Discurso del Alto Comisionado en la Séptima Reunión Anual del MIRPS
Discurso del Alto Comisionado en la Séptima Reunión Anual del MIRPS
Honorable Primer Ministro,
Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos,
Ministros y viceministros,
Distinguidos delegados de los países del MIRPS y de los países de la Plataforma de Apoyo del MIRPS,
Invitados especiales,
Queridos amigos,
Buenos días a todos y todas.
Es un verdadero placer estar aquí con ustedes. Ante todo, deseo agradecer al Primer Ministro y al Gobierno de Belice su hospitalidad, así como el compromiso y liderazgo mostrados en cuestiones de movilidad humana en la región, no solo como Presidente Pro Tempore del MIRPS, sino también de la Conferencia Regional de Migraciones, otro importante foro. Ayer tuve el honor y el placer de conocer al Primer Ministro y de aprovechar su sabiduría y experiencia. Gracias de nuevo por su liderazgo en estas cuestiones importantes.
Un afectuoso saludo también al Secretario General Adjunto de la Organización de los Estados Americanos, que sigue siendo un socio fundamental en la Secretaría del MIRPS.
Las conexiones entre las iniciativas regionales son esenciales mientras siga habiendo conflictos, violencia, desastres naturales y abusos que obliguen a tantas personas a abandonar sus hogares utilizando para ello las mismas rutas y medios que las personas migrantes. De ahí la vital importancia de trabajar en las numerosas sinergias de dichas iniciativas. El hecho de que un mismo país ocupe la presidencia de varias de ellas, como ha sido el caso Belice hasta ahora y próximamente será el de Costa Rica, constituye una oportunidad para eliminar duplicidades y centrarse en objetivos comunes.
Esto es así porque las respuestas a los movimientos mixtos pasan por abordar retos que son comunes tanto para los gobiernos como para las comunidades. Es fundamental tener en cuenta las necesidades de todas las personas que están expuestas a peligros inimaginables en sus travesías en busca de seguridad. Evidentemente, no hay una solución para todo. Sin embargo, todas las personas, independientemente de sus circunstancias, tienen unos derechos humanos que han de respetarse. Esos derechos deben, a su vez, afianzar nuestros esfuerzos colectivos por responder a las necesidades de estas personas a través del MIRPS y otras iniciativas regionales y hemisféricas.
Todos los aquí presentes reconocemos que no es una tarea sencilla. He conocido personalmente a muchas personas que se desplazan, tanto en el Darién como en otros países de la región. Sin embargo, a pesar de estos difíciles retos, debemos rechazar lo que suelo denominar “la narrativa de la imposibilidad”. No podemos permitirnos que nos superen la escala y complejidad de estos movimientos de población. Hay soluciones prácticas y legales que sí son posibles. Es el momento de incrementar nuestros esfuerzos colectivos, y el MIRPS es un foro trascendental para este propósito. Agradezco al Primer Ministro de Belice que, en lugar de presentar a las personas en situación de movilidad como una amenaza, se adhirió a la noción de “crisol de culturas”. Primer Ministro, le doy las gracias por esta verdad fundamental.
Tenemos la oportunidad, aquí en las Américas —un continente que acoge actualmente a una de cada cinco personas desplazadas en el mundo—, de aprovechar el excelente trabajo ya realizado por varios gobiernos, entre ellos los Estados del MIRPS, junto con las organizaciones internacionales, los actores de desarrollo, la sociedad civil, la comunidad académica, el sector privado, los municipios y, por su puesto, las propias personas refugiadas, desplazadas internas y apátridas. Muchos de ellos están aquí representados. Este es el poder del multilateralismo cuando se trabaja adecuadamente. De hecho, esta sería una forma nueva y más completa de multilateralismo en acción.
En los últimos siete años, desde la adopción de la Declaración de San Pedro Sula, el MIRPS ha seguido siendo un importante espacio para la solidaridad en acción y la implementación práctica de iniciativas innovadoras centradas en la protección y las soluciones, tanto a escala nacional como regional. Este es el espíritu del Pacto Mundial sobre los Refugiados, que se basa en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951. Asimismo, está en consonancia con la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados, que también tenía una clara visión de futuro en lo que respecta a la protección y las soluciones para las personas refugiadas en este hemisferio. Este año, celebramos su cuarenta aniversario y, con la Declaración y Plan de Acción de Chile, que presentaremos la próxima semana en Santiago, los países de América Latina y el Caribe volverán a ser pioneros en la adopción de un nuevo marco para la cooperación y la solidaridad regionales destinado a reforzar la protección de las personas refugiadas, desplazadas y apátridas en la próxima década.
Es importante reflexionar, como hacemos todos los años, sobre los logros del MIRPS. Los Estados del MIRPS han seguido demostrando un fuerte compromiso con mejorar la capacidad de asilo, a fin de crear sistemas que permitan identificar de forma rápida y justa a las personas que necesiten protección internacional y ofrecerles soluciones eficaces y a medida. ACNUR sigue decidido a ayudarles, siempre que necesiten orientación o asistencia, a fortalecer sus sistemas y marcos legales, así como a encontrar opciones innovadoras para la inclusión. Estamos aquí para ayudar.
Del mismo modo, con el aumento incesante del número de personas desplazadas internas —cifra que, de hecho, se ha duplicado en los diez últimos a años en todo el mundo—, los Estados del MIRPS también han seguido abordando las causas principales de estos movimientos. Sin embargo, para ello no basta aplicar un enfoque exclusivamente humanitario; también se requieren medidas para la consolidación de la paz y el desarrollo. Se necesitan respuestas coordinadas y coherentes en las que intervengan los países de origen, tránsito, destino y retorno. Por ello me gustaría aplaudir el apoyo de todas las partes interesadas que trabajan en colaboración para promover los objetivos del MIRPS a este respecto. Es aquí donde son tan importantes las sinergias entre el MIRPS y otras iniciativas.
El modelo más sostenible consiste en promover la inclusión de las personas desplazadas en las estructuras nacionales y locales de empleo, educación, atención sanitaria, acceso a internet y servicios bancarios, entre otros. La inclusión de las personas desplazadas en los sistemas nacionales beneficia tanto a los refugiados o desplazados como a las comunidades que los acogen. Hay algunos ejemplos destacados en la región: programas para ayudar a identificar competencias, conectar a personas con puestos de trabajo, crear asociaciones con empresas y facilitar permisos de trabajo (incluyendo a las personas apátridas). No obstante, para lograr un mayor impacto se necesita más apoyo para esas iniciativas de inclusión. La inclusión es una forma nueva y eficaz de protección, por lo que deberíamos invertir en ella.
Aprovechando que hoy nos reunimos para reflexionar sobre los progresos realizados por los Estados del MIRPS, me gustaría expresar mi más sincero agradecimiento por el trabajo y las aportaciones de los miembros de la Plataforma de Apoyo del MIRPS. Desde su creación en 2019, la Plataforma ha sido fundamental para impulsar las iniciativas del MIRPS y obtener resultados que generen impacto. Me gustaría extender mi agradecimiento a los Estados Unidos, que ocupa la presidencia saliente de la Plataforma, por aportar un liderazgo, una visión y un apoyo financiero sólidos. A su vez, doy una calurosa bienvenida a Colombia, que ostenta la nueva presidencia, y le deseo mucho éxito. Como país que ha puesto en marcha iniciativas ejemplares en materia de inclusión, estoy seguro de que su liderazgo brindará un impulso renovado y reforzará todavía más los esfuerzos de la Plataforma para apoyar a los Estados del MIRPS en la consecución de sus objetivos.
Es fundamental que la comunidad internacional redoble su apoyo y sus inversiones. Las instituciones financieras internacionales y los donantes tienen un papel fundamental, y es muy alentador que muchos de ellos estén hoy aquí en Belice. El MIRPS y su Plataforma de Apoyo son, conjuntamente, un ejemplo magnífico de cómo el Pacto Mundial sobre los Refugiados puede implementarse de manera efectiva, y ofrecer tanto asistencia inmediata como estrategias y soluciones a largo plazo para las personas necesitadas.
Permítanme que cite a la Hermana Rosita Milesi, nuestro Premio Nansen 2024: “Tener una utopía, tener un sueño, tener la convicción de construir algo mejor es fundamental. Y es fundamental para las personas refugiadas”. Sigamos optando por escuchar, empoderar, y trabajar con las personas refugiadas y las otras personas desplazadas por la fuerza para que puedan salir de su situación. Aprovechemos esta oportunidad para reforzar nuestros compromisos y garantizar un futuro mejor para las personas refugiadas, desplazadas, apátridas y retornadas, así como para sus comunidades de acogida en América Central y México.
Gracias por tomar esta decisión junto a nosotros.