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Declaración del Alto Comisionado en la presentación del Plan Shirika, de Kenia

Discursos y declaraciones

Declaración del Alto Comisionado en la presentación del Plan Shirika, de Kenia

28 Marzo 2025 Disponible también en:
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Muchísimas gracias, secretario del Gabinete.

Agradezco la presencia del presidente y del vicepresidente.

Secretarías del Gabinete y Secretarías Principales,

Gobernadores,

Apreciables Embajadores, colegas, amigas y amigos,

Para mí es un verdadero privilegio estar aquí con ustedes, celebrando el lanzamiento del Plan Shirika. Este es un momento trascendental para las personas refugiadas en Kenia y para las comunidades que les han dado acogida.

Señor presidente, Kenia le está mostrando al mundo que una historia de cooperación, inclusión y esperanza no solo es posible, sino que es necesaria y redundará en un beneficio común.

Me permito empezar rindiendo homenaje a la población keniana, que se ha encargado de escribir esta historia. Reconozco la generosidad que han mostrado al recibir en sus comunidades – en algunos casos, durante décadas – a las personas refugiadas y solicitantes de asilo (particularmente en los condados de Garissa y Turkana, como se dijo hace un momento, pero también en el resto del país). Sé que no ha sido nada sencillo; también soy consciente de que tanto la población de Kenia como las personas refugiadas en el país han enfrentado dificultades. Sin embargo, la hospitalidad ha estado siempre ahí, a pesar de los desafíos, incluso cuando lo más fácil habría sido cerrar la puerta e impedir el acceso de los refugiados, como lo están haciendo muchos países, o bien cuando la atención del mundo y el apoyo que tanto necesitan estaban en otro lado.

Me permito hacer eco de otras voces y darles las gracias personalmente: al presidente Ruto, por su liderazgo y determinación; a todo el Gobierno de Kenia, a nivel regional y local, por haber confiado en el potencial de las personas refugiadas para contribuir a las comunidades kenianas (no solo en lo económico, social y cultural, sino también en el sostenimiento de la paz y la comprensión mutua).

Hoy es un día de celebración. La presentación del Plan Shirika es un importante logro; y, sin lugar a dudas, es también un modelo para África y el mundo entero. Este plan nace de tenaces esfuerzos colectivos... Pero el camino no termina aquí, sino que este es apenas el inicio de un trayecto nuevo, que implica mucho trabajo. En ese sentido, les aseguro que el Gobierno de Kenia contará con el apoyo de ACNUR, la organización que represento, y del resto del sistema de la ONU.

El Plan Shirika refleja, de forma muy admirable, la esencia del Pacto Mundial sobre los Refugiados, que fue adoptado en 2018 por la Asamblea General de la ONU. Concretamente, el plan promueve la inclusión de las personas refugiadas; precisa que, como mencionaron los Gobernadores contundentemente, las comunidades de acogida necesitan apoyo en la misma medida; y manifiesta que el éxito de las respuestas a las situaciones de refugiados depende del involucramiento de los gobiernos y de la sociedad en su conjunto. Todo esto comprende la esencia del Plan Shirika, que, por cierto, exige cooperación, como su nombre lo indica.

Particularmente, cooperación y apoyo para los gobiernos locales y municipales, es decir, aquellos que estarán en la primera línea de esta innovadora solución, lo que implica que requerirán recursos para reforzar los sistemas de salud – clínicas y hospitales – para atender tanto a la población keniana como a las personas refugiadas. La cooperación y el apoyo son necesarios para incorporar las que solían conocerse como “escuelas para refugiados” al sistema nacional de educación. La inclusión financiera también necesita apoyo para generar nuevas oportunidades de mercado e inversión; lo mismo ocurre con la inclusión digital, para potenciar la autosuficiencia y estimular las economías locales. Por otra parte, también se ha hablado sobre los desafíos que se relacionan con el medioambiente. En suma, el apoyo y la cooperación son necesarios para que las áreas que han dado acogida a las personas refugiadas se conviertan en asentamientos en toda regla y en robustos centros económicos que propicien la estabilidad y beneficien a quienes ahí viven.

De cualquier forma, hablemos con claridad (como lo hicimos, señor presidente, cuando se abordó este tema hace años): el Gobierno de Kenia no debe hacer todo esto sin ayuda. Al respecto, me remito al preámbulo de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, que claramente señala que no solo los países de acogida deben hacerse responsables de las personas refugiadas, sino que debe hacerlo la comunidad internacional. En ese sentido, por cierto, siguen siendo cruciales otras soluciones, como la repatriación voluntaria al país de origen y el reasentamiento en terceros países, vías que también necesitan apoyo.

Desde su concepción, el Plan Shirika ha sido respaldado por los principales donantes; es decir, estados, instituciones financieras y entidades privadas. Les doy las gracias y los insto a seguir financiando, tan generosamente, esta importante iniciativa. La época actual es preocupante: se observan recortes a los presupuestos humanitarios y de desarrollo alrededor del mundo (en ocasiones, para destinar aún más recursos a la defensa y seguridad nacionales). Les pido que no se pierda de vista que iniciativas como el Plan Shirika no solo buscan poner punto final a crisis humanitarias de larga data, sino que también abonan a la estabilidad, algo que es crucial. En última instancia, coadyuvan a la seguridad nacional, regional y mundial, lo cual me parece de particular importancia considerando los tiempos convulsos que atraviesa la región. Al respecto, permítanme añadir que estoy muy agradecido con la Oficina del Coordinador Residente de la ONU, con el equipo de país de la ONU y con las ONG socias en Kenia por haber colocado el Plan Shirika en el corazón de sus esfuerzos.

Este plan reconoce que la inclusión es fundamental para ir, con mayor celeridad, de la dependencia en la ayuda humanitaria a la resiliencia. Ese es nuestro objetivo común. Existe la posibilidad de alcanzarlo; no dejemos pasar esta oportunidad.

Nuevamente, quisiera agradecer y felicitar a su gobierno, señor presidente, por el lanzamiento del Plan Shirika; además, sostengo que ACNUR y la ONU tienen el compromiso de recorrer este camino con ustedes.

¡Muchas gracias!