de las crisis humanitarias más agudas del mundo.

Dado que casi el 50 por ciento de la población refugiada procede de países miembros de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), ACNUR ha trabajado con organizaciones islámicas para desarrollar herramientas específicas para que los donantes apoyen a personas refugiadas de países musulmanes, entre ellas el Fondo Zakat para Refugiados. El Zakat es un donativo de carácter obligatorio que los musulmanes entregan a los beneficiarios que reúnen los requisitos necesarios, como personas en situación de pobreza, personas con deudas y viajeros en situación de desamparo.

El comienzo del mes sagrado del Ramadán coincide con los 13 años del inicio de la crisis en Siria. Más de 7,2 millones de personas sirias siguen desplazadas en su propio país, mientras que más de 5 millones de refugiados sirios están acogidos en cinco países vecinos.

La filantropía islámica a favor de las personas refugiadas sigue cobrando impulso, y las donaciones a ACNUR casi se han duplicado en los dos últimos años. Aunque representa una proporción relativamente pequeña de los ingresos de ACNUR, aporta importantes contribuciones a algunas de las situaciones de desplazamiento más infrafinanciadas del mundo.

ACNUR lanza hoy su llamamiento anual de Ramadán, que invita a los donantes a extender la mesa de Ramadán a quienes lo necesitan.

Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, declaró: “Este mes se caracteriza tradicionalmente por momentos de alegría, de gratitud, de familia, de reuniones comunitarias en torno a la mesa del Ramadán. Sin embargo, la violencia creciente y brutal en todo el mundo ha privado a innumerables familias de momentos como estos”.

“Pienso en las millones de personas refugiadas sudanesas que se han visto forzadas a vivir el Ramadán lejos de casa... en las personas desplazadas en Yemen, en la difícil situación de las personas refugiadas sirias, afganas, rohingyas y otras”.

El mes sagrado termina a mediados de abril, justo antes del primer aniversario del conflicto de Sudán, que ha desplazado a más de 8 millones de personas. Más de 500.000 han huido al vecino Chad, donde la población refugiada se ha duplicado desde que comenzó el conflicto. El apoyo del programa Sadaqah Jariyah de ACNUR ha permitido instalar puntos de agua en los asentamientos de refugiados recién construidos, poniendo fin a los largos viajes para encontrar agua y ayudando a mantener a salvo a la población refugiada, especialmente a las mujeres y las niñas.

ACNUR agradece el apoyo de todas las religiones y todas las contribuciones motivadas por la fe que tengan como objetivo ayudar a las personas refugiadas vulnerables y a otras en necesidad de protección; esto incluye la filantropía islámica.