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¿Nerviosa? Refugiada canta en taller musical con el violonchelista Yo-Yo Ma

Historias

¿Nerviosa? Refugiada canta en taller musical con el violonchelista Yo-Yo Ma

El taller es el último paso de Basma Jabr en la consolidación de su carrera.
14 Junio 2019 Disponible también en:
La cantante siria Basma Jabr, de 35 años, en su casa el día antes de participar en un taller musical en el que estarían presentes el violonchelista Yo-Yo Ma y el Secretario General de las Naciones Unidas. Está un poco nerviosa, pero confía en la espontaneidad de la música.

Compartir escenario con Yo-Yo Ma, el violonchelista de fama mundial, supone un inmenso desafío para la mayoría de músicos, además de ser un enorme privilegio. Pero para Basma Jabr es una oportunidad más en la construcción de su carrera como cantante profesional, que comenzó cuando llegó a Austria como refugiada en 2014.


“Claro que estoy un poco nerviosa”, nos dijo la mañana de antes durante un ensayo en casa del músico Marwan Abado, que toca el ud, un instrumento árabe parecido al laúd. “También me emociona la idea de vivir una nueva experiencia musical y tener la oportunidad de conocer a otros músicos”.

Basma, de 35 años, nació en Kuwait en el seno de una familia melómana, pero se trasladó a Siria en 1990 huyendo de la guerra y allí se formó y trabajó como arquitecta.

El conflicto sirio obligó a Basma a desplazarse por segunda vez. Su marido Aysar Aisamee realizó solo la difícil travesía hasta Europa. Cuando consiguió el reconocimiento de la condición de refugiado se le unieron Basma y sus dos hijos pequeños, que llegaron a Austria en 2014.

Desde entonces, el Dr. Aisamee, cardiólogo, ha vuelto a la medicina y trabaja en un hospital de Viena, mientras que la nueva carrera de Basma como cantante profesional está empezando a despegar. La pareja constituye un ejemplo perfecto de cómo las personas refugiadas pueden integrarse con éxito y contribuir a la sociedad que las acogió.

Ahora Basma canta en clubes y teatros de toda Viena y de otros países europeos, pero nos cuenta que los comienzos fueron duros. Hablaba poco alemán, pero la música ayudó a establecer conexiones.

“La música es un lenguaje universal”.

“Fue un consuelo”, nos cuenta. “La música es un lenguaje universal y por medio de ella se puede expresar todo”.

El taller con Ma está dedicado a la diversidad y la inclusión social. Ochenta participantes, entre ellos diez personas refugiadas, han aprendido e interpretado “Lamma Bada Yatathana”, la canción en árabe procedente de la España medieval que Basma estaba practicando.

Bajo la dirección de Marwan y Ma, los participantes se dividieron en dos grupos para cantar distintos ritmos en acompañamiento de la voz de Basma. Otro refugiado, Hani Abo Harbbah Alnaeb, improvisó en un piano blanco. El joven de 19 años llegó de Siria en 2015 y desde entonces ha aprendido a tocar de manera autodidacta, en parte a través de tutoriales de YouTube.

Los participantes se reunieron en un centro cultural de Viena con ocasión de este taller. Mientras tocaban llegó António Guterres, Secretario General de Naciones Unidas, de visita en Viena, y se sentó en primera fila para escuchar la canción.

“Se trata de un ejemplo fantástico de cómo personas procedentes de diferentes partes del mundo pueden encontrar un punto de unión en la música y en la paz”, dijo a la salida.

Después del taller, Basma estaba radiante. “Fue difícil coordinar a tanta gente, pero fue divertido, espontáneo y hermoso. Y, para mí, fue una delicia y un gran honor poder actuar junto a Yo-Yo Ma”.