ACNUR y Aldeias Infantis amplían el albergue para refugiados afganos en Sao Paulo

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SAO PAULO – En la tarde del viernes, veinticinco personas de cinco familias diferentes – reubicadas desde el Aeropuerto Internacional de Guarulhos – fueron acogidas en el nuevo albergue de Aldeias Infantis en Poá. Con estos nuevos espacios, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) apoya a Brasil para garantizar un alojamiento digno a las personas afganas que llegan al país.

Las veinticinco personas acogidas – entre ellas, 13 niños – se suman a otras 63 que ya se encontraban en el albergue anterior (incluidos quince niñas y dieciséis niños de hasta 17 años), así como diecisiete mujeres y quince hombres, de un total de dieciocho familias.

Junto con las autoridades y la sociedad civil, ACNUR hace parte de la respuesta humanitaria a los refugiados afganos que llegan a Brasil en busca de protección internacional ante la situación de violaciones graves y generalizadas de los derechos humanos en Afganistán. ACNUR financia tres de los doce albergues públicos y de la sociedad civil que se establecieron en respuesta a la llegada de afganos. Aldeias Infantis gestiona dos de los financiados por ACNUR en Poá, y el otro es gestionado por Caritas Arquidiocesana de Sao Paulo, en Guarulhos (ambos en el Gran São Paulo); este último acogió a otra familia afgana – integrada por una mujer embarazada y tres niños – a principios de esta semana.

Los servicios ofrecidos por ACNUR incluyen la contratación de mediadores culturales nacionales afganos para que la información sobre los derechos de estas personas sea accesible; formación para que los equipos de gestión de los distintos centros de acogida comprendan las especificidades de la atención a la población afgana; y donaciones de equipos y artículos no alimentarios para apoyar a los gestores existentes en su trabajo.

“El viernes de la semana pasada, cinco familias que llevaban días esperando en el aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo, fueron trasladadas voluntariamente. La llegada de refugiados de Afganistán tiende a ser continua y debemos prepararnos continuamente. Brasil ha dado acogida, históricamente, a personas que necesitan protección internacional, y los diferentes sectores de la sociedad deben comprometerse en esta respuesta conjunta”, afirmó Oscar Sanchez Pineiro, Representante Adjunto de ACNUR en Brasil.

ACNUR se ha esforzado por articular con otras entidades los servicios puestos a disposición de los refugiados en el albergue (como clases de portugués), para que luego puedan incorporarse al mercado laboral brasileño. Estos cursos ya están en marcha en cinco albergues diferentes. Además, ACNUR proporciona a las familias en mayor situación de vulnerabilidad una ayuda económica mensual que se utiliza en función de sus necesidades específicas, como alimentación complementaria para niñas y niños; los importes varían en función de la composición familiar y buscan reforzar la autonomía de las personas acogidas.

“Este trabajo conjunto con ACNUR es esencial porque permite a los refugiados afganos recibir cobijo, protección y ayuda para resolver sus problemas, así como educación para sus hijas e hijos. Por su parte, la ayuda que brinda Aldeas Infantiles SOS va más allá de una sola persona: permite construir el futuro de una sociedad, de una familia, un futuro digno, con las condiciones básicas para prosperar”, afirma Sérgio Marques, Subgerente Nacional de Aldeias Infantis SOS Brasil.

Entre los servicios y derivaciones que lleva a cabo Aldeias Infantis también se encuentran la formación profesional, la matriculación en la educación básica, la atención médica esencial, y la asistencia en procesos de documentación y convalidación de títulos.

A nivel mundial, a finales de 2022, había 5,7 millones de personas refugiadas procedentes de Afganistán; 5,1 millones de ellos, solo en Irán y Pakistán. En Brasil, ACNUR ha estado trabajando con su red de socios desde la llegada de los primeros refugiados afganos. El gobierno brasileño ha expedido más de 9.000 visados humanitarios, de los cuales, más de 6.000 han sido otorgados a personas que han llegado al país en busca de protección internacional. ACNUR ha asistido directamente a 1.430 personas de 642 grupos familiares desde entonces, según datos recogidos por la organización.